Lupita:
Éste será el tercer año que me propongo bajar de peso porque me está afectando en la salud física y emocional, pero necesito que me ayudes a tener fuerza de voluntad, ya que al poco tiempo de intentarlo tengo tentaciones y caigo nuevamente, hasta que concluyo que no voy a poder. No me gusta ser gordita, y mi esposo se ha cansado de buscar formas en que yo pueda superar mi manera de comer. Mis hijos me animan a que haga dietas y ejercicio. Tengo su ayuda y su amor, pero algo hace que yo misma no crea que puedo lograrlo. Siempre fui delgada, y sé que todo viene de mis malos hábitos alimenticios. Siento que estoy decepcionando a mi familia y a mí misma. ¿Cómo podré levantarme y luchar otra vez?
Bertha A.
Querida Bertha:
Si la razón de tu sobrepeso son tus malos hábitos alimenticios, siempre será un bien para ti el cambiarlos. Pero no te obsesiones si hay detrás algo bioquímico, hormonal o de otra índole, cuya solución está más allá de tu voluntad. En tal caso, acépate y quiérete; esto conseguirá la aceptación y el amor de los demás. Investiga las causas.
De acuerdo a la visión cristiana, todos los seres humanos hemos sido equipados con inteligencia, voluntad y afectividad. Cada una de estas facultades tiene un fin concreto: alcanzar la Verdad, el Bien y el Amor. Con la inteligencia, vemos lo que nos conviene elegir, y con la voluntad nos dirigimos a ese Bien.
¡Tú tienes fuerza de voluntad!
Si consideras que estás débil en este aspecto, lo que debes hacer es ejercitarte en su práctica.
Te enumero a continuación algunas recomendaciones que para fortalecer la voluntad hace Juan Rosales Pinto en su Libro (cuya lectura te recomiendo ampliamente) “¡Levántate!, Da tu segundo esfuerzo”.
1- Practica. Igual que un músculo, la voluntad se fortalece haciendo pequeños ejercicios de actividades y/o actitudes que te cuesten trabajo.
2- Cambia tu forma de pensar. Quita de tu mente las frases que te descalifican y cámbialas por frases positivas y ciertas que te repitas todo el día.
3- Haz pequeños cambios. No busques cambios radicales inmediatos. Divide tu gran ideal en muchas pequeñas metas.
4- Sé realista. Establece metas que puedas conseguir. No es lo mismo querer bajar 20 kilos en un mes que proponerte bajar 2 por mes.
5- Controla tus tentaciones. Ellas no son más grandes que tú. Revisa los motivos de tu sobrepeso o de cualquier aspecto de tu personalidad que quieras modificar. Es posible que encuentres causas en tu pasado que pueden ser sanadas. Esto te dará fortaleza al enfrentar tus puntos débiles.
6- Proponte metas claras. Escríbelas y evalúa tu esfuerzo.
Es perfectamente normal que no vayamos siempre cuesta arriba. Tenemos subidas y bajadas, pero eso no nos hace fracasados. Estamos viviendo la vida y realizando los esfuerzos que ella nos pide. Importa que no te detengas. Juan Rosales incluye un desafiante texto del Poeta Almafuerte:
“No te des por vencido, aun vencido,/
no te sientas esclavo, aun esclavo;/
trémulo de pavor, piénsate bravo/
y arremete feroz, ya malherido”.
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