La Feria del Pueblo

En San Ignacio Cerro Gordo

Desde finales de diciembre de 2003, San Ignacio Ce-rro Gordo, de la Región de Los Altos de Jalisco, fue aprobado como Municipio por Decreto del Congreso del Estado, quedando en el lugar número 125, después de más de cincuenta años que no se decretaba ningún otro, lo cual logró una vez que acreditara todos los requi-sitos de Ley, y después de librar todos los obstáculos políticos y burocráticos.

En ese contexto, se habló bastante de dicha población en los diferentes Medios escritos, radiofónicos y televisivos de la capital del Estado; sin embargo, al paso de los años poco se ha vuelto a decir sobre tal localidad, como suele acontecer no sólo con este Municipio, sino con todos los demás, que solamente se mencionan cuando suceden hechos lamentables, y poco o nada se señala de lo bueno que ahí ocurre.

Y bien, la verdad es que esto no es una práctica exclusiva de los Municipios jaliscienses, pues lo mismo suele suceder en otras Entidades, dado que las capitales aplican tácticas semejantes a las del Centro de la República, donde tradicionalmente se gobierna bajo un régimen centralista, a pesar del Federalismo que, se supone, otorga mayores facultades a los Estados, en teoría, pero que en realidad poco se aplican en la práctica.

A pesar de que los Medios informativos poco publicitan los logros de las pequeñas poblaciones, contrariamente a lo realizado por Autoridades centrales que dedican abundantes recursos para “cacarear” proyectos y acciones, eso no demerita ni inquieta a los lugareños cuando se trata de programar sus festividades y, como lue-go suele decirse, tratan de echar la casa por la ventana.

TRADICIÓN INFALTABLE

San Ignacio Cerro Gordo no es la excepción, y como todas las poblaciones tienen su Santito o Santita al cual rendirle pleitesía, tal como lo hiciera el Escritor Juan José Arreola Zúñiga a Señor San José, de Zapotlán el Grande, con su obra “La feria”, en el caso de San Ignacio la homenajeada es la Santísima Virgen de Guadalupe, en cuyo regazo gira la mexicanidad, pues nuestra Nación podrá ser católica o no, pero no puede dejar de ser guadalupana.

Para este año, como en anteriores ocasiones, se preparó un variado Programa, en el que se alternaron eventos religiosos, culturales y deportivos, combinados con una amplia variedad de atractivos para todos los gustos. Y es que estas festividades son ocasión en que los lugareños aprovechan para “sacar sus trapitos al sol”; mas no vaya a creerse que para decirse cosas negativas, sino para estrenarlos a la vista de todos.

Los días festivos en que se han estado llevando a cabo las Pere-grinaciones, “Las Mañanitas” a la Virgen, las Serentas con múltiples Bandas de Música que se desgra-nan por las calles, la quema de folclóricos castillos, las barras con la venta de toda clase de bebidas, las ricas convivencias con familiares venidos de otros lados, se iniciaron el sábado 18 de enero y culminarán este domingo 26.

Así que aún es tiempo de que usted pueda trasladarse de esta Capital Guadalajara por diferentes rutas, todas en buen estado, hacia San Ignacio Cerro Gordo, donde seguramente le agradará el ambiente festivo que ahí se vive de manera tan singular en los pueblos pequeños de la Región de Los Altos, cuyos lugareños tratan de agradar a los visitantes con lo mejor que tienen. Ahí, por cierto, uno de los más atractivos logros es la seguridad que se percibe y se vive en estas celebraciones.

Tanto su gente amable, como sus Autoridades Civiles y Eclesiásticas, tienen mucho qué ofrecer en todos esos días de festejos patronales y, seguramente, quien acuda no se arrepentirá de darse una escapada para mirar, al menos, el Desfile de los Carros Alegóricos de este domingo 26 y, de paso, co-nocer las costumbres de una comunidad alteña ejemplar en cuanto a su constante desarrollo en diferentes aspectos.