Sor Cristina Scuccia, la joven Religiosa que ha revolucionado a Italia y al mundo con su participación en el Programa The Voice, no es una «paracaidista» que acuda a los Festivales para buscar notoriedad, como muchos la acusan. Su historia saca a la luz toda una labor de Evangelización entre los jóvenes italianos, que vale la pena contar.
En 2007, Cristina Scuccia era una adolescente algo rebelde, alejada de la Iglesia, enamorada de un chico y con un gran talento para la Música. Iba a la Universidad y se preparaba a participar en el talent show televisivo italiano XFactor. Lo cuenta ella misma en una entrevista a la edición italiana de Vanity Fair.
Providencialmente, en ese tiempo su madre leyó en la Prensa un Artículo sobre la conversión de Claudia Koll. ¿Y quién era Claudia Koll?, pues una reconocida actriz italiana, famosa por haber comenzado su carrera con películas de alto contenido erótico, de la mano de Tinto Brass, y que en 2001 protagonizó una de las vueltas a la Fe más sonadas del panorama artístico de este país, cuando la actriz decidió dedicarse a las obras de caridad hacia los más necesitados.
Precisamente, y aquí es donde volvemos a Sor Cristina: El Artículo que su madre leyó sobre la conversión de Claudia Koll venía con un anuncio que señalaba que la Directora de la Star Rose Academy estaba buscando una chica para protagonizar un Musical sobre la vida de la Fundadora de las Monjas Ursulinas, Sor Rosa Roccuzzo. Esto lo contó la propia Cristina a la revista italiana Chi, donde, por cierto, en el link hay una bonita foto de Cristina antes de tomar los hábitos.
Para la joven Cristina, asumir el papel de Sor Rosa supuso no sólo su conversión, sino también el descubrimiento de su vocación religiosa con las Ursulinas. Empezó su Noviciado con estas Religiosas en una comunidad de Brasil, un país donde la música cristiana ha alcanzado unas altísimas cotas de profesionalidad y de brillantez.
Allí, nuestra joven Novicia confirmó su doble vocación a la vida religiosa y a la Evangelización a través de la Música, como hacía con los niños de la calle. Vuelta a Italia, se puso en contacto con ella el Padre Raffaele Giacopuzzi, Director del Good News Festival, el Festival de la Canción de inspiración cristiana que organiza cada año la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Roma. Sor Cristina, como era de esperar, triunfó limpiamente en la V Edición de dicho Certamen, celebrado en junio del año pasado. Y a partir de ahí llamó la atención de los expertos.
El padre Giacopuzzi explicó que Sor Cristina ha estado en Brasil, «donde es normalísimo que la música cristiana venda millones de discos, y está absolutamente aceptada en el mercado discográfico. Mientras, entre nosotros, como hemos visto estos días, hay muchos escandalizados de que haya una Monja en la TV».En este caso, se trata de una persona que va a cantar, acompañada por toda su comunidad, que lleva una vida diaria tranquila y sosegada, identificada con su vocación.
El Padre Giacopuzzi subrayó, asimismo, que Sor Cristina, fuera del escenario, «es una persona tímida y reservada, que no busca exhibirse ni hacerse notar».
«Comunicar hoy el Evangelio es, ante todo, comunicar alegría, y que Cristo no te quita nada, sino que quiere darte más. Creo que esto es lo más bello que hay que comunicar».
Añadió el Sacerdote que Sor Cristina le comentó sus razones para haber elegido como Instructor al rapero J-Ax, conocido en Italia por su coqueteo con las drogas (la canción que le consagró, Ohi Maria, pide la liberalización y legalización de la mariguana) y por su anticlericalismo. «Yo le elegí -relató Sor Cristina- porque tengo muy presente que el Papa nos ha mandado ir a las periferias, y J-Ax, más que los demás, es precisamente uno que está orgulloso de venir de las periferias y de hablar con el lenguaje de la gente de las periferias».
Y concluyó señalando que los jóvenes que están en The Voice «son un gran ámbito de acción pastoral para Sor Cristina, pues ella es un signo de la cercanía de Dios también hacia ellos».
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