jueves, 22 de enero de 2015

Comunidad muy participativa

Santo Niño de Atocha, Pinar de la Calma

Una comunidad participativa y muy generosa


Motivar la integración, el sentido de pertenencia y la creación de una verdadera comunidad de cristianos, han sido prioridad para los Sacerdotes de la Parroquia. Si bien el Templo y sus espacios lucen una mejor cara, también la gente es más participativa y colaboradora.


Asamblea


Sonia Gabriela Ceja Ramírez


La Comunidad del Santo Niño de Atocha, en el Fraccionamiento Pinar de la Calma, del Municipio de Zapopan, ronda los 40 años y está entrando en la madurez. “Esta Parroquia se desprendió de la de Santa Rosa de Lima. Inicialmente, se celebraba la Misa en una de las casas vecinas, hasta que, poco a poco, el señor Cura Alfonso Higareda Higareda, primer Párroco, fue construyendo el edificio.

“Hoy, la Comunidad es mayoritariamente de adultos mayores, pues los hijos de las personas que viven aquí, crecieron, formaron sus familias y emigraron a otras zonas de la ciudad, aunque los fines de semana regresan a visitar a sus padres y asisten a Misa en esta Parroquia. Esto alimenta mucho la asistencia dominical, además de los Grupos de Catequesis, Adolescentes y Jóvenes, que la hacen una Comunidad viva”, refirió el Padre Ricardo Durán Aguayo, Vicario Parroquial, quien llegó aquí hace poco más de cuatro años.


Entrevistados


Una Iglesia en Salida

Según el último Censo, viven en el territorio parroquial cerca de 8 mil personas, que integran 12 Sectores Parroquiales, cada uno con el nombre de alguno de los Santos Apóstoles, en los que se trabaja dando fuerza a una Pastoral Integral. “Cada Grupo de la Parroquia, de acuerdo a sus carismas, tiene asignada una zona y realiza visitas conforme al tiempo litúrgico o al momento que se esté viviendo en el caminar de la Diócesis.

“Seguimos la invitación del Papa Francisco para acercarnos a los alejados. Actualmente suman 800 las familias que han recibido alguna visita por parte de miembros de estos Grupos Parroquiales”, señaló, por su parte, el señor Cura Jesús Suárez Arellano, tercer Párroco, quien llegó a la Comunidad hace casi dos años en reemplazo del señor Cura Luis Enrique Orozco Benítez, y además es Asesor Nacional del Movimiento Misionero Católico.


Cada quien según su carisma

En lo social, la Parroquia cuenta con Grupo de Cáritas, el cual reparte despensas a personas de otras colonias, en su mayoría, y que son de bajos recursos.

También se cuenta con Pastoral de Enfermos. “Un grupo de personas adultas se preparó para ir a visitar a los enfermos no solamente desde el punto de vista religioso, sino también asistencial, ayudándoles a los familiares a cuidar a los postrados; todo, con un tinte evangélico”, explicó el Padre Ricardo.

Respecto a lo profético, la Parroquia dispone de un Grupo de 30 Catequistas, de las cuales algunas no pertenecen territorialmente a la Parroquia, pero de corazón brindan su servicio y atienen a aproximadamente 400 niños “Nuestro objetivo es cultivar el amor a Dios”, precisó Mónica León León, Catequista.

“Hemos trabajado también con valores. Cada mes trabajamos con un valor diferente. Además, tratamos de transmitirles a los niños el sentido de solidaridad, y lo hacemos impulsando, a través del niño, el que las familias colaboren con alguna despensa, o algo así, cuando hay necesidad por desastres naturales, por ejemplo”.

La Parroquia cuenta, igualmente, con un Grupo de Jóvenes; otro de Adolescentes, ‘Éxodo’; uno amplio de Liturgia; siete Coros; Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión; Adoración Nocturna; Renovación Carismática Católica, y un Grupo de Esperanza y Gratitud, que integra a personas divorciadas, divorciadas vueltas a casar o en unión libre. “El objetivo es brindar acompañamiento y asesoría espiritual por parte de los Sacerdotes, de manera que quienes viven una situación especial no se sientan excluidos de la Iglesia”.


Sacerdotes


Un buen equipo sacerdotal

“Los Sacerdotes acogen a sus feligreses de manera muy cálida”, afirmó Jorge López Carranza, Laico que, junto con su esposa Estela Rodríguez, colabora con la Parroquia.

Los Agentes agradecen a los Sacerdotes por involucrarse en su crecimiento espiritual, como también por interesarse en su situación personal de vida: “Esto nos hace sentirnos acompañados”, apuntó Mónica León. Asimismo, fomentan la Formación de Agentes.

“Tenemos dos experiencias formativas; una, que conlleva la formación humana y espiritual, y otra, enfocada a conocer el Magisterio de la Iglesia”, amplió el señor Cura Jesús Suárez.

Según los Agentes de Pastoral, el trabajo realizado por ambos Sacerdotes refleja un significativo avance, pues se nota en la Comunidad un mayor sentido de pertenencia y amor a la Parroquia, además de que en la toma de decisiones se apoyan en 25 Laicos que integran el Equipo Coordinador Básico.


Dos realidades

El señor Cura reconoció que existe una copiosa participación en las Misas, además de que mucha gente se confiesa y comulga.

“Podríamos decir que tenemos, en este mismo Templo, dos Parroquias. Por una parte, la gente que vive en el territorio parroquial y que viene a Misa entre semana, en su mayoría personas mayores. Pero sábado y domingo tenemos una realidad diferente, pues, además, vienen niños y jóvenes de los alrededores o gente externa que participa en nuestras Misas”.

En este momento, materialmente, se trabaja en el mantenimiento del conjunto pastoral y en la restauración de las imágenes del Templo, incluida la del Santo Patrono.

“La construcción data de los años 80’s. El señor Cura Alfonso Higareda, primer Párroco, fue un hombre muy generoso. Además de lo que la comunidad aportaba, él puso de sus propios recursos para la construcción, e incluso aportó su herencia, pues era su preocupación fincar para que, tanto los colonos como el Ayuntamiento de Zapopan, no le retiraran el terreno que en donación le habían dado.

“En este momento es necesario un mantenimiento general, pero también construir más salones para la Catequesis y los Coros”, advirtió el Párroco.


Una casa de puertas abiertas

Característica reciente de la comunidad es que organiza eventos culturales y sociales que propician la convivencia. “Hemos tenido Conciertos, obras de Teatro, Noches mexicanas, Conferencias, Presentación de libros y Exposiciones. Hace poco se realizó la Primera Expo Vida y también una Expo Emprendedores, en la que se abrió el atrio para que los pequeños comerciantes de la comunidad dieran a conocer sus productos y servicios. En ella participaron alrededor de 80 personas”, informó Estela Rodríguez.

“Estamos promoviendo mucho el sentido de pertenencia: que la gente sienta que no sólo puede venir a Misa aquí, sino que la sientan como su casa. Que se acerquen, que conozcan otras alternativas que ofrece la Parroquia, como las Clases de Inglés o Clases de Baile, o nuestros Dispensarios de Homeopatía, Psicología, Optometría, Asesoría Jurídica, Clases de Matemáticas y, próximamente, un Grupo de apoyo para diabéticos”, abundó el señor Cura Suárez.


Una Fiesta para la familia


ProcesionLas Fiestas Patronales tradicionalmente concluyen el Domingo más cercano al Día de La Candelaria, y se celebran con un Novenario. En esta ocasión, inician el sábado 24 de enero y culminarán el domingo 1° de febrero.

Cada año se elige un Tema, de acuerdo a los Lineamientos de la Iglesia Universal o también de la Iglesia Diocesana. Este año, en sintonía con el Sínodo de los Obispos, el tópico de reflexión será La Familia.

“Además, estamos por celebrar 25 años de sacerdocio de nuestro Párroco, y entonces adicionalmente tocaremos un poco el Tema del Sacerdocio, porque también un hijo de esta Parroquia, que actualmente es Diácono, esperamos que sea ordenado Sacerdote en el próximo Pentecostés. De igual forma, tenemos un muchacho que ingresará a las filas de los Misioneros del Espíritu Santo como Novicio”, hizo saber el Padre Ricardo Durán.




El amado Santo Niño


“La imagen del Santo Niño que tenemos en la Comunidad era una devoción particular de la mamá del primer Párroco, a quien le pertenecía”.

“En España, donde surgió la devoción, se da principalmente a la Virgen de Atocha, cuya imagen tiene al Niño en brazos. Para solicitar un milagro al Niño, había que pedir permiso a su Mamá.

“Atocha es un suburbio de Madrid y se dice que el Niño atendía a prisioneros de ese lugar. Los carceleros no alimentaban a los prisioneros, y nadie, excepto los niños menores de 12 años, podían llevar alimentos a los reos, por lo que las mujeres del pueblo que no tenían niños pequeños suplicaban a la Virgen que les ayudara a encontrar la forma de mantener vivos a sus familiares.

“Poco tiempo después, se conoció la historia de un Niño que visitaba a los prisioneros que no tenían niños jóvenes, y cuya vasija de agua nunca estaba vacía y su canasta siempre estaba llena de pan.

“Aquellos que habían pedido un milagro a la Virgen, comenzaron a sospechar sobre la identidad del Niño. Como una manera de confirmarlo, observaron que los zapatos de la imagen del Niño estaban gastados, incluso cuando le ponían unos nuevos, en poco tiempo se gastaban.

“De ahí que la Parroquia quiera enfatizar la figura de Jesús que se acerca a los más necesitados, a través de su Pastoral Social”, detalló el señor Cura.

Por primera vez, durante las Fiestas se promoverá una ceremonia de revestimiento de la imagen. “Queremos que la gente vea cómo se atavía a la imagen. Se le mandó hacer un traje totalmente nuevo y accesorios de plata”, hizo notar el joven David Arturo Uribe Coronel

“Originalmente, el Niño de Atocha está vestido con la ropa que usan los peregrinos de Santiago de Compostela en España. Lleva una túnica en color azul rey; una esclavina en color tinto; porta una pequeña concha, símbolo del peregrinaje a Santiago; una Cruz, y sandalias o huarachitos, que simbolizan el caminar de la gente sencilla. Lleva, además, un pequeño bule y una canasta con pan. Porta, obviamente, su sombrero de peregrino de ala ancha y con una pluma, que durante las Fiestas Patronales y la Fiesta de Cristo Rey son cambiados por una corona”, relató el Párroco.


Restauración de la imagen


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