La institución del Matrimonio se pretende rebajar

Norma Angélica Trigo González

El “matrimonio” avalado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación entre personas del mismo sexo, sólo será una parodia de lo que ha sido una institución milenaria, pilar de la Sociedad. “Pareciera que es un desafío del Maligno al Dios Creador”. Así lo expresó el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, al reiterar que la postura de la Iglesia no cambia y el Matrimonio sólo puede darse entre un hombre y una mujer.
Agregó que, tristemente, en Estados Unidos también se aprobó, y advirtió que oponerse al supuesto matrimonio entre personas del mismo sexo, no significa que dejen de reconocerse sus derechos. “Si así fuera, cualquier expresión divergente a esa postura tendría que calificarse como homofóbica”.
Por otro lado, enfatizó que la categoría del Matrimonio se está rebajando a una mera unión homosexual. “No es que se esté elevando la unión homosexual a categoría de Matrimonio; el Matrimonio se está rebajando a una mera unión homosexual, y esto tiene una pretensión: cambiar toda la estructura que sostiene a lo que la mayoría ha optado objetivamente por la bondad natural; se trata de ajustarla, de irla adaptando para que encaje en la visión subjetiva que tiene una minoría, y eso es en detrimento de esta institución”.
El Arzobispo Metropolitano apuntó que, al cambiar la estructura, cambia también el derecho de adoptar hijos, de poseer la patria potestad. “Y el derecho de un hombre y una mujer a casarse ya no se va a poder ejercer, pues van a atenerse a lo que las Leyes les ofrezcan. Como una parodia de lo que fue la institución que, por milenios, ha sido fundamento de la Sociedad”.
Externó que, jurídicamente, la Iglesia está dispuesta al diálogo, al debate y a explicar públicamente los motivos por los que no comparte la idea de que el Matrimonio sea entre parejas de hombres o mujeres. “Vamos a fortalecer la misión que tenemos, que es ayudar a los miembros de nuestra Iglesia a comprender la naturaleza y el fin del Matrimonio cristiano, y fortalecer la Evangelización”.
Luego enfatizó que la Iglesia no rechaza a la comunidad lésbico-gay. “Más bien, defendemos a una institución que muchos miembros de la Iglesia han vivido como ideal de su vida, como proyecto de su vida, y que quieren defenderla”.

“CERO TOLERANCIA”, DICE EL PAPA
En otro tema, nuestro Pastor Diocesano, también Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, dijo que cualquier caso de abuso a una persona es lamentable, y cuando surja debe presentarse una denuncia ante el Ministerio Público y al Obispo, si es que tiene qué ver con alguien que se dedique al ministerio de la Iglesia. “La vía es que, en cada Diócesis, si se diera un caso, acudan al Obispo propio, pero también puede acudirse al Ministerio Público a poner la demanda, con toda libertad y con todo derecho; pero, eclesiásticamente hablando, tendrían que acudir al Obispo propio”.
Aclaró que, en los casos que se presenten con pruebas y evidencias de violación de un menor, es la Santa Sede la que resuelve mediante la dimisión del estado clerical. “Se está poniendo por obra la determinación del Papa Francisco de cero tolerancia”.