CARMELO LENGO
Como es una tradición, al comenzar un nuevo año suelen hacerse muy buenos propósitos que, desde luego, como es tradición también, nunca llegan a cumplirse.
Aquí les presento Algunos magníficos ejemplos:
Del parte del Gobierno del Estado:
No se harán declaraciones
Ni promesas embusteras,
Sino obras de a de veras,
Y limpias de corrupciones.
No se buscará el apoyo
De acarreados seguidores,
Con obsequios tricolores
O tortas de arroz con pollo.
De los Honorables Diputados:
La Hache Legislatura
Del Congreso del Estado,
Para este año ha acordado
Llevar vida sobria y dura.
Renunciará a la indecencia
De prebendas y sueldazo,
Y cuentas a corto plazo,
Rendirá con transparencia.
Del Ayuntamiento de Guadalajara:
No será aquí tolerada
La mínima corrupción,
Y ni siquiera el “Patrón”
Recibirá su “mochada”.
Controlarán ambulantes,
Y habrá más seguridad;
Limpia estará la ciudad,
Como en los tiempos de antes.
De los dueños del transporte público:
No habrá nuevos incrementos,
Mas sí nuevas “unidades”
Con todas comodidades,
Choferes limpios y atentos.
Conducirán con cuidado;
Paciencia a ancianos tendrán,
Ni al pasaje tratarán
Como hatajo de ganado.
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