jueves, 30 de enero de 2014

Vivir en la pantalla

No hay que tener miedo al Mundo Digital: Papa Francisco


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Estos conceptos fueron expresados por el Obispo de Roma en su Mensaje para la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: «La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro», que fuera publicado el viernes 24 de Enero, día de San Francisco de Sales, Jornada a celebrarse en todo el mundo en el Domingo de la Ascensión del Señor, 1º de Junio de 2014. En él afirma, entre otras cosas, lo siguiente: «El testimonio cristiano, gracias a la Red, puede alcanzar las periferias existenciales»; «no una red de cables, sino de personas humanas»; «me gusta definir el poder de la comunicación como proximidad».


La Parábola del Buen Samaritano es también una Parábola del Comunicador

Y luego detalla: «Que la imagen del Buen Samaritano que venda las heridas del hombre apaleado, virtiendo sobre ellas aceite y vino, nos sirva como guía. Que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino». Y añade: «Jesús nos indica que comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios».


Sin miedo de hacernos ciudadanos del mundo digital

«El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la Comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino, sabe ponerse en camino con todos. En este contexto, la revolución de los Medios de Comunicación y de la Información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios».


Menos consumismo, manipulación o violencia, y más encuentro entre personas

Cuando la Comunicación induce al consumo o manipula a las personas, «nos encontramos ante una agresión violenta, como la que sufrió el hombre apaleado por los bandidos y abandonado al borde del camino, como leemos en la Parábola. El levita y el sacerdote no ven en él a su prójimo, sino a un extraño, de quien es mejor alejarse. Hoy, corremos el riesgo de que algunos Medios nos condicionen hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real».

No basta pasar por las calles digitales y estar conectados: es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro, para no quedarnos encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura. Las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la Comunicación.


Gracias a la Red, podemos alcanzar las periferias existenciales

Entre las calles del mundo «también se encuentran las digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan una salvación o una esperanza. Gracias también a las Redes, el Mensaje cristiano puede viajar hasta los confines de la Tierra (Hch. 1,8). Abrir las puertas de las iglesias es abrirlas en el mundo digital para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos».

Les invito a leer el texto completo en el Portal de Noticias vaticano.


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