jueves, 26 de marzo de 2015

Las Ciudades-Metrópoli del Continente

Su perfil y personalidad en la Historia


“Inquietud constante de la Humanidad ha sido el afán de conocer nuevos horizontes y nuevas Ciudades. Un simple catálogo-enlistado de ellas no basta. El acercamiento debe ser con interés histórico lleno de humanismo, precisamente de su Historia en su importancia artística; en su peso económico; en sus raíces poblacionales. Todo ello, por sus tradiciones; por su entorno geográfico; por sus peculiaridades ‘personales’ en el humanismo de su gente ‘citadina’” (Cfr. “Ciudades del mundo”, Salvat Editores. Barcelona, 1981).


DF


Ciertamente reviste interés la consignación, descriptiva y reflexiva, de las Ciudades de nuestra América, como parte de nuestra tarea semanal, para profundizar y ampliar sus contenidos, ya de más de 800 Columnas. Podemos considerar dos modos: o bien por la relación de las Ciudades en sus momentos históricos, calendáricamente (¿por qué no?), y así ‘entreverarlas’ en nuestra estricta Bitácora semanal, o bien, sustentar su registro con razones más oportunas.


I-RAZONES PARA EMPRENDER ESTA TAREA
La panorámica urbana de América, se afirma, ‘es completamente de la Edad Histórica Moderna’, en el sentido de que su surgimiento y crecimiento ocurrieron después del Descubrimiento Colombino y posteriores siglos. A excepción evidente de las Grandes Urbes, de las Grandes Culturas prehispánicas. Ejemplo ilustrativo sorprendente, es el de la Ciudad de Tenochtitlán azteca con su peso político, económico-social; demográfico mismo, así como cultural y religioso. Y paralelamente a este caso en México, en Perú se establecieron Centros Urbano-Religiosos anteriores a la Conquista, como Cuzco; como Machu Pichu; ‘Chan-Chan’, en la Costa. Lo específico de Tenochtitlán es que sobre esa Urbe surgió la Ciudad de México, hoy Capital de la República.


II-PESO SIGNIFICATIVO DE LAS CIUDADES CON VALOR ‘METROPOLITANO’

1° El llamado ‘nacimiento’ o fundación formal de esos Centros Urbanos, y aun de su desmesurado crecimiento (explosión demográfica en varios de ellos), casi inconmensurable, está abierto a los cuatro puntos cardinales de América y su horizonte. Más aún: la situación geográfica de las Ciudades de América abarca no sólo esa inmensa amplitud, sino también la Latitud y la Altura sobre el nivel del mar donde ellas se han construido. Ejemplo: la Ciudad de La Paz, a sus 3,500 metros sobre el nivel del mar, en Bolivia; y como contraste, en la Bahía marítima de Guanabara, la soberbia Ciudad de Río de Janeiro, tan sólo por citar dos casos evidentes de altitud.

2° Demográficamente, su peso citadino es de mucha importancia en su concentración porcentual. En algunos países supera el 50% a partir de la Conquista. Y, por supuesto, las antiguas Ciudades ‘Coloniales’ son realmente señoriales. 3° Con muy diversos criterios: históricos; socioeconómicos; políticos, y aun religiosos, en los diversos países hermanos de América, se consideran Ciudad, y en ellas gravitan, en su llamado Centro, los edificios culturales: la antigua Universidad y las modernas; Los Teatros de la Ópera, los Museos. Y paralelamente: las Industrias y su montaje. Los Centros Financieros y Comerciales. Las ‘Plazas’. Y, con sello distinguido: los Palacios de Gobierno; los Capitolios; las Catedrales y los Parques de solaz.

4° Las Ciudades Capitales de los Estados de las Repúblicas, o las Distritales, casi siempre con territorios y jurisdicciones desde la Colonia, son, en América Latina, genuinas ‘Señoras Ciudades’ y aun de abolengo socioeconómico y peso político regional. Como ejemplos: Guadalajara, Jaliaco, en México. Medellín, en Colombia.

Como vemos, la materia sujeto por tratar en estas Bitácoras sobre las Ciudades de América es riquísima y muy interesante y variada. Rico Aperitivo, en verdad.


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