Santa Fe de Bogotá descuella entre las urbes del Continente

Una noble y leal Ciudad desde el Siglo XVI

“Fundada el 16 de agosto de 1538 por Gonzalo Jiménez de Quezada en la Aldea Chibcha de ‘Bacata’ (de ahí su nombre). Erigida como Sede episcopal por Pío IV en 1562. El Rey Felipe II le confirmó del Título de “Noble y muy leal Ciudad”, la cual se convirtió en Capital del Virreinato de Nueva Granada en 1598 (Cfr. ‘Ciudades del Mundo’, Editorial Salvat. Págs. 77 y siguientes, Barcelona, 1981).

Su desarrollo, desde esos inicios graduales, más desde los tiempos de la Independencia, 1810, con la Junta Suprema y su autonomía frente al Consejo de Regencia. La Ciudad vivió dramáticamente las luchas entre Federalistas y Centralistas, quienes entablaron una Guerra Civil que los debilitó ante las tropas realistas de España. Pero ciertamente la intervención en 1827 y 28 del gran Libertador Simón Bolívar fue definitiva. Así, fue designada Capital de la Gran Colombia durante la Federación de 1831. Y, disuelta ésta, quedó ya como Capital formal de la República de la Nueva Granada (luego Colombia, ya en 1861), cuando se redactó la primera Constitución.

Insignes personajes dejaron huella en su forja histórica como Capital. Ya en 1801, el Barón Alejandro Humboldt la denominó “La Atenas de América” por su ambiente cultural; por sus centros intelectuales; por su Observatorio Astronómico gracias a la influencia de Antonio Nariño, gran precursor de la Independencia. Desde ese entonces ha sido centro cultural, político y aun financiero. Con gran contacto con las Ciudades de Medellín y Barranquilla (de las cuales, tal vez, podamos narrar su importancia).

I-SU ESPECIAL GEOGRAFÍA Y EXPANSIÓN

Bogotá es urbe serrana, a 2,640 metros sobre el nivel del mar, en la Meseta de la llamada ‘Sabana’ de Bogotá, limitada por la Cordillera Oriental. Dos históricos montes, con nombres marianos: ‘Montserrat’ y ‘Guadalupe’ la protegen (dicen allá). Y varios ríos, auténticos cauces y cursos fluviales, la cruzan. Elementos edafológicos (de sus suelos y condiciones climáticas) la proveen de tierra muy fértil (por sus sedimentos), y rendimientos agrarios.

Tal ambiente ha ayudado a su Industria (muy potenciada en la segunda parte del Siglo XX), y a su crecimiento exponencial demográfico, con hitos en 1900, en 1938, en 1951 y 1981, así como en la segunda decena del Siglo XXI. Antes, los Ríos San Francisco y San Agustín eran proverbiales en su crecimiento. De ahí su actual expansión y la transformación de su Centro Colonial y su Centro Financiero y Administrativo. Ahí se levantan grandes rascacielos y la extensísima área periférica de los ‘Barrios’ (así llamados allá).

II- SU CRECIMIENTO Y LAS GRANDES

EDIFICACIONES

Los edificios de Bogotá hablan de su crecimiento y desarrollo urbano. Todavía, sin embargo, se nota su ‘inicial plano regular’, con antiguas calles rectilíneas. Su Centro destaca por la Plaza Mayo, en la que se yergue su imponente Catedral, iniciada en 1553 y reemprendida en 1806. Cerca de ella tuvimos la suerte de recibir la Bendición Papal en 1967, momento inolvidable de Fe y fervor, con la visita de Paulo VI. Por otro lado, se reconoce el estilo neoclásico del Capitolio, cuyas fachadas dan a la Plaza Bolívar, junto con la vetusta iglesia de San Francisco (Siglo XVI); la de San Agustín (1668), y la de San Diego (con los mismos nombres de los ríos ya aludidos). Y la antigua Iglesia de La Concepción (1585). En ese marco se levanta el Palacio del Marqués de San Jorge (Siglo XVIII).

Y, como la Atenas Americana, Bogotá acoge varias Universidades de fama merecida. La Xaveriana en primer lugar, e Institutos Superiores, y la Academia de la Lengua, con todo su prestigio internacional, al parejo de la Academia de la Lengua Española en Madrid. Y ya citamos el Observatorio, desde 1862. Y habrá que añadir el Centro Financiero y el Parque Industrial. Muy característico en Bogotá es el llamado Mercado de Esmeraldas; riqueza propia de Colombia, reconocida a nivel planetario. (N.B. De gran significación familiar, a los 40 Años de Matrimonio se les dice: Bodas de Esmeralda).

Además, en Bogotá, el Centro Industrial se disputa la primacía con la Ciudad de Medellín (netamente industrial; la cual bien puede ser materia de una Bitácora). Nos faltaría citar la gran Central Hidroeléctrica, dentro de los límites citadinos, y los Aeropuertos Internacionales, especialmente el del ‘Dorado’. Las comunicaciones aéreas en Colombia son muy importantes por su Orografía, que gravita en Bogotá como destino céntrico.

Apenas una merecida reseña de Bogotá: ‘La Atenas de América’ y ‘Esmeralda de Colombia para América’.