Daniel León Cueva
Ésta es apenas una parcial escena de cada 12 de Octubre, cuando la Reina de Jalisco retorna de su periplo de cinco meses por la Zona Metropolitana a su Santuario. Nada ni nadie logra convocar semejantes multitudes. La pequeñez y modestia de la imagen de La Evangelizadora y Taumaturga Virgen de Zapopan hace contrastar, en singular prodigio, el júbilo, Fe y devoción de millones de peregrinos.
Como es sabido, el 11 de Octubre es ya la Fiesta Patronal de la Arquidiócesis de Guadalajara, y por eso habrá Solemne Concelebración Eucarística a partir de las 18 horas en la Explanada del Instituto Cultural Cabañas.
Esta vez, el Día de “La llevada” de la Virgen caerá en sábado, y por eso reproducimos aquí uno de los tres Himnos (el de Laudes) para el “Oficio Litúrgico de Santa María en Sábado”, de la inspiración de un gran Poeta místico y Religioso Franciscano, el Padre Fray Jerónimo Verduzco Villarreal:
Tócame el corazón y palpa el grito
deste silencio roto y desolado,
y déjame subir, enamorado,
a tus manos de sol y de infinito.
No tengo otra palabra, de hito en hito,
que este clamor de ciervo lacerado.
Soy el hijo perdido y encontrado.
Atrás dejé la cárcel y el delito.
Si eres amor y solo amor, María,
acógeme y acúname en tus brazos.
¿Quién tiene más derecho
a tu alegría:
el que nunca se fue de tu inocencia,
o el que regresa herido de trallazos?…
¡Sonríeme, Señora, soy la ausencia!
Amén.
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