jueves, 16 de enero de 2014

Octavario de la Unidad de los Cristianos

El IV Congreso Misionero y la Evangelii Gaudium como marco


La gran fiesta misionera del IV Congreso Americano Misionero: CAM-4 y COMLA-9, realizado en Maracaibo, Venezuela, en diciembre de 2013, coincidió con la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, ‘Evangelii Gaudiun’, en seguida de la Clausura del Año de la Fe, como antecedente de este 2014 y de la Semana de la Unidad de los Cristianos, bajo los patrocinios de San Pedro y San Pablo: 18 al 25 de enero”. (Cfr. Esquila Misional, Año 61; N° 702, Páginas 24 y siguientes).


Cercanía pastoral


El Octavario de la Unidad de los Cristianos, que nos expande e inflama el corazón en un abrazo ecuménico de Oración y de Fe, tuvo, en el fin de 2013 e inicio de 2014, dos marcos llenos de significado y dinamismo. Nos referimos a los ya citados en el párrafo inicial.

Un primer marco fue el CAM-4, Congreso Americano Misionero, en la trayectoria del Documento Conciliar Ad Gentes, con todo su impulso formal de Decreto ecuménico y misionero, cuyo objetivo primordial fue ‘acrecentar en las Iglesias de América el compromiso misionero (reiteración significativa) para responder a los desafíos de la Misión Ad Gentes, hoy en un mundo secularizado y pluricultural’. Y como un segundo marco, la recién emitida Exhortación Apostólica del Papa Francisco, Evangelii Gaudium, para también dar un impulso ante el gran reto de su lema central: “América misionera, comparte tu Fe”.

Así lo resaltó el Cardenal Filón, al leer el Mensaje Papal durante la Eucaristía de apertura del CAM-4, en el preciso momento, emotivo, de la Procesión de las Reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús (de Lissieux), Patrona Universal de las Misiones, a su llegada a tierras venezolanas, en Maracaibo. En este acto, presidido por Monseñor Ubaldo R. Santana, Arzobispo de esa Sede, y Presidente del Comité Central del CAM-4, él mismo invitó a ser ‘Testigos de la Fe y de la Esperanza”, y anunció la celebración del CAM-5 en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, para 2018.


LA ‘EVANGELII GAUDIUM’ Y SU DINAMISMO DE ENCUENTRO ECUMÉNICO

Para ponderar la importancia de este Octavario de la Unidad como oración eclesial, espigamos varias afirmaciones del texto de esa Exhortación. Sus palabras, precisas, ubérrimas por su hondo sentido y dinamismo, son más que expresivas; no necesitan de comentario ni de glosa, sino de meditación.

1ª “La Iglesia no es aduana… sino la Casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas”. “La Iglesia está llamada a ser siempre la Casa abierta del Padre…Que nadie encuentre la frialdad de una puerta cerrada”. ¡Vaya expresión ecuménica de nuestro Pastor! 2ª “En lugar de ser solamente una Iglesia que acoge y recibe, manteniendo sus puertas abiertas busquemos, más bien, ser una Iglesia que encuentre caminos nuevos; capaz de salir de sí misma, yendo hacia el que no la frecuenta; hacia el que se marchó de ella…hacia el diferente (e indiferente)”. ¡Vaya reflexión…!

3ª Ante la nueva reconfiguración y la diversidad cultural que se vive en Latinoamérica, el Papa Francisco precisa: “Nuestra Iglesia clama por un nuevo Pentecostés. Cuando la Iglesia pierde su valentía (con el vocablo ‘parresía’, original de los Actos de los Apóstoles), se convierte en una Iglesia ‘inmóvil’; en una Iglesia desordenada; hermosa, sí, pero sin fecundidad, porque ha perdido la valentía de ir a la periferias”. ¡Vaya tónica misionera y ecuménica!

4ª Por lo tanto, concluye el Papa: “La Iglesia tiene un compromiso impostergable y ha de encontrar caminos nuevos para ser capaz de salir de sí misma con audacia y valor”.

Y plantea su convicción apostólica: “El Evangelio, experimentado personalmente, es causa de un gozo que debiera impulsar su anuncio”. Y enfatiza: “La Iglesia debe hacer suya la intimidad de Jesús, que es una intimidad itinerante…”

¡Qué mejores marcos pudimos encontrar para esta Bitácora que consignara el Octavario de la Unidad de los Cristianos, ecuménica y misionera a la vez! ¡Buena pauta para este arranque de 2014, después del Año de la Fe, para transitar por la Puerta de la Fe, basados en la Doctrina de los Documentos del Vaticano II: el ‘Ad Gentes’, ya comentado; el Unitatis Redintegratio, sobre el Ecumenismo en especial, y el ‘Orientalium Ecclesiarum’, sobre las Iglesias Orientales Católicas ¡El Señor nos lo conceda!


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