jueves, 26 de junio de 2014

Nuestra Señora de la Natividad, de Atengo

Su restauración: vértice de su Historia


José Javier Pelayo Vera


A principios de octubre del año pasado, y con la aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se iniciaron los trámites necesarios para llevar a cabo la restauración integral de la Imagen devocional denominada “Nuestra Señora de la Natividad”, de Atengo, escultura policromada de pequeño formato, fechada entre 1520 y 1530, y que fuera donada a dicha población en 1598 por Fray Diego Serrano, de la Orden de Frailes Menores.

El Proyecto implicó atender tres importantes directrices:

1. La adecuación del Trono en el que se asienta la venerada Imagen.

2. La restauración y ajuste del vaso de plata que resguardó esta escultura desde 1948.

3. Y la restauración integral de la escultura.


IMG 1576 (1)


INDAGACIONES Y MINUCIOSOS PASOS

Conforme lo exige la restauración profesional, se llevaron a cabo estudios analítico-científicos con la intención de conocer con mayor certeza la técnica de manufactura original y su estado de conservación.

Tradicionalmente se creía que era una escultura manufacturada de pasta de caña de maíz, como tantas en la región; sin embargo, se descubrió que se trata de una talla escultórica probablemente elaborada de quiote de maguey.

Este importante descubrimiento abrió una línea de investigación sobre a esta imagen religiosa mexicana, de 37 centímetros de altura y un peso de sólo 312 gramos, manufacturada en el Siglo XVI, que se convierte, hoy por hoy, en la primera de este tipo más antigua de la región, y que a pesar de haber soportado el paso de más de 450 años de vida, haber sido venerada durante cuatro siglos sin protección ni ropaje alguno, y transportada a distintos poblados durante sus peregrinaciones, perduró hasta hoy, incluidas intervenciones ya históricas.


Entre éstas se cuenta la mutilación de los brazos rígidos originales, para ser sustituidos por otros flexibles que facilitaron el cambio de sus vestimentas, suceso que se cree se llevó a cabo hace aproximadamente 200 años. Por otra parte, con el afán de embellecerla, se le incrustaron, posiblemente a finales del Siglo XIX, ojos de cristal, en sustitución de los originales, que eran pintados.


MANOS A LA OBRA

Al hacer los trabajos de restauración se encontraron huellas de ataques de insectos, pero los daños más severos fueron los referidos a su policromía, la cual sufrió pérdida de pigmento original, rayones y malas intervenciones, así como otros deterioros, debido a la manipulación del vaso de plata que la sustenta.

El 9 de abril del presente año, el Licenciado en Restauración de Bienes Muebles, Rigoberto Sánchez Becerra, inició la intervención profesional de este importante ícono de la Evangelización del Pueblo de Atengo, perteneciente a la Diócesis de Autlán de Navarro. Dichas labores se efectuaron con empeño y responsabilidad durante 22 días hasta llegar a feliz término.

Fue así que el 20 de mayo la Lic. Wendy Silva Beltrán, Responsable del Área de Restauración de Bienes Muebles del Centro INAH Jalisco, tras visitar la Basílica de Atengo para supervisar los trabajos, les dio su aprobación.


HOMENAJE A LA REINA

Este acontecimiento culminó con la celebración de un Solemne Triduo de Oración ante la Venerada Imagen, del 23 al 25 de mayo, siendo llevada en Procesión desde la entrada del pueblo hasta su Basílica, acompañada por innumerables fieles y conducida sobre un pedestal adornado con flores naturales, el cual fue portado en hombros por integrantes de los diferentes Grupos Parroquiales y devotos de la comunidad.

Al llegar a su templo, la Imagen fue depositada en su Trono en medio de un desbordante júbilo por parte de todos los asistentes, para proceder luego a la Solemne Celebración Eucarística, presidida por el Presbítero Francisco Méndez, Delegado del Obispo de la Diócesis de Autlán.

Al finalizar, el fervor de la Asamblea se expresó en aplausos y vivas a la Madre de Dios, representada de manera bellísima en esta venerada escultura de Nuestra Señora de la Natividad, Patrona de la Diócesis de Autlán, obra bendita que impacta para siempre en la memoria de cuantos la contemplan…


No hay comentarios.:

Publicar un comentario