jueves, 23 de julio de 2015

Guillermo Dellamary, condecorado por la Arquidiócesis

Premio “José Ruiz Medrano”

Ofrecemos algunos de los conceptos que virtió uno de los galardonados con el Premio Católico al Comunicador, al recibirlo de manos del Cardenal Arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, en ceremonia efectuada el lunes 6 de julio.

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José de Jesús Parada Tovar

Psicólogo de profesión, Guillermo Dellamary Toral ha descollado también en el gremio periodístico, sobre todo por su permanente abordaje (principalmente a través de sus Columnas en el Periódico El Informador, pero también en Radio y Televisión) de interesantes temas de la conducta humana y social, y sus repercusiones actuales, imprimiéndoles, con frecuencia, un toque y enfoque filosófico cristiano.

En el camino andamos
Luego de recibir la Diploma alusiva, extendida por la Sección Diocesana de Pastoral de la Comunicación y firmada por el Cardenal Arzobispo, así como la estatuilla que representa al personaje cuyo nombre lleva el Galardón, el homenajeado hizo uso de la palabra en ese Acto Académico efectuado en el Refectorio del Seminario Diocesano Mayor: “El Bien siempre tiende a comunicarse. Y se vuelve más necesaria esta tarea en una Sociedad en la que predomina la información como un alud de datos, lo cual demanda, de toda persona y en especial de los Comunicadores, educación y autocrítica”.
Había iniciado su alocución recordando con gratitud y afecto a dos tíos suyos, contemporáneos y amigos de Monseñor Ruiz Medrano en el siglo pasado: los Canónigos José y Enrique Toral Moreno, eminentes Clérigos, Catedráticos de distintas asignaturas en el Seminario de Guadalajara, y enseguida formuló un apremiante llamado: “Que los Sacerdotes escuchen a los Seglares y aprendan de su experiencia; pero corresponde a los Laicos vivificar los Medios de Comunicación Social con el mensaje evangélico y el Magisterio de la Iglesia. Urge profundizar en una educación cristiana integral, así como apoyar a los Medios católicos”. Y añadió un deseo: “Ojalá los Periodistas católicos llegáramos a constituir una Asociación al servicio de la Iglesia en su misión evangelizadora”.

Por sendero seguro
Guillermo Dellamary enlistó y desgranó varias citas de diversos Documentos Pontificios. Concretamente, en alusión a “La Alegría del Evangelio”, del Papa Francisco, textualizó: “Porque si alguien ha acogido ese Amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otro? El Bien siempre tiende a comunicarse. Al vivir una profunda liberación, se adquiere mayor sensibilidad. Quien quiere vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien. Vivimos en una Sociedad de la Información que nos satura indiscriminadamente de datos y termina llevándonos a una tremenda superficialidad a la hora de plantear las cuestiones morales. Por consiguiente, se vuelve necesaria una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca un camino de maduración en valores”.
Y aludió a un párrafo significativo de Evangelii gaudium: “La psicología de la tumba convierte poco a poco a los cristianos en momias de museo. Desilusionados con la realidad, con la Iglesia o consigo mismos, viven la constante tentación de apegarse a una tristeza dulzona, sin esperanza, que se apodera del corazón, ‘el más preciado de los elíxires del Demonio’. ¡Estamos llamados a iluminar y a comunicar vida. No nos dejemos robar la alegría evangelizadora!”.

Guillermo Dellamary Toral se inició en 1985 como Columnista en diversos Diarios de Guadalajara, señaladamente en El Informador, donde ha escrito por más de 27 años consecutivos.
También ha sido Conductor de Programas de Noticias en Radio Grupo DK y, con distinta temática, en otras Emisoras, incluyendo Televisión a través del Canal 6, María Visión y Televisa. Es Conferencista sobre diversos tópicos humanos y del Evangelio, tanto en Parroquias como en centros educativos y Grupos y Movimientos de Apostolado Seglar.
Cursó estudios de especialización en la Universidad del Valle de Atemajac, en la Universidad Iberoamericana, en la Universidad Autónoma de Guadalajara y en la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma. Autor de varios libros de orientación cristiana en torno a la problemática social actual, también ha impartido clases en la UNIVA, en la Universidad Panamericana y en el Instituto “Juan Pablo Segundo”.
Desde hace dos años, dedica tres meses, en Roma, a frecuentar variadas fuentes de consulta, en especial el Archivo Secreto Vaticano, para estudiar la Revolución Mexicana y la Persecución Religiosa. Asimismo, desde la Sala de Prensa Vaticana, trabaja en el desarrollo de un Centro de Pensamiento Católico, tendiente a difundir las actuales enseñanzas del Papa Francisco.

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