Gran potencial, desperdiciado
Si en el hato lechero de nuestro país se disminuyera la incidencia de la mastitis subclínica (inflamación de las glándulas mamarias de las vacas sin síntomas declarados), Liconsa podría ser abastecida en toda su demanda por los lecheros mexicanos y superar la dependencia de la leche importada.
Así coincidieron el Coordinador General de Ganadería del Gobierno Federal, Francisco Gurría Treviño, y el Director General del Comité de Fomento para la Calidad de la Leche y sus Derivados (Cofocalec), Sergio Soltero Gardea, quienes detallaron que el reto es bajar la presen-cia de esta patología en las vacas de los pequeños productores.
El Funcionario federal detalló que, además de superar el pro-blema de la mastitis en las vacas, los ganaderos lecheros también requieren de optimizar niveles en la nutrición animal y en la genética para mejorar sus indicadores de productividad, de 15 a 30 por ciento, y con ello generar mayores volúmenes de leche.
OFERTA EN PIE
Gurría Treviño refirió que Liconsa compra, al año, mil millones de litros, de los que 700 millones son de productores nacionales, y 300 millones de producto importado, lo que pudiera suplirse con leche mexicana si se incrementase la producción doméstica.
El Coordinador de Ganadería trajo a colación que la coyuntura actual de precios de granos a la baja, debe aprovecharse junto con los Programas de Extensionismo que lleven transferencia de tecnología a los productores lecheros.
DATOS DE LA ENFERMEDAD
El Titular del organismo certificador de la leche hizo notar, por su parte, que la presencia de la mastitis subclínica (no manifiesta) trae consigo una baja de 25 por ciento en los hatos lecheros. Esta enfermedad se origina por falta de atención veterinaria a las reses.
Soltero mencionó que, desde el punto de vista técnico, el control de la mastitis en las vacas implica reducir el parámetro de proliferación de las células somáticas, de modo que este indicador sea menor a las 400 mil unidades por muestra.
También expresó que la asistencia técnica al ganadero supone que éste aplique la nutrición adecuada en base al estado fisiológico de cada animal, para que el alimento cumpla con su objetivo.
Por cierto, en la región alteña, donde se ubica la principal cuenca lechera de Jalisco y una de las más importantes de México, se observa una incidencia notable de mastitis en las explotaciones ganaderas familiares, según datos de varios organismos que han estudiado el caso, lo que trae consigo un reto para incidir en esta patología del ganado bovino.
PARA SABER
La Norma Mexicana (Nmx) 700 es la que establece el parámetro de re-ferencia de células somáticas para la detección clínica de la mastitis.
Jalisco es líder en las compras de Liconsa, de leche fresca.
El Padrón Estatal de Liconsa incluye a 3 mil 600 ganaderos.
Fuente: Cofocalec-Liconsa.
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