jueves, 26 de marzo de 2015

EPIGRAMARIO

CARMELO LENGO


Cuando menos a una pausa

Nos empuja la Semana Santa

Y a olvidarnos de tanto trajín.


Para la Ciudad es una dicha

toda la Semana Mayor:

disfruta de calma chicha

y no hay horarios de rigor.


Hay asueto para toda talla:

se van a la sierra o inundan la playa.

Mas otros se quedan en casa

porque el dinero no les alcanza.


Empero, lo más trascendente

Es asimilar los Misterios

De La Pasión del Salvador.


Primero con vivas todos aclamamos

al Rey de los Cielos, Nuestro Señor;

pero, pasando el Domingo de Ramos,

ni nos acordamos del “Yo, pecador”.


No bastan tan sólo los sentimientos

ni golpes de pecho por tradición;

hay que adentrarnos en los sufrimientos

que nos merecieron la Redención.


Se habían tardado en reconocer

Como tianguera a nuestra Ciudad:

Será Sede de magno evento nacional.


No le pusieron peros ni taches

por su polución y tanta violencia,

ni por sus rúas repletas de baches,

pues tiene argumentos de gran experiencia.


Tendremos aquí un Tianguis Turístico,

aunado a los cientos que abundan en calles.

Parece pregón con acento político

Que oculta en el fondo aviesos detalles.


So pretexto de apertura e inclusión,

Se pusieron en franca barata

Candidaturas a cargos públicos.


Una cosa muy distinta

es el acceso apartidista,

y otra es la lista variopinta

de tan diverso arribista.


Si la ocasión está tan en ganga,

ponen en riesgo la Democracia.

Habrá quienes sigan en la pachanga,

y la lid seguirá siendo falacia.


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