jueves, 19 de junio de 2014

Mundial de Futbol 2014

Copa por la dignidad y la paz


La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, CNBB, preparó un folleto que distribuyó a Sacerdotes, Agentes de Pastoral y fieles en sus comunidades, principalmente en las ciudades sede, promoviendo el compromiso de la Iglesia en favor de la vida, de la convivencia pacífica y de la defensade los Derechos Humanos.


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El Documento de la CNBB, elaborado por la Comisión Pastoral de Turismo, tiene tres Tarjetas: una roja, más de corte social; una azul, de aspectos positivos, y la amarilla, que señala sus compromisos como Iglesia. He aquí la Introducción del Tríptico.



Copa del Mundo, jugando por la vida

Como un derecho humano de especial valor, el deporte es necesario para una vida saludable, y no debe ser abandonado por ningún Pueblo.

De todos los deportes, el brasileño tiene especial pasión por el futbol. Se explican así la expectativa y la alegría con que la mayoría de los brasileños ha esperado la Copa del Mundo, que se realiza por segunda ocasión en nuestro país.

Fiel a su misión evangelizadora, la Iglesia en Brasil acompaña con su presencia amorosa, materna y solidaria este evento que reúne a muchos países con la promoción de hacer de él una congregación universal, “en la alegría que el deporte puede traer al espíritu humano, con los valores más profundos que es capaz de nutrir”, como nos lo recuerda el Papa Francisco.

El éxito de la Copa estará en la garantía de seguridad para todos sin el uso de la violencia; en el aspecto de los derechos a las manifestaciones pacíficas en la calle; en la creación de mecanismos que impidan el trabajo esclavizado, el tráfico humano y la explotación sexual, sobre todo de personas socialmente vulnerables, y en el combate al racismo y la violencia.


Tarjeta roja
En este espacio de la celebración de la Copa, la Iglesia quiere contribuir al debate público, expresando sus preocupaciones:

-La exclusión de millones de ciudadanos en su derecho a la información y a la participación en procesos decisivos sobre las obras que fueron realizadas para este Mundial de Futbol.

-La eliminación o movilidad de familias y comunidades para la construcción de estadios, con la violación al derecho de vivienda en las comunidades y barrios populares.

-La profundización de las desigualdades urbanas, debidas a la denigración ambiental.

-La apropiación del deporte por entidades y grandes corporaciones, a las cuales los Gobiernos han delegado responsabilidades públicas.

-El desprecio sistemático a las regulaciones y leyes ambientales, laborales y de consumo.

-La inversión de prioridades con dinero público que debía destinarse principalmente a la Salud, Educación, Saneamiento básico, Transporte y Seguridad.

-El establecimiento gradual de una excepción institucional, mediante decretos, medidas provisorias, estatutos y resoluciones.

-La eliminación de los espacios sagrados de las Religiones Católicas de origen africano y otros.


Tarjeta Amarilla

Como Iglesia, nos comprometemos:

-A asistir a los aficionados y jugadores en sus demandas espirituales y de encuentro con Dios, así como a hacer presencia durante el evento.

-A apoyar a las comunidades vulnerables, especialmente a aquellos en situación de calle, para que no sean retirados de los espacios públicos durante el Mundial, para después ser regresados como objetos de estorbo.

-A participar en la conscientización de los que nos visitan, para que no practiquen el turismo sexual y sirvan como presencia que promueva la dignidad humana y la confraternidad universal.


Tarjeta Azul
El gol de la Victoria


El juego ha comenzado, y Brasil se ha transformado en un inmenso campo de futbol sin gradas ni palcos. Somos convocados a formar un único equipo, en el cual todos somos titulares del juego de la vida, que no admite espectadores. Mas, una victoria de todos sólo se alcanzará si estas exigencias fundamentales son cumplidas:

-Que los barrios populares y las personas en situación de calle tengan garantía de permanencia en sus localidades y seguridad para su vida, así como todos los brasileños y turistas.

-Que las Leyes Laborales que protegen a los trabajadores sean integralmente respetadas.

-Que nadie sea perseguido por trabajar en el espacio público.

-Que haya acciones eficaces para evitar el trabajo esclavizado, el tráfico humano y la explotación sexual, especialmente de niños y adolescentes, con castigos severos y expeditos para los infractores.

-Que los Movimientos sociales no sean criminalizados y sean respetados sus derechos a manifestarse públicamente.

-Que se les respeten sus derechos a los aficionados.



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