jueves, 24 de octubre de 2013

El Estudio de Dios

III Congreso Teológico

La Universidad es la Casa de la Teología


En la Universidad del Valle de Atemajac se llevó a cabo, del 22 al 25 de octubre, un Congreso que tuvo como objetivo el “Redescubrimiento alegre de la Fe”, siendo éste el primer evento de carácter colectivo con que se han iniciado los Festejos por el 150º Aniversario de la Arquidiócesis de Guadalajara.


Mónica Livier Alcalá Gómez


IMG 8599La UNIVA fue la sede de este Congreso Teológico enmarcado en el Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI en octubre del año anterior. Por eso fue su Rector, el Padre Francisco Ramírez Yáñez, quien dio la bienvenida a los cientos de asistentes -entre Sacerdotes, Religiosas y Laicos-, así como a los expositores y conferencistas.

En su discurso inaugural, el Padre Francisco Ramírez invitó a todos a sentirse en su casa: “¿Por qué a sentirse en su casa? Porque la Universidad fue, en el Siglo XII, el espacio donde nació la Teología como Ciencia y, de forma correlativa, la ciencia teológica fue el pábulo, el alimento de donde nació la Universidad”.

El Rector recordó que durante el primer milenio del Cristianismo los grandes Teólogos eran los Pastores; por tanto, su interés era eminentemente pastoral: “La reflexión teológica venía seguida por un doble motivo: dar razón de la Fe, como dicta la Primera Carta de Pedro, a fin de contrarrestar la herejías que se suscitaban en el seno de la Iglesia”. Y esta constante labor dio origen a la ciencia teológica propiamente dicha: “San Anselmo recuerda esta estructuración de la Teología cuando refiere que la Fe reclama la inteligencia”.

Así mismo, la Fe es respuesta a la Verdad Revelada, aquélla a la que el hombre, capacitado para recibirla, no puede acceder por sí mismo: “La coherencia entre la Razón y la Fe demanda que la reflexión creyente sea de forma sistemática, sea una Ciencia”.

No se trata de verdades paralelas, sino de una única verdad, que anda por dos caminos diversos pero no antagónicos, sino complementarios.


El ruido no deja escuchar la Palabra
“En el tiempo actual, el esfuerzo por escuchar la Palabra en medio de tantas palabras y de llegar a una conclusión científicamente acertada, es un trabajo arduo. Los campos de especialización se han multiplicado, llegando a un pensamiento cada vez más fragmentado y disociado de la vida”.

También comentó el Padre Rector de la Universidad Católica que, sin dejar de lado la rigurosidad científica, la Teología podría ofrecer una respuesta a las preguntas de la vida, con una explicación acerca de las verdades que Dios nos ha dejado en Jesús: “De esta forma, la Teología, en cuanto Ciencia, seguirá siendo de especulación sobre la verdad revelada, pero en cuanto sabiduría, llegará a tocar las prácticas pastorales para darles mayor dimensión con un nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones”.

Como especulación, abundó, seguirá la verdad y el rigor científico; “como sabiduría, seguirá siendo un motivo para que, fraternalmente, nos experimentemos en casa, bajo el calor del hogar fraterno de Dios, que vino a nacer en su Hijo y puso su morada entre nosotros”.

Por ello, finalizó el Padre Ramírez Yáñez, se entiende por qué decir que se encuentran en casa, porque la Universidad es la Casa de la Teología, “y ustedes están en esta Casa para que, juntos, podamos redescubrir la alegría de la Fe”.


Posteriormente a la bienvenida del Rector de la UNIVA, Padre Francisco Ramírez Yáñez, otro de los organizadores, el Arzobispo Emérito de León, José Guadalupe Martín Rábago, en su calidad de Encargado de la Dimensión para la Doctrina de la Fe, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, también dirigió unas palabras:

“Realizamos un Congreso Teológico en un momento histórico, a punto de terminar el Año de la Fe, y en el marco de una ardua tarea de Nueva Evangelización… No queremos quedarnos sólo en reflexiones académicas, sino que debemos armonizar lo científico con las vivencias pastorales”.

Reconoció que, si bien la Teología por ser Ciencia requiere rigor y estructura, se debe recordar y armonizar todo el contenido de la Fe con el acontecimiento de Aparecida: “No se trata de rigidez doctrinal, sino de solidez cristiana, dentro de una mayor reflexión teológica”.

Por su parte, en representación del Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, acudió Monseñor José Leopoldo González González, Obispo Auxiliar, quien, en nombre del Cardenal Robles, inauguró oficialmente el evento implorando a Dios su protección e inspiración.


La necesidad de mayor conocimiento

La Teología, un saber más elevado pero abierto a todos


Semanario tuvo la oportunidad de entrevistar a Mons. José Guadalupe Martín Rábago, Arzobispo Emérito de León y Encargado de la Dimensión de Doctrina de la Fe, de la Conferencia del Episcopado Mexicano


Mónica Livier Alcalá Gómez


maxresdefaultLa Teología, según la define Santo Tomás de Aquino, es la Fe que busca el conocimiento; es decir, que pretende hacer que la Palabra de Dios sea conocida y profundizada de una manera científica: “La Teología es una Ciencia, que al igual que todas las Ciencias, utiliza sistematización, metodología, análisis”, Asentó el Arzobispo.

Si es sólida, debe utilizar también un bagaje filosófico que le sirva de elemento para expresarse: “Es el conocimiento de alguien que, después del saber catequético, quiere alcanzar una dimensión más alta todavía en el ámbito del conocimiento de las verdades de la Fe”.

Monseñor Martín Rábago detalló que hay tres niveles de conocimiento en el acercamiento a la Palabra de Dios:

-Nivel del conocimiento kerigmático: “Lo inicial, lo básico, el núcleo. Provoca, más que nada, una adhesión gozosa y totalmente alegre a la Palabra de Dios, que es una invitación a creer”.

-Nivel del conocimiento catequético: “La Catequesis es un conocimiento también organizado, sistemático, metodológico, y tiene como finalidad llegar a todo el Pueblo de Dios desde sus primeros años de vida. Por eso se imparte especialmente a los niños, pero no sólo a ellos”.

-Nivel del conocimiento teológico: “Está reservado, digamos, a grupos más selectos, para aquellas personas que tienen un mayor interés y posibilidades de llegar a un conocimiento más sólido, profundo, de lo que la Palabra de Dios nos ofrece”.


¿Cómo ayuda la Teología al fiel cristiano?
“La Teología puede servir, como dice San Pedro en su Carta, para dar razón de nuestra Esperanza. Cuando vivimos en un mundo como el actual, muy individualista y escéptico, te preguntan si tú crees, pero también por qué crees. Incluso muchos de los que tienen dudas son personas de Ciencia e Investigación, y no aceptarán cualquier tipo de respuestas; allí entra el Teólogo para ayudarles a ellos también”.

Por eso es importante que los Teólogos sepan pulsar la realidad y problemáticas presentes, pues desde la Teología puede conectarse la Fe con la Cultura, abundó: “Que haya un diálogo entre la Fe y la Cultura, no quiere decir que sólo para los hombres cultos vale el pensamiento teológico, pero sí especialmente para quienes tienen preguntas en ámbitos más profundos de la Fe”.


La Teología de la Liberación es un aporte importante
“La Fe es única, pero las Teologías son muchas. No es lo mismo la Fe que la Teología; por lo tanto, la manera de acercarnos a la Fe tiene diferentes caminos, y en ese sentido es que hay corrientes teológicas”.

El Arzobispo Emérito de León aseguró que en Latinoamérica se ha trabajado más con una Teología de fuente europea, aunque ya se está planteando el hecho de que América Latina cree su propia Teología que partiera de la realidad propia del Continente: “Es legítimo, no tenemos por qué tener una sola Teología en toda la Iglesia; muchos Manuales que estudiamos fueron elaborados desde una realidad europea; hoy se nos está exigiendo una Teología que asuma la realidad histórica y la problemática de nuestro Continente para buscar llevarla a un descubrimiento acorde a su situación, a la luz de la Palabra de Dios”.

Afirmó que América ha dado un aporte interesante, que es la Teología de la Liberación: “Sabemos que este Teología, que conoció su auge a mitad del Siglo pasado, tuvo excesos, tuvo posiciones, pues se utilizó muchas veces como vehículo para la reflexión de la Filosofía Marxista. Eso cuestionó la viabilidad de una Teología Latinoamericana; pero no todo el contenido de esta Teología tiene ese lastre; hay mucho en ella que, sin acercarse al pensamiento marxista, busca reflexionar para dar respuesta a la problemática de la pobreza, la desigualdad y la injusticia”.

El Papa Francisco mismo ha reconocido lo que esta Teología tiene de positivo, en cuanto que puede ser una aportación significativa por parte de América Latina, reconoció el Prelado, por muchos años Formador y después Rector del Seminario Diocesano de Guadalajara.



“Una auténtica Teología siempre será Teología de la Liberación, en el sentido de liberar al hombre de sus ataduras del pecado y también de las injusticias”



La preparación de los laicos

Para Monseñor Martín Rábago es muy importante que los Laicos ahonden más en su conocimiento teológico: “No puede ser que el Laico sea solamente el que sirve para ejecutar cosas que los Clérigos pensamos. Simplemente, el Laico no debe ser aquél que hace lo que el Clérigo piensa. Esa es una visión clericalista”.

Apuntó que desde el Concilio Vaticano II, se ha especificado que el Laico tiene derechos dentro de la Iglesia que le corresponden por su Bautismo; no es un “benigno regalo que le hace el Clérigo”, sino que, en virtud de su Bautismo los tiene: “Sólo tiene que saber ejercer estos derechos, y para poder hacerlo necesita competencia, pues no basta sólo con el conocimiento de la catequesis elemental, sino una competencia más alta. En la medida que el Laico se capacite, podrá también actuar en la Iglesia con una capacidad respetable”.

Finalmente, exhortó a los Seglares a creer en su propia capacidad: “Que crea, que exija que se le respete en lo que le corresponde por derecho propio en la Iglesia”.


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