Pendientes que urgen
México, en la cuerda floja
No es la inseguridad lo único que preocupa a los ciudadanos. Son tantas cosas que han contribuido al deterioro social, que no sabemos cómo van a solucionarse.
Ante el claro descontento, ante las señales de cansancio del pueblo (al que “es intolerable que se le impida hacer su voluntad”, argumento que proclama la superioridad de esa voluntad popular frente a la Ley y a la Autoridad -expresión de los Generales atenienses en la Batalla de las Islas Arginusas, del año 406 a.C.), presentamos algunas (sólo algunas) urgentes situaciones por resolver, que están lastimando a la población, y que los políticos no pueden ignorar, no pueden permanecer ciegos o indiferentes:
1. Percepción de incapacidad del Gobierno para resolver el problema de la delincuencia en México, o la alineación entre gobernantes y delincuentes. La cada vez menor credibilidad internacional por todos los asuntos internos importantes no resueltos y el agravamiento en otros sectores, como el eclesial, revelan que nuestros gobernantes, o están haciendo las cosas mal, o no están haciendo las cosas bien, o están dejando de hacer otras o, de plano, están aliados con los malos.
2. Supeditación de la Justicia al Poder, ya sea al de los gobernantes o al de la delincuencia.
3. Pésimas señales en la Economía: gasolinazo al empezar el año, baja en los precios del crudo, devaluación del peso frente al dólar, alza en impuestos y sanciones, crecimiento inusual de la inflación.
4. Transparencia en las cuentas (en lugar de descalificar señalamientos objetivos: cerrazón, enojo y molestia al aclarar propiedades de personajes centrales actualmente en el país -Primera Dama, Secretario Federal-; asignación de obras a amigos cercanos a los gobernantes, incluido el Presidente de la República).
5. Corrupción en todos los niveles de Gobierno, que ha permeado -y se ha dejado permear- a la Iniciativa Privada. Todos deben someterse a “mochada”, si quieren ganar una licitación.
6. Que así como el SAT lleva un enérgico control y eficiencia sobre los contribuyentes cautivos, así busque a los innumerables potenciales contribuyentes del comercio informal. Igualmente, que esta eficiencia del Gobierno Federal en materia recaudatoria se refleje en aprehender, juzgar y encarcelar criminales.
Números escritos con sangre
De 1990 a la fecha, como referíamos en la edición pasada, han quedado impunes los siguientes asesinatos de Consagrados; todos, “a causa de su eficaz actividad pastoral y su sentido de absoluta fidelidad a Cristo y a su Iglesia”:
1 Cardenal
34 Sacerdotes
1 Diácono
3 Religiosos
5 Laicos Consagrados.
Y persisten desaparecidos dos Presbíteros: el Padre Carlos Ornelas Puga, de la Diócesis de Ciudad Victoria, Tamaulipas, desde el 3 de noviembre de 2013, y el Padre Santiago Álvarez, de la Diócesis de Zamora, Michoacán, desde el 27 de diciembre de 2012.
(Fuente: Centro Católico Multimedial. Informe Anual 2014. “El riesgo de ser Sacerdote en México”).
Voz del Papa, que clama justicia: El sacerdote no debe callar
La voz del Santo Padre Francisco no enmudeció. Envió sus condolencias a través del Secretario de Estado Vaticano, Monseñor Pietro Parolin. Calificó el crimen del Padre Gregorio López como resultado de la “injustificable violencia” que se vive en México, pero también pidió que este tipo de acciones no amedrente el ánimo de los Sacerdotes, a los que pidió “proseguir con ardor su misión eclesial, a pesar de las dificultades, siguiendo el ejemplo de Jesús, el Buen Pastor”.
Por ello, no habrá de quedarse callada la palabra profética de la Iglesia. Éste es el mandato de su Fundador.
Hacemos nuestras las palabras del protagonista, Sacerdote, de “La piel del tambor”:
“Con toda nuestra miserable condición a cuestas, los Curas, como yo, seguimos siendo necesarios… Mientras una pobre mujer necesite arrodillarse en busca de esperanza o consuelo, mi pequeña iglesia debe mantenerse en pie… Somos la vieja y parchada piel del tambor sobre la que aún redobla la Gloria de Dios” (Arturo Pérez-Reverte).
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