Un adorno de la Ciudad: sus esculturas
Son varias ya la esculturas “vivientes” que se ostentan en Guadalajara para honrar a tapatíos distinguidos o momentos importantes de la Historia de la Ciudad… Ahora se planea un grupo escultórico más, para conmemorar la inolvidable visita de un Papa a nuestras tierras.
Mónica Livier Alcalá Gómez
“La idea nace alrededor de 2002, cuando se me ocurre hacer estatuas ‘vivientes’, como se llamaban entonces, porque conviven con la gente… Pensé que sería un buen homenaje a tantos y tantos personajes que han hecho mucho por Guadalajara. En aquella fecha, por estar ya muy grave el Ingeniero Jorge Matute Remus, decidí que la primera fuera dedicada a él”, comentó en una interesante entrevista el Periodista Ildefonso Loza Márquez, Decano del Periodismo Radiofónico en México, y emprendedor, tapatío por convicción.
Muchos, seguramente, la han visto sobre la Avenida Juárez y Ocampo. Es el personaje que se encuentra representado afuera de las Oficinas de la Compañía de Teléfonos, haciendo como que empuja el muro del edificio, y cuya historia vale la pena conocer, pues logró nada menos que recorrer varios metros el edificio con todos sus ocupantes y equipamiento interior, sin interrumpir sus labores, con motivo de dar paso a la ampliación de la Avenida Juárez.
Otra escultura fue la de Jorge Álvarez del Castillo Zuloaga, estatua que se encuentra frente a la Fundación que lleva su nombre, en el Jardín San José, hoy llamado Reforma; él se encuentra sentado en una banca, leyendo el Periódico “El Informador”, fundado por su padre, y del cual fuera Director. Don Ildefonso promovió también el grupo escultórico que se ubica a un costado de la entrada del Templo Expiatorio, el cual recuerda el momento en que el Papa Juan XXIII impone el Capelo Cardenalicio al Arzobispo José Garibi Rivera. Una más es la de don José Aguilar Figueroa, un filántropo que, sobre todo, ayudó mucho a Templos, Seminarios y Sacerdotes, siendo, además, el Fundador de la Colonia Chapalita; su escultura está en la llamada Glorieta de los Juegos, en actitud de hablar y sosteniendo un plano en las manos.
Pendientes están la de Adolf B. Horn, quien fuera el primer Cónsul de Estados Unidos en Guadalajara y, al término de su gestión diplomática, decidió residir aquí, ayudando a que creciera la inversión extranjera y así se consolidara la Zona Industrial. Asimismo, se pretende instalar otra a espaldas del Templo de La Merced, dedicada a Salvador López Chávez, Fundador de Calzado Canadá y hombre de amplia visión empresarial, quien dio empleo a miles de tapatíos. Más adelante se promoverán grupos escultóricos para las comunidades libanesa y francesa.
Un motivo de orgullo
“Podrán muchos decir que ya tenemos la Rotonda de los Jaliscienses Esclarecidos; pero, lamentablemente, allí hay algunos que no deberían estar y, lo que queremos además, es que la gente conviva con las esculturas y aprenda de la Historia acercándose a ellas”.
Cabe resaltar que todas las esculturas son financiadas por la misma ciudadanía, en especial por aquellas personas que tuvieron trato cercano o mucho le deben a estos tapatíos ilustres: “De los familiares no aceptamos nada ni tampoco del Gobierno, aunque sí deben ser aprobadas por el Ayuntamiento de Guadalajara y el Consejo de la Crónica”.
Fue así como inicialmente surgió la idea de un grupo escultórico en los dinteles de la Catedral, con motivo del 35º Aniversario de la visita del Papa Juan Pablo II a Guadalajara, y que finalmente se colocará justamente en la esquina del Sagrario Metropolitano (16 de Septiembre y Morelos), representando las figuras del querido Pontífice y la del Cardenal José Salazar López, entonces Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana y séptimo Arzobispo Metropolitano, que fue quien le recibió.
“Creo que estas esculturas nos llenarán de orgullo a todos los tapatíos; queremos tomarlo como algo que la Iglesia, que la feligresía tapatía le entrega a la Ciudad, por lo que la forma de financiarlo será de la misma manera en que se hizo la de Juan XXIII: pidiendo, la Arquidiócesis de Guadalajara, un peso por cada miembro de la familia”.
Además, son las primeras estatuas en todo México que utilizarán color, pues aunque son hechas en bronce, tendrán color: “Será el ‘escultopintor’ jalisciense Carlos García Terrés el encargado de modelar estas figuras; es un trabajador excelente, y estoy seguro de que todos nos sentiremos contentos con el resultado”.
Respeto a la memoria escultórica de la ciudad
Finalmente, el Periodista recomendó cuidar no sólo este grupo escultórico, que estará muy ‘a la mano’ de las personas, en un punto de mucha confluencia de gente, sino toda edificación artística que constituye Patrimonio de la Ciudad: “Se ven muy mal los muros de los templos y de las propiedades privadas pintarrajeados, lo cual, aparte de ser un signo de vandalismo y poca educación, viene a ser un atentado contra el Patrimonio Citadino, por lo que yo sólo pediría eso: que se le tengan respeto a estas esculturas, pues además de que conmemoran un momento histórico para Guadalajara, se trata de personajes intachables y muy dignos de respeto y veneración”.
Invitó, asimismo, a colaborar con el proyecto, pues será de toda la Iglesia de Guadalajara.
Se pretende inaugurar este conjunto escultórico el 13 de marzo, Aniversario de la Elección del Papa Francisco. La visita del Papa Juan Pablo II a la Capital de Jalisco tuvo efecto el lunes 30 de enero de 1979.
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