La Fiesta tradicional de San Diego de Alejandría
Pbro. Óscar Maldonado Villalpando
Cada año, a partir día 31 de diciembre y hasta el 8 de enero del año que inicia, se celebra la Fiesta de este pueblo, que está asignado para cuidar la frontera oriental del Estado de Jalisco, colindando con Guanajuato. Así, se vivió con mucha intensidad este fin de año y principio de 2014. Un ingrediente notable es la presencia de los que viven en algunas regiones de Estados Unidos.
El Programa, en su parte sustancial, es armado por las Autoridades Religiosas, pues la Fiesta es en honor de La Inmaculada Concepción, la Patrona de esta Parroquia. Por su parte, las Autoridades Civiles complementan el festejo brindando respaldo en eventos culturales y Peregrinaciones, y también organizando el Teatro del Pueblo, con artistas sobresalientes.
De este modo, los habitantes de la población y de otras comunidades vecinas, los más cercanos como San Julián, La Unión de San Antonio, Jalpa de Cánovas y San Francisco del Rincón, tienen la oportunidad de esparcimiento.
Los sectores y grupos representativos del pueblo toman su día para participar en las Peregrinaciones. Cada uno se esfuerza por dar lucimiento a su participación, con la música, los carros alegóricos, la profusión de flores.
LA INMACULADA, AL CENTRO
Este año se puede resaltar el lucimiento de los castillos cada noche, muy bien preparados, llenos de colorido y movimientos renovados. Muchos cohetes de luces y bombas de exótico colorido, plenos de magia y esplendor. Este capítulo de la pólvora es administrado por el Párroco del lugar. Las personas atienden a la invitación de participar en los actos de piedad.
No puede pasarse por alto que la imagen que se venera en este templo es singularmente hermosa. Es una joya de escultura de la primera mitad del Siglo XIX. Es la representación de la Virgen verdaderamente hermosa, tamaño natural, obra cumbre del pintor don Hermenegildo Bustos. La imagen es vestida con atuendos muy especiales. Una imagen deliciosa, de rasgos finísimos, en la que el artista juntó la dulce piedad de este lugar y la belleza de las mujeres del pueblo, pertenecientes a la época en que fue esculpida.
El 7 de enero, por la noche, el jardín, que está construido graciosamente en dos niveles, se vio colmado por una gran multitud alegre. Frente al Palacio Municipal, una vez terminada la Misa de la Peregrinación, que correspondió a los barrios del rumbo del Santuario de la Virgen de Guadalupe, que se ubica al lado Poniente del pueblo, hizo acto de presencia vigorosamente el Mariachi Nuevo Tecalitlán.
Bien pronto, ante aquellas voces vibrantes y tan entrañables canciones, la multitud no cabía en los lugares aledaños. Todos disfrutaron una velada incomparable. El gusto, la alegría y la amistad fueron suficientes para vencer el frío, que también hizo su presentación estelar. Un poco más allá de las 11 de la noche, las luces y los estallidos llamaron la atención de todos hacia el frente de la iglesia, con la actuación protagónica del castillo.
EL 8 DE ENERO
Esa noche fue breve. A las cinco de la mañana, las campanas rompieron a vuelo estremeciendo la muy fresca mañana. Presto se dejaron escuchar las atronadoras descargas de la pólvora matutina. Luego, pletórico de luces el templo, y su altar colmado de azucenas, se vio inundado por buen número de fieles muy madrugadores y devotos. La Banda tocaba las tradicionales Mañanitas.
En parte de la mañana los peregrinos de distintas ciudades se organizaron para salir del Santuario Guadalupano en lucida Procesión hacia el templo y participar en la Misa de Los Hijos Ausentes. Fue una celebración muy emotiva, a las doce del día.
Por la tarde, se organizó el Desfile de Carros Alegóricos, muy hermosos y significativos. Adelante, la Danza de San Francisco y la Banda de Guerra del Colegio. Luego, “El Sacrificio de Abraham”; “La Zarza ardiente de Moisés”; “la representación del Diluvio Universal”; “La Anunciación de la Virgen”; otro carro de “la Eucaristía”, y al final, entre majestuosas y colosales flores artificiales, la imagen peregrina de la Virgen. Muchas personas presenciaron con gusto esta singular marcha, que terminó frente al templo.
Vino luego la Serenata, el Festival de la Banda. Las personas colmaban el jardín y las primeras cuadras céntricas. Vuelta y vuelta al jardín las hermosas jovencitas y los apuestos muchachos. También los mayores participaban en esta multitudinaria reunión. Vino enseguida el castillo, ahora más sofisticado en colores, movimientos y representaciones. Muchas luces que embelesan. El pueblo en vilo toda la noche. Algo quizá no del todo conveniente fue la ingesta de alcoholes en el espacio público. Con todo, fue una noche singular y una gran Fiesta en este 2014.
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