Sergio Estrada González
México, D.F.
En días recientes, se llevó a cabo el XI Encuentro Nacional de Diáconos Permanentes, con el Lema: “El fortalecimiento de la identidad misionera en el Año de la Fe “, el cual tuvo como objetivo promover el Ministerio Diaconal Permanente en las diferentes Diócesis del país, además de animar y fortalecer a quienes ya están en este ministerio que alienta la Iglesia Católica a raíz del Concilio Vaticano II.
Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz, Obispo Auxiliar de San Andrés Tuxtla, Veracruz, y Responsable de la Dimensión del Diaconado Permanente, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, explicó, en entrevista, los temas que se expusieron en el Encuentro Nacional de Diáconos en el Año de la Fe: Enfoques de la Fe; La significancia de la Revelación; Los símbolos de la Fe; La relación de la Fe con el conocimiento; Los desafíos de la Fe; Los retos de la transmisión de la Fe en la Sociedad, además de temas como Identidad de la familia, entre otros.
En este sentido, el Prelado informó que se presentaron los avances de los Documentos que la Iglesia necesita para la promoción del “Ministerio del Diaconado”; las Normas Básicas para su Formación, y un Directorio para el Ministerio de vida del Diaconado, y que todavía no tiene la aprobación de la Santa Sede.
Durante la evaluación, Mons. Zapata Ortiz dio a conocer que fueron alrededor de 50 Diáconos, con sus esposas, provenientes de diferentes Diócesis, como Veracruz, San Cristóbal Las Casas, Monterrey, San Luis Potosí, León, Tuxtepec, San Andrés Tuxtla y Matamoros: “Hay que aclarar que no todas las Diócesis del país tienen este Ministerio de Diaconado Permanente, pues son alrededor de 45 (de un total de poco más del doble), mientras que el resto carece de la formación diaconal”.
Estilo de vida del Ministerio Diaconal
Al explicar el porqué estos Diáconos son casados, el Responsable de la Dimensión respectiva recordó que cuando Jesús comenzaba su predicación, la mayoría de las gentes que invitó para la tarea de la Evangelización correspondía a hombres casados, pero Él no lo era, ni San Pablo, y comenzaron las excepciones. Así pues, al principio casi todos los Apóstoles y Discípulos fueron casados; sin embargo, la Iglesia Latina adoptó el celibato como medida disciplinaria, no como medida dogmática.
De esta manera, prosiguió el Obispo Zapata, “vinieron a menos los Sacerdotes casados y el Diaconado quedó como transitorio. Y al pasar de los siglos, en el Concilio Vaticano II se retomó la conciencia de que faltaba algo para completar la estructura de la Iglesia y se restauró el Ministerio Diaconal”.
Requisito esencial para el Ministerio Diaconal
En este marco, el informante aludió a las características de vida de los Diáconos y sus esposas para ser buenos servidores del Señor: “Necesitamos esencialmente un encuentro con Jesús para vivir una vida nueva, para tener un nuevo estilo de vida. No cambiamos por una idea que se tenga; necesitamos el encuentro real con Jesucristo para caminar rectamente en el Ministerio Diaconal”.
Al referirse a las estadísticas del incremento de aspirantes a ese Ministerio, señaló: “Sí va en aumento; no como se quisiera, pero va en aumento. Hoy, tenemos alrededor de 900 Diáconos Permanentes en el país, y el aumento por año es de alrededor de 20 a 30 Diáconos, teniendo en cuenta que este Ministerio sólo está en la mitad de las Diócesis de la República, y de esa mitad únicamente tienen Escuela de Formación pocas Diócesis, porque la mayoría no la tienen”.
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