Querida Lupita:
Tuve la bendición de vivir un Cursillo de Cristiandad y recordé que tú también lo viviste. Mi problema ahora es que desde hace dos años que salí, no he encontrado la manera de que mis hijos y mi esposo se acerquen a la Iglesia. A partir de esta experiencia, no falto a Misa y frecuento la Confesión; pero, como nunca antes hablé de mi Fe, ellos no están interesados ahora. ¿Qué puedo hacer? He convencido a otros de que vayan a Cursillos, pero no puedo hacerlo en mi propia casa.
Angélica.
Hermana en Cristo, Angélica:
Cuentan que Francisco de Asís enviaba a sus Monjes a evangelizar, diciéndoles: “Vayan y evangelicen. Y, si es necesario, hablen”.
Con este comando les indicaba que nada hay más poderoso que el testimonio de vida. Si nos ven a los cristianos pareciéndonos a Cristo, entonces lo miran a Él y les nace seguirlo.
En el Cursillo nos hablan de mantener viva nuestra Fe en un tripié fundamental que incluye oración, estudio y acción.
Mathew Kelly desglosa esta verdad a partir de un estudio serio que hace sobre las características de los católicos comprometidos. Sostiene que sólo el 7% de los católicos conoce su Fe y la vive congruentemente. El 93% restante es bautizado, sí, pero no estudia siquiera el contenido completo del Catecismo, y si lo hace, no lo practica. Es muy alentador para mí el pensar que la Iglesia es una luz poderosa para la Humanidad; que hace el Bien; que lleva consuelo, esperanza, ayuda; que invita al perdón, a la unidad y al amor… ¡y sólo lo hace con el 7% de sus adeptos! ¿Imaginas lo que seriamos capaces de hacer si fuésemos el doble, un 14%?
Son 4 los rasgos comunes entre católicos comprometidos:
1) Oración
2) Estudio
3) Generosidad
4) Evangelización
-Éste es el 7% que reza. Hay diferencias en cuanto a la forma de hacerlo; pero, en general, se trata de personas que destinan un tiempo exclusivo para conversar con Dios. El distintivo común es que lo hacen todos los días de su vida. Orar es importante, y aunque existan muchas cosas urgentes qué resolver, un católico que conoce su Fe considera irrenunciable esta comunicación con Dios.
-El segundo rasgo es el estudio. El católico que no conoce su Fe, la pierde. No se trata nada más de “sentir” algo, sino de conocerlo. Estas personas, dedican un promedio de 14 minutos al día para aprender algo nuevo o para responder y profundizar en las propias dudas.
-En tercer lugar aparece una característica plenamente cristiana: la generosidad. Los católicos comprometidos son personas generosas. Lo son con su tesoro, su tiempo y sus talentos. Descubren y viven la alegría de dar, que siempre es mejor que recibir.
-Por último, son personas que no se quedan con La Palabra, sino que la transmiten. No todos lo hacen como predicadores; a veces se trata de platicar con los cercanos, de compartir un libro, una película, un link, una invitación.
Si quieres acercar a los que amas a la fuente de la alegría, Jesucristo, VIVE TU FE. Ellos te notarán más amable en tu trato, más dulce en tus palabras, más sabia en tus comentarios, más serena ante las dificultades. No serán tus palabras bonitas ni tu mayor conocimiento, sino tu conducta cristiana, la que les haga interesarse en ese Ser Poderoso que te transformó. Haz tu parte, y Dios hará lo demás.
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