Luz para creer:
Yo soy la luz del mundo. Quien me siga, no caminará en tinieblas; antes, tendrá la luz de la vida (Jn 8, 12).
Pbro. Sergio Manuel Guzmán García, S.J.
En este Año de la Fe, que concluye el 24 de noviembre, el Papa Francisco ha enviado a toda la Iglesia su Carta Encíclica Lumen Fidei, en la que, como Sucesor de Pedro, quiere “confirmar a sus hermanos en el inconmensurable Tesoro de la Fe, que Dios da como luz sobre el camino de todo hombre” (Cfr. No. 7). Inspirado y alentado por esta Carta, recomiendo 10 películas que, sin ser explícitamente religiosas, pueden ayudarnos a reflexionar sobre la propia Fe y la que otros nos comunican.
1) El sabor de las cerezas, de Abbas Kiarostami (Irán, 1997, 98 minutos).
Conmovedora historia que guarda cierto paralelismo con la película Fresas silvestres, de Ingmar Bergman. En las afueras de Teherán, en un paisaje seco y polvoriento, seguimos a un hombre de mediana edad que quiere suicidarse y busca afanosamente a alguien que lo entierre, si lo consigue. Después de la negativa de un soldado y de un seminarista, un hombre mayor accede a ayudarlo… Pero antes le habla de su propio intento de suicidio, y de cómo, gracias al sabor de las cerezas arrancadas de un árbol, prefirió seguir viviendo. Aquí podemos evocar la historia del Profeta Elías, que se adentra en el desierto y pide al Señor le quite la vida, y cómo el Ángel del Señor le dice: “Levántate y come, pues te queda todavía un camino muy largo” (1 Re 19, 7). Y también la de tantos creyentes que atraviesan un desierto existencial y luchan por la vida.
2) Camino a casa, de Zhang Yimou (China, 2000, 89 minutos).
“Mi padre murió repentinamente. Recién me enteré anoche…” Con estas palabras en off (fuera de la imagen), comienza la película. Mientras seguimos la narración, contemplamos un camino nevado que conduce a las montañas. Quien habla es el hijo único del difunto, que va a encontrarse con su madre. Ella prepara un funeral tradicional para honrar la memoria de su esposo y maestro del pueblo. El ritual consiste en llevar al muerto en andas desde la montaña, mientras la gente le grita al muerto: “Éste es el camino a casa”. En el Camino de Emaús (Cfr. Lc 24, 13-35) encontramos a dos discípulos que lloran por un muerto: Jesús de Nazareth. Un caminante se acerca, les pregunta sobre lo que vienen conversando, los escucha, les explica todo lo que en la Escritura se refiere a Él; entra a casa con ellos, comparten el pan… y luego se va. En ambas historias hay un camino de Fe que nos lleva a casa con Dios.
3) En un mundo mejor, de Susanne Bier (Dinamarca, 2010, 113 minutos).
Ganadora del Óscar a la Mejor Película de habla no inglesa, esta cinta narra la historia de Anton, médico que divide su tiempo entre una ciudad idílica en Dinamarca y un caótico campo de refugiados en África. Abuso, abandono, rabia y deseos de venganza hay en ambos lados. Elías (hijo de Anton) sufre el constante bullying de uno de sus compañeros, hasta que otro chico le defiende (Christian). Anton también es golpeado por un mecánico frente a sus hijos y Christian, mas éste se defiende poniendo la otra mejilla. Christian cree que eso no puede quedarse así y planea con Elías una “venganza” (título original de la cinta). He aquí el dilema: aplicar la “ley del talión” (“ojo por ojo, diente por diente”) o poner la otra mejilla (Cfr. Mt 5, 38-39), que puede ser una forma de enfrentar al agresor y buscar caminos para el perdón, la reconciliación y la paz… y así acceder a un mundo mejor.
4) Cambio de planes, de Pedro Arango (España, 2011, 110 minutos).
En días previos a la Navidad, Manolo -un hombre de unos 40 años, distanciado de su esposa, con poca comunicación con sus hijos, con una vida más bien decadente y rutinaria- se encuentra con Antonio, un chico de 15 años con cáncer terminal. Antonio se sabe enfermo, que va morir; pero tiene mucha vida por dentro… y es la que quiere compartir y contagiar a todos. “¿Cómo andamos de Fe?”, le cuestiona el chico a Manolo, quien se sincera: “Antes creía, pero ahora no”. Antonio, con su buen humor, le dice: “Yo, al revés; antes, nada, y ahora no tengo duda”. Aquí podemos evocar aquel diálogo de Jesús con el padre del joven epiléptico (Cfr. Mc 9, 14-29), en que al ser cuestionado en su Fe, éste le responde: “¡Creo, pero aumenta mi Fe!”. Cambio de planes es una bella historia, con sus toques de humor, que nos invita al cambio de actitudes, a valorar y buscar la vida, a crecer en la Fe.
5) Espacio interior, de Kai Parlange Tessmann (México, 2012, 89 minutos)
Basada en una historia real, con una buena edición y buen ritmo, esta película nos cuenta cómo vive Lázaro su prolongado secuestro en un cuarto de tres metros cuadrados y completamente aislado del mundo exterior. Con varios emplazamientos de cámara, vemos cómo este joven y reconocido Arquitecto transforma tan reducido espacio, negocia, lleva cuentas, se ejercita, ora… y con el recurso del flasback, sabemos más de su historia personal, de su familia, de sus padres, hermanos, esposa e hijos. Con un montaje en paralelo, vemos lo que hace su familia buscando su liberación. Por supuesto, el nombre ficticio de Lázaro (“Aquél al que Dios socorre”) nos recuerda al amigo de Jesús, que fue desatado y liberado de la muerte. No olvidemos también el cuestionamiento de Jesús a Marta: “¿No te he dicho que, si tienes Fe, verás la Gloria de Dios?” (Jn 11, 40).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario