jueves, 15 de enero de 2015

Segunda línea de Acción de nuestro proceso

La Espiritualidad de Comunión


Misa al aire libre


Pbro. José Federico Vaca Silva

Vicaría de Diocesana de Pastoral


La identidad de la Espiritualidad de Comunión.
1- Para hablar de ello, es importante comenzar por definir el término de Espiritualidad. La palabra proviene del término “espíritu” (ruah, en hebreo, y pneuma, en griego), que expresa movimiento vital: viento, soplo o aliento. Algo que anima o que da vida a un ser animado. Espiritualidad es el dinamismo interno de algo o de alguien que mueve a pensar, a querer y a actuar, conformando la vida a ese dinamismo.

2- También resulta muy importante definir lo que No es Espiritualidad:

Vida del espíritu contra o al margen del cuerpo. Hay personas que piensan que el cuerpo es malo, junto con todo lo que tiene qué ver con él, y que lo único bueno es lo espiritual. De ahí que muchas personas castiguen su cuerpo o vivan una espiritualidad que rechaza lo material o corporal.

Vida interior que se realiza en la conciencia individual, al margen de la Historia. Se piensa, erróneamente, que la historia de cada uno de nosotros es una historia de pecado que ha estado mal.

Ascética destinada a algunos cuantos. Es semejante a la primera característica. Considera al cuerpo como algo malo, por lo que hay que castigarlo con mortificaciones excesivas, poco cristianas. Es necesario integrar la Ascética (la “gimnasia” del espíritu) a una sana espiritualidad.

Conjunto de prácticas piadosas y ascéticas. A veces se piensa que la Espiritualidad es únicamente rezar o sacrificarse. Es mucho más importante integrar el cuerpo y el espíritu.

3- Las características de la Espiritualidad cristiana son:

Vida teologal: es decir, la vida de Dios que vivimos en nuestra vida personal. Práctica y vivencia de las Virtudes Teologales: la Fe, la Esperanza y la Caridad. En la medida que practiquemos estas virtudes con humildad, estaremos madurando y creciendo en nuestra Espiritualidad cristiana.

Eclesialidad: la Espiritualidad ha de llevarnos a vivir en la Iglesia, para la Iglesia y con la Iglesia, entendiéndola no únicamente como la Jerarquía, sino como todos los bautizados, hijos de Dios y hermanos en Cristo.

Sacramentalidad: la auténtica Espiritualidad de Comunión que se vive en la Iglesia ha de conducirnos a practicar, consciente y piadosamente, los Sacramentos.

Dimensión misionera: una Espiritualidad de Comunión madura no se queda reservada para uno mismo, sino que sale de sí mismo y comparte su propio ser y la propia experiencia. Si en mi corazón tengo a Dios y he vivido una fuerte experiencia con Él, no puedo guardármela para mí solo, sino compartirla con mi prójimo.

Compromiso transformador: la Espiritualidad de Comunión auténtica busca cambiar estructuras, comenzando con la propia vida. Es importante anunciar el Bien y denunciar lo que hay que corregir, en orden al Bien Común de la Sociedad.

4- ¿Qué es Espiritualidad de

Comunión?

La Comunión es el principio y fin de toda actividad pastoral, y nace del Misterio Trinitario, en la Unión perfecta de Amor entre las Tres Divinas Personas. Toda Espiritualidad brota del Misterio de Dios, Uno y Trino, y tiende a Él.

La Iglesia es Misterio de Comunión. Toda acción eclesial apunta hacia la Comunión con Dios y la Comunión con los hermanos: la Iglesia debe ser la Casa y Escuela de Comunión.

La Comunión es la capacidad de sentir al hermano en la Fe como parte de la Unidad del Cuerpo Místico de Cristo. Es estar abierto al otro; saber compartir alegrías y sufrimientos; intuir los deseos, atender las necesidades; ofrecer una verdadera y profunda amistad; acoger y valorar al otro como un regalo de Dios.

5- ¿Cuáles son los pecados contra la Comunión?

Competitividad pastoral. Buscar ser el protagonista de la acción pastoral. Es parte del egoísmo que tanto daña a la Iglesia. Pensar que sólo lo que uno mismo propone o promueve es lo que está bien; y si alguien sugiere alguna otra buena iniciativa, no se le apoya aunque sea para el bien de la Iglesia, por no haber sido algo propuesto por uno mismo.

Ganas de hacer carrera. Es cuando un Agente de Pastoral hace cosas muy buenas tal vez, pero con la intención de brillar por él, de triunfar él solo. Aquí, no es tanto la caridad pastoral, sino querer ser el mejor, y entonces la acción pastoral se convierte en un medio egoísta.

Envidia. Sectarismo. Ver las acciones del otro con reserva, criticarlas, destruirlas, no apoyarlas. Y esto puede traer consigo la división. ¿Cuántas Parroquias pueden estar divididas en sus Grupos pastorales a causa de las envidias? Es el humo del Enemigo que entra a la Iglesia.

Acciones de aparente Comunión. Fingir que apoyamos algún buen proyecto, simular que hay Comunión, pero en realidad no hay apoyo ni fraternidad.

6- ¿Quiénes son los Agentes de la Comunión?

Dios Trino, que nos llama a la Comunión con Él. El Espíritu Santo, que para llevarnos a la Comunión con la Trinidad, suscita en el Cuerpo de Cristo (la Iglesia) dones y carismas diversos en la unidad de un solo Bautismo, un solo Señor y una sola Fe.

El Obispo, en Comunión con el Romano Pontífice y el Colegio Episcopal. El Obispo es el promotor y animador de la Comunión en su respectiva Diócesis.

Los Presbíteros, unidos por el Sacramento del Orden con el Obispo y con el Presbiterio, siendo colaboradores del Obispo del triple ministerio sacerdotal.

Los Religiosos, signo escatológico de la Comunión de los Santos, por su forma fraterna de vida comunitaria.

Los Seglares que, como Pueblo de Dios, confiesan una sola Fe, celebran los mismos Sacramentos y ejercen la caridad fraterna.

…Todo esto abarca la Segunda Línea de nuestro VI Plan Diocesano de Pastoral.



La Espiritualidad de Comunión implica la oración individual y grupal; la devoción; la práctica de las virtudes cristianas y de los Sacramentos en comunidad; pero, esencialmente, debe trascender en la caridad, la unidad y fraternidad hacia los demás, con sentido de Iglesia.



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