Difícil realidad
México atraviesa una de las peores crisis políticas de su historia que redunda en la falta de credibilidad y confianza por parte de los ciudadanos que vieron en Ayotzinapa la “gota que derramó el vaso”.
Jorge Rocha
Al finalizar el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, todos los discursos estaban plagados de triunfalismos y de que, por fin estábamos en el camino correcto para que México saliera de sus graves problemas. El Presidente recibía reconocimientos y premios internacionales por la aprobación de las mal llamadas Reformas Estructurales e incluso, la prestigiada revista Time publicó, a principios de año, una portada con su foto, que llevaba el título de “Saving México”; diez meses después, la realidad que aquella publicación mostraba se cayó a pedazos, y la verdadera situación del país irrumpió abruptamente en la opinión pública, desnudando lo que realmente está aconteciendo en nuestra Nación.
Es generalizada la opinión de que México atraviesa una de las peores crisis políticas de su historia contemporánea, quizá similar a la vivida entre los años de 1992 a 1995, cuando tuvimos una serie de acontecimientos que desembocaron en una crisis económica y política muy grave y profunda. En la coyuntura actual podemos identificar una serie de signos y señales que nos muestran las características de la crisis política en este momento, a saber:
a) INCAPACIDAD SISTEMÁTICA
Tanto el Gobierno Federal como el Gobierno de Guerrero han mostrado una incapacidad sistemática en la investigación y el seguimiento del caso de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa. La tardanza, las versiones inverosímiles, la falta de pruebas contundentes, los intentos por criminalizar a los normalistas, la ausencia de colaboración con los padres de familia y la negación para aceptar que estamos ante un crimen de Estado, han llevado tanto al Gobierno del Estado como al Ejecutivo Federal a una serie de acciones que han incrementado las sospechas y la desconfianza por parte de la ciudadanía hacia sus dichos y planteamientos. La ahora viralizada frase del Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, de “Ya me cansé”, en una rueda de prensa donde expuso la versión de que los estudiantes habían sido calcinados, se convirtió en el símbolo de la incapacidad gubernamental, aunado a un viaje que realizó el Presidente de la República a China en medio de esta crisis política.
b) DELINCUENCIA GUBERNAMENTAL
La coalición del crimen organizado con instancias gubernamentales. Era un rumor, un secreto a voces, que había gobiernos locales que estaban relacionados con grupos de la delincuencia organizada, había casos de funcionarios en lo particular, pero hasta ahora no se había tenido la certeza de que la estructura de un municipio fuera funcional para grupos delictivos. Iguala, Guerrero, resultó ser el caso que no deja lugar a dudas de esta sospecha y, ahora, la pregunta que sigue flotando en el aire es: ¿cuántos “Igualas” hay en el país? Por supuesto que esta situación provoca un clima de muchas sospechas.
c) ESPOSA INCÓMODA
Los escándalos políticos llegaron a la persona del Presidente de la República. En otros momentos, las crisis políticas no alcanzaban a los titulares del Poder Ejecutivo Federal, los señalados eran funcionarios de alto nivel, gobernadores o la estructura del gobierno federal; ahora, esto es diferente, ya que un presidente en funciones es parte del escándalo político, ya que salió a relucir en la opinión pública que la esposa de Enrique Peña Nieto era dueña de una lujosa mansión con un valor de siete millones de dólares y que la empresa que la había ayudado a obtener esta residencia era una de las beneficiadas por la licitación para la construcción del tren rápido entre la Ciudad de México y Querétaro. Finalmente, la adjudicación de esta obra se revocó.
d) DE LA ALABANZA A LA CRÍTICA
La presión internacional y las movilizaciones locales no se ha dejado esperar. Hace mucho tiempo que el gobierno de México no era el objeto de tantas y tan fuertes críticas por parte de la opinión pública internacional, además de una movilización social en todo el país, que no sólo se ha mantenido, sino que se acrecienta en la intensidad de sus demandas. Parece que el caso de los estudiantes desaparecidos se convirtió en la “gota que derramó el vaso” de todas las contrariedades por las que están pasando muchos mexicanos, y que ahora se muestran en un hartazgo generalizado hacia el sistema político mexicano.
e) FORMULISMOS INFUNCIONALES
Las antiguas formas de controlar conflictos sociales no han funcionado. En otros momentos, la clase política utilizaba ciertas “llaves” para desactivar conflictos de alto calibre. En el caso Ayotzinapa han utilizado, por lo menos, cuatro de estas estrategias que hasta ahora no han funcionado: la renuncia de un gobernador, la aprehensión de los autores intelectuales del crimen, la dilación y el olvido. Ninguna de estas acciones han apaciguado los ánimos y las demandas van tomando un tinte orientado a transformaciones más estructurales.
f) DISTRAidor POR ELECCIONES
La clase política no ha entendido ni ha podido responder a la coyuntura de crisis. El resto de los políticos del país no parece entender nada de lo que pasa, no retoman el tema, no plantean posturas, no se comprometen con impulsar cambios radicales y algunos de ellos se esconden en un vacío y un silencio preocupante.
g) POCA CREDIBILIDAD
La legitimidad política parece estar en sus niveles más bajos. La suma de todo lo anterior, aunado al descontento social que se venía gestando desde hace años dan como resultado una grave pérdida de legitimidad del sistema político mexicano, que pone en entredicho la viabilidad de las instituciones de este país.
Por todo lo antes expuesto, el análisis de la realidad nos lleva a decir que estamos ante la peor crisis política de los últimos veinte años.
Correo electrónico:
jerqmex@hotmail.com
En medio de la crisis, salió a relucir la famosa ‘casa blanca’ propiedad de Angélica Rivera de Peña Nieto, valuada en 7 millones de dólares y que fue adquirida mediante la ayuda de una de las empresas beneficiadas por la licitación para la construcción del tren rápido entre la Ciudad de México y Querétaro.
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