jueves, 26 de junio de 2014

Ventajas de enseñar y practicar la pureza

Lic. Lupita:


Tengo un hijo de 34 años, que anda con una y otra mujer y dice que le aburren todas. Veo que las maltrata, aunque no lo acepta y ellas admiten esa conducta. La mujer con la que ahora sale le ha propuesto hacer “tríos”, y él opina que eso será divertido. ¿Qué puedo hacer yo? Me siento rebasada, no puedo comprender estas preferencias de los jóvenes de hoy, y siento que la juventud está perdida.


Consuelo R.


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QUERIDA CONNIE:

Tu hijo es un adulto; es decir, un ser humano, libre y responsable; aunque, por lo que me dices, no parece ni lo uno ni lo otro. Como madre, debes rezar con Fe pidiendo ayuda a quien más nos ama. Además, puedes emprender algunas acciones que le lleven a recapacitar.

Es premisa imprescindible revalorizar la sexualidad humana. La visión que prevalece es totalmente hedonista; nuestros ambientes erotizados no favorecen la vivencia de la pureza como virtud; por el contrario, la descalifican como cosa del pasado represivo y se burlan de ella, olvidando el terrible dolor que causa su ausencia.

Pureza se define como la virtud cristiana gracias a la cual se regula la capacidad generativa de acuerdo con la recta razón, iluminada por la Fe. Comienza por una mirada limpia y termina por gestar hombres templados, rectos, capaces de amar en plenitud.

San José María Escrivá de Balaguer decía: “Cuando te decidas con firmeza a llevar vida limpia, para ti la pureza no será carga: será corona triunfal”. Y Jesucristo, en su Sermón de la Montaña, nos enseñó cómo alcanzar la felicidad: “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt. 5, 8).

No podemos decir “Así está la juventud”, sin responsabilizarnos por la educación que nosotros mismos les hemos dado. Los jóvenes de hoy son hijos de padres blandengues que no les hablaron de sexualidad ni mucho menos de castidad y pureza. No estamos formando hombres virtuosos porque nos dejamos mal-educar por los Medios de Comunicación, que cada vez son más vulgares.

Los padres de hoy no formamos en la pureza, y luego queremos hijos fieles y felizmente casados. ¿Cómo esperamos eso cuando todo favorece lo contrario y nosotros nada hacemos? Hay una promoción de promiscuidad, incluso alentada por nuestro Gobierno.

Nos sentimos impotentes ante esta avalancha de sexo y placer que tanto dinero reporta a algunos. Pero hay una esperanza: preparémonos para formar a nuestros hijos con valores altos.

Existen ya en nuestra ciudad los Retiros Juveniles EVAE, que muestran que la pureza es posible. Cristy Landeros es su fundadora (3334433085). Tuve la fortuna de participar en el que se llevó a cabo en Junio, Mes del Sagrado Corazón de Jesús, y pude constatar que cuando se les habla de ideales altos y dignos a los jóvenes, ¡ellos quedan sinceramente motivados a vivirlos!

70 jóvenes hicieron la promesa de vivir el amor en fidelidad y exclusividad; razonaron, analizaron y se convencieron de que ésta es la mejor forma de vivir. Saben que la clave para ser felices y hacer feliz a la persona que aman puede expresarse sencillamente así: uno con una, y para siempre.

Citando a San José María: “Todos sabemos, por experiencia, que podemos ser castos, viviendo vigilantes, frecuentando los Sacramentos y apagando los primeros chispazos de la pasión, sin dejar que tome cuerpo la hoguera. Y precisamente entre los castos se cuentan los hombres más íntegros, en todos los aspectos. Y entre los lujuriosos dominan los tímidos, egoístas, falsarios y crueles, que son características de poca virilidad”.


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