José de Jesús Parada Tovar
El jueves 22 de enero del año en curso dejó de existir el prestigiado Escultor jalisciense Juan José Méndez Hernández, quien tuvo a su cargo, entre otros muchos trabajos de Arte Sacro, la restauración de la cuatro veces centenaria imagen de Nuestra Señora de Zapopan, por encargo y aprobación del octavo Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo (foto lateral) en 1992.
La Comunidad Religiosa de la Provincia de los Santos Francisco y Santiago, con Sede en el Convento de Zapopan, le había externado al Arzobispo Metropolitano su preocupación por el manifiesto deterioro del rostro de la venerada imagen, que hacía suponer un daño aún mayor en el resto de su figura, encriptada en un vaso de plata desde los años treintas del siglo pasado. Los Padres y Hermanos Franciscanos, Custodios de “La Generala”, sugirieron que fuese el Maestro Méndez el Restaurador, quien empleó la delicada y acuciosa técnica de rellenar las escoriaciones con el mismo material de confección del ícono; es decir, pasta de caña de maíz, logrando un exitoso resultado.
Méndez Hernández nació en Poncitlán, Jal., el 24 de junio de 1935, y desde los 14 años, ya en Guadalajara, aprendió la técnica del tallado en madera. Estudió la Secundaria en el Instituto de Ciencias y fue alumno de la Escuela de Artes Plásticas, de la U. de G. Descuellan, entre sus más famosas obras: el Monumento a La Patria, Los Niños Héroes, Cristóbal Colón, y El Mercurio, de la Cámara de Comercio, por lo que respecta a Guadalajara. En Zapopan, La diosa del maíz; en Zacoalco, El Amo Torres; el Miguel Hidalgo, del Puente de Calderón, Zapotlanejo, y el Monumento a La Madre, en Santa Anita, de Tlaquepaque.
Además, el Maestro Juan José Méndez realizó numerosas esculturas religiosas de muy diversas advocaciones, y también se le encomendó la restauración de la imagen de la Virgen de San Juan de los Lagos. ¡Descanse en paz!
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