La Resurrección del Señor

La Resurrección del Señor

Una Comunidad que celebra la Victoria de Cristo sobre la muerte

Este Templo está ubicado al costado Norte de la Plaza del Sol, y pese a estar rodeado de comercios, sigue siendo una Parroquia viva. La pequeña Comunidad está formada por personas mayores, pero muy entusiastas y con ganas de colaborar, aseguró el Párroco.

Sonia Gabriela Ceja Ramírez

A finales de la década de los 60’s surgió, a las afueras de la creciente Guadalajara, el primer centro comercial que inicialmente, por su lejanía de la Ciudad, atraía a pocas personas: Plaza del Sol, y junto con él, a iniciativa del Cardenal Arzobispo José Garibi Rivera, prendió la idea de construir un Templo en la zona.

“El territorio es pequeño: del cruce de las Avenidas López Mateos y Mariano Otero, continuando por López Mateos hacia el Norte hasta la Avenida De las Rosas; por ésta, hasta atrás de Expo Guadalajara y hasta el cruce de la Avenida Plaza del Sol y Mariano Otero, y luego Mariano Otero hasta donde termina el centro comercial”, detalló el señor Cura Víctor Manuel Meza García, 5° Párroco del Templo de La Resurrección del Señor.

Un territorio netamente comercial
“Esta Parroquia está rodeada de centros comerciales: Plaza del Sol, Condo Plaza, Plaza La Luna, Plaza del Ángel, el Colegio Guadalajara, un enorme terreno donde habitualmente se colocan algunos circos. Asimismo, numerosos hoteles, restaurantes y Expo Guadalajara. Nuestra población fija es poca, y los que viven más allá de Mariano Otero prefieren asistir a la Parroquia de Nuestra Señora de las Victorias.

“Otro factor que influye es que tenemos muy poco estacionamiento, ya que sobre la Av. Plaza del Sol no dejan estacionarse, y en el centro comercial hay que pagar; sin embargo, la gente continúa viniendo, sobre todo los domingos, a la Misa de 12, de 1 y también a la que tenemos a las 2.15 de la tarde, un horario que pareciera raro, pero que atrae a muchos feligreses.

“Ésa de las 2.15 es la Misa más concurrida. Incluso tuvimos que comprar cien bancos para que la gente que no alcanza lugar, pueda sentarse.

“En la Parroquia es muy notoria la ausencia de la gente cuando hay algún puente vacacional o algún evento especial, como un partido de futbol o algo en la ciudad. La asistencia disminuye notablemente”.

Párrocos:

Sr. Cura Miguel Pérez Velasco (1° de diciembre de 1979)

Sr. Cura Rafael

Sr. Cura Arcadio Efraín Úrtiz Orozco

Sr. Cura José Ezequiel Casillas Casillas (20 de septiembre de 2008)

Sr. Cura Víctor Manuel Meza García (20 de marzo de 2010)

Pocos, pero constantes

“Entre semana tenemos Misa a las 8 de la mañana, 12 del día (excepto los jueves) y 7 de la tarde. La participación es poca, pero sí hay gente.

“La Misa de la mañana la celebramos en la Capilla del Santísimo, y se llena. Acuden, principalmente, personas que participan en la Misa y de aquí se van a su trabajo.

“Para la Misa de mediodía también hay buena asistencia, ya que algunos comerciantes dejan sus negocios para participar en la Eucaristía, mientras que a la Misa de 7 de la tarde vienen mayormente los habitantes de la comunidad. Participan, por ejemplo, los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión y quienes forman parte de algunos de los pocos Grupos Parroquiales que tenemos”.

Los escasos pobladores son, en su mayoría, adultos mayores.

Una Iglesia viva

Actualmente, la Parroquia cuenta con 12 Ministros Extraordinarios que reparten la Comunión durante las Misas y que la llevan, además, a los enfermos. “Ellos nos apoyan también con la cuestión litúrgica, la organización de las Misas, tanto entre semana como los domingos. Disponemos también de un Equipo de Liturgia que procura que haya lectores, acólitos, monitor y colectores.

“En cuanto a la organización de la Catequesis, nos apoya una Religiosa de las Madres Catequistas, que tienen su Casa en el territorio de la Parroquia: la hermana Juanita.

“Ofrecemos dos Tandas de Catecismo: los viernes a las 4.30 de la tarde y los sábados a las 10.30. Contamos con un buen Equipo de Catequistas. Asisten, principalmente, niños provenientes del Cerro del Cuatro, de San Agustín y del área de Tlajomulco. Son alrededor de 50 por turno. Los papás de estos niños también vienen a la Parroquia y colaboran con nosotros.

“Semanalmente impartimos una Clase de Biblia, a la que acuden alrededor de 30 personas.

“Funciona un Grupo al que llamamos ‘Casitas de Oración’, que se reúne todos los martes, de las 5 a las 7 de la tarde. En este Grupo se hace un rato de oración con la Palabra de Dios, y Meditación. La idea es que ellos puedan salir para reunirse en grupos en diferentes casas e ir creciendo poco a poco en la Evangelización.

“Todos los días se expone el Santísimo después de la Misa de las 8 de la mañana y hasta antes de la Misa de 7, así que la gente, aunque va de paso, siempre entra y hace su oración antes de continuar con sus actividades. Todo el día hay movimiento”, apuntó el Padre Meza García.

Dos fiestas en una
Las Fiestas Patronales se celebran un domingo después del Domingo de Resurrección, el día de La Divina Misericordia, pues el Triduo Pascual no permite que haya celebraciones. Este domingo se celebra al Señor de La Divina Misericordia, imagen central del Templo, y que fuera colocada por el señor Cura Arcadio Efraín Úrtiz Orozco.

“Se le tiene mucha devoción al Señor de La Divina Misericordia; diariamente se reúne un pequeño grupo a las 3 de la tarde a rezar La Coronilla de La Divina Misericordia.

“El Domingo de Resurrección se expone el Santísimo y se da la Bendición para hacer algo especial ese día. Entre semana también lo exponemos a las 6 de la tarde y se rezan las Vísperas antes de la Misa de 7.

“El Domingo de la Fiesta celebramos la Misa Solemne a las 2.15 de la tarde. Tratamos de invitar a algún Obispo, al Vicario Episcopal o al Decano. Durante esa semana adornamos el atrio para que la gente note que estamos de fiesta.

“En el Templo tenemos un Crucifijo del Señor de los Milagros de Buga, venerado en Colombia y donado por unas personas colombianas, cuya Fiesta se celebra en octubre, y al que también le hacemos una Fiesta especial ese día”.

Gradualmente, el Párroco ha logrado integrar a algunos jóvenes y a matrimonios de mediana edad a la actividad parroquial: “Poco a poco están entrando, están apoyando; se ve que tienen ganas de trabajar y de darle un poco más de vida a nuestra Comunidad. A los Agentes se les prepara mediante las Clases de Biblia, Retiros, Clases de Teología, entre otras actividades”.

A las afueras del Templo se muestra una placa que asienta que en ese lugar ocurrió la última participación pastoral, mediante la Eucaristía y la Celebración de Confirmaciones, del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, octavo Arzobispo de Guadalajara, el 23 de mayo de 1993 (víspera de que fuera arteramente asesinado).

Un poco de historia

El 1° de enero de 1969, el sexto Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Garibi Rivera, bendijo y colocó la primera piedra del centro comercial Plaza del Sol, ceremonia después de la cual pidió, a los 12 accionistas del centro comercial, su apoyo para construir un Templo, obteniendo de ellos una respuesta afirmativa.

Así, el propio Cardenal Garibi se dio a la tarea de conseguir un predio, otorgado por la Superiora del Colegio Guadalajara. Este terreno, inicialmente, era más cercano a la Avenida López Mateos y se planteó que el Templo estuviera dedicado a Santa Magdalena Sofía. Así, el 5 de febrero de 1969, estando presente el Delegado Apostólico, Arzobispo Guido del Mestri, quien había asistido al cumpleaños número 80 del Cardenal José Garibi (30 de enero), se dignó bendecir la primera piedra.

Sin embargo, el 28 de febrero, los encargados del Colegio Guadalajara se retractaban de su ofrecimiento del terreno, mientras que los accionistas de la Plaza del Sol ya habían formado un Comité pro Construcción del Templo, por lo que se hizo necesaria la intervención del Arzobispo Coadjutor y Vicario General, Francisco Javier Nuño Guerrero, quien consiguió que se donaría el terreno, sólo cambiando de ubicación hacia la Av. Mariano Otero, donde hoy se ubica el recinto.

A mediados de junio de 1969, se le encomendó al Padre Miguel Pérez Velasco la tarea de la compra del predio, el proyecto de construcción y el nuevo nombre del Templo, que sería “La Resurrección del Señor”.

El 1° de noviembre de 1978, el Cardenal José Salazar López, séptimo Arzobispo Metropolitano, celebró la Eucaristía para la Consagración del Templo y del Altar de la Parroquia.