La Comunicación, al servicio de una auténtica cultura del encuentro
El Papa Francisco alentó a los católicos a no tener miedo de “hacerse ciudadanos del mundo digital”
Con motivo de la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, a celebrarse el 1° de junio, el Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales dio a conocer, el viernes 24 de enero, Fiesta de San Francisco de Sales, Patrono de los Periodistas y Escritores Católicos, el primer Mensaje del Papa Francisco para esta ocasión. A continuación, presentamos un extracto.
CIUDAD DEL VATICANO- En el texto, el Santo Padre responde a la pregunta sobre cómo proponer la Comunicación al servicio de una cultura del encuentro, recordando la palabra del Buen Samaritano, que “no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio muerto que encuentra al borde del camino. Jesús invierte la perspectiva: no se trata de reconocer al otro como mi semejante, sino de ser capaz de hacerme semejante al otro. Comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios. Me gusta definir este poder de la comunicación como ‘proximidad’”.
El poder de la Comunicación
“Cuando la Comunicación tiene como objetivo preponderante inducir al consumo o a la manipulación de las personas, nos encontramos ante una agresión violenta, como la que sufrió el hombre apaleado por los bandidos y abandonado al borde del camino, como leemos en la Parábola. Hoy corremos el riesgo de que algunos Medios nos condicionen hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real”.
No basta, continuó el Romano Pontífice, “pasar por las ‘calles’ digitales; es decir, simplemente estar conectados. Es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro. No podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura. Las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la Comunicación. El mundo de los Medios de Comunicación no puede ser ajeno a la preocupación por la Humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura.
“La Red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas. La neutralidad de los Medios de Comunicación es aparente: sólo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo, puede representar un punto de referencia. El compromiso personal es la raíz misma de la fiabilidad de un comunicador. Precisamente por eso, el testimonio cristiano, gracias a la Red, puede alcanzar las periferias existenciales.
“Lo repito a menudo: entre una Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de autorreferencialidad, prefiero, sin duda, la primera. Y las calles del mundo son el lugar donde la gente vive, donde es accesible, efectiva y afectivamente. Entre estas calles, también se encuentran las digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan una salvación o una esperanza. Gracias también a las Redes, el Mensaje cristiano puede viajar ‘hasta los confines de la Tierra’”.
Abramos las Redes al encuentro
El Papa Francisco explicó, entonces, que “abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas, asimismo, en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos.
“La Comunicación contribuye a dar forma a la vocación misionera de toda la Iglesia, y las Redes Sociales son, hoy, uno de los lugares donde se puede vivir esta vocación redescubriendo la belleza de la Fe, la belleza del encuentro con Cristo”.
Precisó luego que “no se ofrece un testimonio cristiano bombardeando mensajes religiosos, sino con la voluntad de donarse a los demás ‘a través de la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y a sus dudas en el camino de búsqueda de la Verdad y del sentido de la existencia humana’.
“Pensemos en el episodio de los discípulos de Emaús. Es necesario saber entrar en diálogo con los hombres y las mujeres de hoy para entender sus expectativas, sus dudas, sus esperanzas, y poder ofrecerles el Evangelio; es decir, Jesucristo, Dios hecho hombre, Muerto y Resucitado para liberarnos del pecado y de la muerte. Este desafío requiere profundidad, atención a la vida, sensibilidad espiritual. Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno qué decir, acoger su punto de vista, sus propuestas. Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas”.
El Sumo Pontífice hizo votos enseguida para que “la imagen del Buen Samaritano que venda las heridas del hombre apaleado, versando sobre ellas aceite y vino, nos sirva como guía. Que nuestra Comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino. No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital.
“El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la Comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino, sabe ponerse en camino con todos. En este contexto, la revolución de los Medios de Comunicación y de la Información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios”, concluyó el Pastor Universal de la Iglesia Católica (ACI/EWTN Noticias).
De los Medios de Comunicación esperamos que sirvan para ennoblecer la vida humana
Periodistas y Comunicadores celebraron a San Francisco de Sales, su Santo Patrono. El Arzobispo J. Guadalupe Martín Rábago exhortó a servir con vocación.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez
El viernes 24 de enero, como es ya tradicional, la Arquidiócesis de Guadalajara celebró a San Francisco de Sales, Patrono de los Escritores y Periodistas Católicos, e invitó a quienes trabajan en los Medios de Comunicación a la Misa y Desayuno, que en esta ocasión tuvieron lugar en el Templo de Nuestra Señora de la Soledad, de la Avenida Vallarta.
La cita fue en punto de las 8.30 de la mañana, y la Misa fue presidida por Mons. José Guadalupe Martín Rábago, Arzobispo Emérito de León, y quien desde hace algún tiempo radica en nuestra ciudad, además de algunos Sacerdotes que colaboran en la Sección Diocesana de Pastoral de la Comunicación: Antonio Gutiérrez Montaño, Alberto Ávila Rodríguez, Guillermo Chávez Aguayo, Juan Javier Padilla Cervantes, así como el Padre Capellán de La Soledad, Salvador López Rojas.
Al inicio de la Celebración, el Prelado ofreció la Eucaristía por las necesidades, proyectos y esperanzas de los Comunicadores, así como oraciones por los compañeros que fallecieron durante 2013: Olivia Guevara de Navarro y Ramón Hernández Salmerón. También se pidió por colegas enfermos, como Jaime Álvarez del Castillo Zuloaga, Octavio Hernández Moreno y Pascual Gómez Munguía. Asimismo, recordó que ya le había tocado oficiar esta ceremonia cuando fue Obispo Auxiliar de Guadalajara, y el Padre Adalberto González era el Vocero de la Arquidiócesis y Responsable de la Oficina de Prensa, así como iniciador de este festejo.
LA CULTURA DEL PROPIO YO
Durante la homilía, el Arzobispo Martín retomó algunas frases del Mensaje que con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones, a celebrarse en esta ocasión el próximo 1° de junio, ha escrito el Papa Francisco, y que tradicionalmente se da a conocer en la Fiesta de San Francisco de Sales.
El tema de dicho Mensaje es “La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro”, por lo que el predicador destacó la creciente tendencia de una cultura hacia el individualismo, así como la falta de interés por el encuentro con los demás.
Afirmó que los Medios deben ser promotores del encuentro humano, transformador, pues resulta paradójico que las nuevas tecnologías de la Comunicación acercan a los que están lejos, pero alejan a los más cercanos porque ejercen una actitud individualista.
Si bien los nuevos Medios de Comunicación nos permiten conocer otras culturas, incluso de países lejanos, hay una Humanidad que ve fracturadas sus relaciones humanas porque las brechas sociales y económicas se acrecientan.
El Arzobispo Emérito exhortó a los trabajadores de los Medios a hacer de éstos, instrumentos que “sirvan como recursos parara abrirnos a los demás, abrirnos de manera tal, que podamos sentir que el otro es nuestro prójimo, que es alguien por el que debo velar”.
BUENOS SAMARITANOS EN EL UNIVERSO MEDIÁTICO
Mons. José Guadalupe Martín Rábago explicó que el Mensaje del Papa Francisco hace referencia a la Parábola del Buen Samaritano, que se abaja para para comprender y hacer suya la situación de miseria del necesitado; siente compasión por el padecer del otro. De ahí que el Santo Padre invite a los Comunicadores a tomar como modelo esa actitud de cercanía, de comprensión de la miseria del prójimo, y a brindar su apoyo.
“Ser como el Buen Samaritano no es sólo conocer la problemática del otro, sino abajarse y sentir compasión. Quienes se dedican a esta noble profesión, han de tener la capacidad de acercarse, de unir, de comprender y de tomar partido en favor de nuestros prójimos”.
Luego señaló que existe en la Sociedad un sinsentido de fatales consecuencias, que suele llevar, incluso, al suicidio. Apuntó que los jóvenes, sobre todo, se encuentran carentes de respuestas, muchas de las cuales los Medios pueden responder mediante su misión educadora.
“De los Medios esperamos que sirvan para ennoblecer la vida humana; que favorezcan contenidos que hagan significativo vivir; que estén a favor de la familia, de la integración, de la verdad.
“En el Evangelio encontramos los valores que es necesario proclamar, valores que están personificados, encarnados en la Persona de Jesús”, añadió, e invitó a los Comunicadores a ser “auténticos y congruentes con sus valores, a vivir el trabajo con vocación, pues eso gana credibilidad y confianza. De ahí el éxito comunicativo del Papa Francisco”, ejemplificó.
Finalmente, agradeció el trabajo de los Medios y deseó que Dios recompense a sus trabajadores. Al término de la Celebración Eucarística, se bendijeron cámaras, grabadoras, micrófonos y otros instrumentos de trabajo. Posteriormente, los invitados (representantes de Medios de Prensa, Radio y Televisión), convivieron y compartieron el desayuno.
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