48 Años de la Encíclica Populorum progressio

Aplicaciones a nuestra América en el Siglo XXI

“Con las palabras de Su Santidad Paulo VI, ‘los pueblos hambrientos interpelan con acento dramático a los pueblos del Planeta’, en verdad, hoy 2015, hace ya casi medio siglo, los pueblos pobres, subdesarrollados, piden ayuda a los pueblos ricos y desarrollados. Y el fundamento de su petición es que todos somos hijos de un mismo Padre, que está en los Cielos. Hay millones de ‘lázaros’ (pueblos pobres), que aguijonean la conciencia de los ricos, los cuales celebran cada día espléndidos banquetes” (Cfr. ‘Doctrina Social de la Iglesia’, Editorial San Pablo, 6ª edición, 2002, Introducción).

No podíamos dejar de consignar este aniversario de la Encíclica Populorum progressio, de Paulo VI, sin resumir las aseveraciones más aplicables, ya en este Siglo XXI, a su realidad, todavía dramática y acuciante (ésa sí), de muchos hermanos nuestros en zonas precisas de los pueblos americanos. Y nuestra reflexión quiere tener presente, además de su texto, las palabras mismas del propio Paulo VI dichas ante el Pontificio Consejo COR UNUM en el Motu Proprio de 1971 como ratificación de sus convicciones en Justicia y en Paz. (Cfr. Bitácora del 22-VIII-2010).

Y también hemos de percatarnos hoy, a medio siglo de distancia, tanto de las reticencias tendenciosas, no sólo del comunismo mundial exaltado, sino de las advertencias más francas, de pensadores de izquierda, pero más abiertos, como Karolzy Vary, quien en el Congreso de España declaró: “El Catolicismo se está convirtiendo de ‘opio’ en Levadura”. Dios lo quiera, añadimos nosotros, y sacuda a nuestra América. Paulo VI mismo dejó oír este contexto ante la ONU, como abogado de esos pueblos, los nuestros, cuando acuñó la fórmula del ‘Desarrollo integral’ en su pleno sentido de un desarrollo completo del hombre, que no puede darse sin el Desarrollo Solidario de la Humanidad. Verdadera comunión entre todos los países.

I- ASEVE RACIONES APLICABLES EN ESTE

SIGLO XXI A AMÉRICA
1ª Más que mera afirmación que expresa su convicción de Justicia y de Paz, la Populorum progressio se tradujo en una operativa Comisión, consagrada a promover la ayuda a los pueblos subdesarrollados. 2ª Y en este horizonte, la Encíclica contempló, para nuestra América en casos especiales, que nuestros pueblos anhelan no sólo la independencia política, sino la socioeconómica aun en los países juzgados como ‘grandes’: Brasil, México, Argentina. Y no se digan Estados Unidos y Canadá. Genuino Desarrollo Integral. Pensamos en Haití, en Honduras, en Suriname, por citar ejemplos evidentes. Pero abrimos la perspectiva y visión hacia situaciones de: isolación (control natal); de hambre; de explotación; de abismales diferencias, bautizadas como ‘clases sociales’.

3ª Otras Repúblicas hermanas adolecen de una grave falta de Desarrollo Integral: aun Chile, Perú y Colombia. Y no se diga Venezuela, con su gravísima situación de este Siglo XXI, cada vez más caótica en su desequilibrio. 4ª En un mundo, señala el texto de la Encíclica, de un ‘desequilibrio creciente entre los pueblos ricos y pobres en verdad’. 5ª Más aún, se afirma que hay ‘pueblos arrastrados todavía a falsos mesianismos forjadores de ilusiones’. ¡Vaya si ha habido casos dramáticos a través de este medio siglo de redactada la Encíclica, en esos términos. De Guatemala hasta Argentina, pasando por Panamá y Nicaragua en sus momentos críticos.

II- MENSAJES NUCLEARES

DE LA ENCÍCLICA ANTE AMÉRICA

La visión del texto señala con precisión los Problemas Cruciales: Analfabetismo, y en otro extremo, niveles ‘de abolengo’ (sic) de Educación Superior Académica, así calificados, frente a hondísimas carencias y grave analfabetismo. De aguda hambre y hasta hambruna en pueblos ‘famélicos’, así señalados. De falta radical de tierra para ser trabajada y aun para sobrevivir. De inseguridad vital, y aun sobrevivencia. Realidades de profundas diferencias sociales entre fortunas fabulosas ante miserias inhumanas. De servicios médicos “de primera” y costosa asistencia, frente a situaciones epidémicas, casi miserables en su atención.

Por esta tónica palpita la Populorum progressio cuando se la relee en su mensaje de dignidad y justicia ante las crudas realidades de nuestra América Una, SIN el Desarrollo Integral de nuestros pueblos, que tendrá que ser Integral, de y para nuestros pueblos. Y también deberá ser Solidario al pugnar por una ‘Fraternidad Universal’ en Justicia social y Caridad ecuménica (con adjetivo expresivo) ante los pueblos ‘débiles y pobres’, así calificados. Relectura y reflexión obligada del texto, a la luz del Espíritu Santo Consolador.