jueves, 26 de marzo de 2015

No entendieron el mensaje

¿De qué se trata, pues?


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Mtro. Jorge Enrique Rocha Quintero


Luego de conocer la conformación de las Planillas de los Partidos que contenderán por las Presidencias Municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, es necesario hacer una reflexión sobre lo que esto significa, y la mala interpretación que está haciendo la clase política local acerca del sentir y la molestia ciudadana en la Entidad.


Con lupa

Lo que podemos apreciar, en la mayoría de los casos, es que las Listas para Regidoras y Regidores de los Municipios Metropolitanos están confeccionadas bajo los siguientes criterios: a) poner a las y los amigos más leales del candidato; b) colocar a personas que representan cuotas políticas o sectoriales dentro del Instituto Político o con quienes existen alianzas formales o de hecho; c) incluir a personajes populares sin ningún tipo de trayectoria política, pero que posiblemente pueden resultar electoralmente atractivos para ciertos sectores de la población.

Por supuesto, todas y todos los ciudadanos que no tengan impedimentos legales para hacerlo, tienen derecho a votar y a ser votados; sin embargo, lo que está ocurriendo en este proceso electoral genera algunas dudas importantes.

Lo primero es que, efectivamente, la imagen pública y la reputación de muchos políticos en este país está más que degradada. En las mediciones de confianza de Instituciones con recurrencia aparece que los Partidos políticos, los Diputados y los servidores públicos en general, no cuentan con la legitimidad necesaria; propician una desconfianza generalizada, e incluso hay ciudadanos que, francamente, muestran su repudio a los representantes populares. De acuerdo al Latinobarómetro latinoamericano, que se dedica a medir la satisfacción de la democracia en el Continente, México se encuentra entre los países donde la credibilidad de sus políticos es muy baja.


Argucias contra argumentos

La respuesta ante este fenómeno, por parte de la clase política, es que ha invitado a sus Listas de Regidores a ciudadanas y ciudadanos que son populares, que tienen cierta fama pública, que han sido personajes destacados en sus campos profesionales, pero que no tienen ningún tipo de trayectoria política; es más, que ni siquiera tuvieron algún tipo de activismo político hasta este momento. Es decir, ante la imagen degradada, optaron por colocar a personajes populares que, presuntamente, reivindicarán el ejercicio de la política.

Me atrevo a decir que la ciudadanía está harta y repudia muchas prácticas políticas; es decir, lo que hacen no pocos políticos, como los actos de corrupción, la búsqueda incesante de obtener beneficios personales, el tráfico de influencias, la falta de capacidad de gestión pública, las reiteradas mentiras y promesas incumplidas, el abuso del Poder, la impunidad, la nula capacidad de diálogo con la ciudadanía, la incomprensión de los problemas sociales, el enriquecimiento ilícito, la ausencia de visión de Estado, la poca disposición para hacer cumplir las Leyes, la falta de transparencia y rendición de cuentas, la violación de los Derechos Humanos, las prácticas represivas hacia los disidencia, la preferencia por favorecer los intereses del gran capital. Entre otros asuntos, son los hechos que repudia y condena la ciudadanía. Allí está el problema, en desterrar esta forma de proceder, y eso no se resuelve automáticamente con el simple hecho de agregar en las Listas de candidatos a Munícipes a personas afamadas.

El otro problema que evidencian las Planillas presentadas por varios Institutos Políticos en los Municipios conurbados de la Capital de Jalisco es la ausencia de Proyecto Político de Gobierno. Y es que las Listas no dejan entrever una apuesta de Gobierno o la forma como van a ejercer la Administración Pública; no conforman Equipos que, a primera vista, nos den la impresión de que gobernarán mejor, como tampoco que las personas que componen las Planillas son expertas en determinados temas públicos.

Eso no se ve con claridad, y en contraparte, lo que sí podemos observar es que son Planillas que tienen un proyecto muy cortoplacista que se agota el 7 de junio y se reduce a: ganar sus respectivas Elecciones. Ni más, ni menos. Esto, obviamente, empobrece las posibilidades reales de que, por fin, tengamos Cabildos eficientes en el ejercicio de Gobierno y que cuenten con un proyecto claro y definido para sus demarcaciones.

Así pues, la clase política local no entendió el mensaje de repudio y no está construyendo las soluciones adecuadas. En todo caso, está proponiendo una acción de relumbrón, que poco ayudará a tener mejores Gobiernos Municipales, sobre todo sabiendo que los Alcaldes electos el 7 de junio tendrán la posibilidad de reelegirse por un período más; o sea, que es posible que las Administraciones que sean electas dentro de dos meses, gobiernen por seis años.

Por lo pronto, les deseo a las y los lectores de Semanario, ¡felices Pascuas!


Correo electrónico:

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