jueves, 9 de julio de 2015

Ecos, voces y compromisos de la III Asamblea

Aportaciones de Equipos y Plenarios

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Vicaría Diocesana de Pastoral

Con la Luz del Espíritu Santo nos damos este Plan para ser una Iglesia en salida, decía nuestro Pastor Diocesano, el señor Cardenal José Francisco Robles Ortega. Y refinaba la idea cuando dijo que “está claro por dónde quiere llevarnos el Espíritu Santo” en este próximo año pastoral. Y por tercera vez dijo que el Espíritu Santo ha sido más activo, atento e inspirador que nosotros.
Por eso la corriente de las propuestas y expresiones de los Equipos, de los Subplenarios y de los Plenarios es, para toda la Arquidiócesis, agua refrescante, viva y fecunda. Es justo afianzar esas voces, es vital proclamar lo que las palabras, representantes de todo el territorio diocesano, de todas sus instancias, han manifestado, y que, calificadas por el Pastor, se erigen en compromiso, misión y tarea de todos.

REVISIÓN Y AUTOANÁLISIS
El jueves 2 de julio, el Equipo Base de la Vicaría realizó su reunión mensual ordinaria, en la Parroquia de Madre Santísima de la Luz, a cargo del Sr. Cura Gerardo Jiménez Lozano y del Vicario Marco Antonio Martínez González. Luego de la oración, se propuso el plan a desarrollar, tratando de revisar cada uno de los momentos de la III Asamblea, sobre todo si se cumplieron los objetivos de cada uno; se valoró la participación, el desempeño de los responsables y, al final, la experiencia y el fruto para cada uno de los miembros.
“Grosso modo”, o sea, en general, se aportó que, aunque se presentan imprevistos y detalles a enmendar, el desarrollo fue positivo y el fruto es manifiesto, al lograrse el Objetivo General de la Asamblea: profundizar el VI Plan Diocesano de Pastoral, para ser animadores del Proceso Pastoral.
Eso llegó y se quedó en todos, ante la presentación clara que hizo el Arzobispo con su presencia constante y su apoyo tan decidido, y más que nada, con participación de todos los Agentes elegidos, que cada vez se sienten más involucrados.
El primer momento metodológico tuvo como objetivo “retomar nuestro Proceso Diocesano, a fin de detectar los hechos englobantes y retos” (sobre la marcha del Proceso hasta ahora).

LA REALIDAD CONFIESA
La Secretaría de la Asamblea reportó dos hechos y, de ahí, se establecieron los retos venidos desde los Equipos.
1. HECHO ENGLOBANTE:
Desconocimiento y resistencia al Proceso Diocesano.

RETOS PROPUESTOS:
1.1. Promover y difundir el Proceso Pastoral del VI Plan en todos los niveles, con atracción evangélica.
1.2. Buscar estrategias para presentar de manera atractiva, y asumir, el Proceso Diocesano y el método participativo.
1.3. Buscar estrategias para difundir y asimilar el VI Plan.
1.4. Integrar el método participativo a través de estrategias efectivas en cada instancia diocesana.
1.5. Buscar mecanismos para involucrar a todos en nuestro Proceso Pastoral para enriquecernos y ser todos corresponsables.
1.6. Conocer, promover y asumir el Proceso.
1.7. Sensibilizar el Proceso Pastoral.
1.8. Que los Sacerdotes usen y vivan los mismos criterios de Pastoral.
1.9. Redireccionar el Objetivo, las 7 Líneas de Acción y el VI Plan (Libro), mejorando la comunicación metodológica en los Agentes de Pastoral (Sacerdotes, Laicos y Consagrados).
1.10. Renovar la Pastoral desde los líderes, venciendo las resistencias y sanando heridas.

2. HECHO ENGLOBANTE:
Mayor compromiso y unificación en el Proceso Diocesano (“hay”, “existe”, “tenemos”).

SUS RETOS FUERON:
2.1. Incentivar el espíritu de comunión, de participación y misión.
2.2. Seguir trabajando como verdaderos discípulos misioneros y transformar la realidad en que vivimos en sus diferentes ámbitos y contextos.
2.3. Mantener, fortalecer y alimentar la espiritualidad kerigmática en todo el Proceso Diocesano.
2.4. Sostener y acrecentar el Proceso Diocesano mediante la fraternidad, con sentido eclesial.
2.5. Fortalecer el compromiso en el Proceso Pastoral.
2.6. Garantizar el acompañamiento y seguimiento del Proceso, mediante la Formación de Agentes, viviendo la Espiritualidad de Comunión.
2.7. Continuar ofreciendo medios, espacios y experiencias de promoción y concientización del VI Plan Diocesano de Pastoral.
2.8. Sumando esfuerzos por trabajar en comunión, y así tener una Iglesia nueva en su ardor y en sus métodos (Obediencia).
2.9. Llegar a articular y vincular todas las instancias eclesiales.
2.10. La necesidad de una Iglesia que debe cambiar: mayor compromiso, renovarse o morir.

Se puede decir que todas estas aportaciones son la voz de nuestra realidad. Así estamos respecto al VI Plan y al Proceso. De ahí partimos, de ahí siguen los trabajos. Como el Pastor lo ha recibido y estimado, es la voz de la Arquidiócesis; es, por tanto, la voz del Señor, expresada de esta forma. Desde este momento, tomemos nuestra medida y hagamos nuestro este sentir de la Asamblea en su primer paso.
Por su parte, el Equipo Base siguió valorando los resultados, cosa que vendrá enseguida. En esta misma sesión se habló de retomar, más pausada y detalladamente, la evaluación del camino para los primeros días de agosto de 2015. El señor Cura Gerardo ofreció, en su casa, una deliciosa comida; caso especial, pues siempre esta reunión termina antes de la hora de comer. Así que muy bien atendidos por los anfitriones; por lo tanto, muy agradecidos por su fineza. En la evaluación se mencionó el edificante desempeño y servicio de los hermanos Seminaristas, tan generosos y acomedidos. También, gracias a sus Formadores.
No olvidemos cómo cerró el Cardenal Robles su determinación, como fin de la Asamblea: “Por supuesto que voy a respetar lo que la Asamblea ha expresado”, pero trabajando y profundizando al mismo tiempo. Además de que las otras incidencias no se descartan sino que se asumen. O sea, es importante tener todo “al dedillo”, estar en la jugada pastoral.

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