jueves, 30 de julio de 2015

Algunos apuntes sobre la fuga del “Chapo” Guzmán

Chapo-5-1

Mtro. Jorge Enrique Rocha Quintero

Sin duda alguna, la noticia del mes de julio fue la fuga, del Penal del Altiplano, de Joaquín Guzmán Loera, alias el “Chapo”. Por segunda ocasión, el jefe del cártel del Pacífico se escapó de una cárcel de máxima seguridad, y con ello puso en entredicho uno de logros más importantes en materia de seguridad que tenía la actual Administración del Gobierno Federal.
Este hecho suscitó infinidad de reacciones, que van desde la fuerte crítica en la Prensa internacional hasta la multiplicación de los “memes” en Redes Sociales que hacen mofa de este suceso. Desde mi particular parecer, los puntos sobresalientes sobre este acontecimiento son los siguientes:
De acuerdo con lo que la Prensa de circulación nacional y algunos especialistas señalan, el “Chapo” Guzmán nunca dejó de operar su organización, y desde dentro del Penal de alta seguridad en el Estado de México seguía conduciendo al cártel de Sinaloa. Uno de los asuntos más preocupantes es que el Gobierno no desarticuló la estructura financiera y operativa de esta organización criminal, con lo cual desoyó lo que muchos expertos afirman de que, para contener a estos grupos de la delincuencia organizada, es necesario romper las estrategias y mecanismos de lavado de dinero.
Las explicaciones que dio el Gobierno de la República sobre la manera de cómo el “Chapo” Guzmán escapó de la prisión, resultan inverosímiles. La construcción del túnel sin que se dieran cuenta las autoridades del Penal (incluyendo el requerimiento de la cantidad de tierra que sacaron, el acceso a los planos del reclusorio para trazar el corredor de forma correcta o lograr atravesar una estructura que se consideraba impenetrable); el retraso para notificar de la fuga del presidiario al Ejército y la Marina; la ausencia de cuidado del reo en ese momento… son hechos que no tienen explicaciones sólidas y que ponen en duda las versiones oficiales.
La sombra de la corrupción vuelve a acechar al sistema de justicia del país. Con este episodio, queda claro que el problema es de corte estructural y que el Gobierno actual, a pesar de su retórica, no ha podido avanzar en la materia. El Penal del Altiplano era uno de los pocos sitios donde se suponía no había una corrupción de tal magnitud. Ahora ello está en tela de juicio. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué ámbito se considera libre de estas sospechas?
En un país con un Gobierno que posea suficiente sensibilidad política y le dé una lectura adecuada al contexto de crisis de seguridad, el Presidente de la República hubiera suspendido la gira internacional que realizaba por Francia, argumentando motivos de seguridad nacional, y además habría destituido a los Funcionarios de su Gabinete responsables de las instancias involucradas en la fuga. Empero, la respuesta de Peña Nieto fue exactamente al revés: mantuvo a sus Secretarios de Estado involucrados en el asunto y continuó con su visita a Francia, donde, además, fue severamente cuestionado, debido a la enorme y costosa comitiva que llevó a aquel país.
De seguro, este hecho afectará nuevamente la ya muy deteriorada imagen de nuestro Primer Mandatario. Desde antes del proceso electoral de junio pasado, el Jefe de la Nación tenía niveles de desaprobación muy altos (comparables con los que tuvo el Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León luego de la crisis financiera de finales de 1994). De nueva cuenta, la Prensa internacional criticó con fuerza este desaguisado y el Titular del Poder Ejecutivo Federal ha sido objeto de mordaces críticas en las Redes Sociales. Esto, sin duda, seguirá complicando el escenario político nacional, sabiendo que a Ernesto Peña todavía le resta por cumplir la mitad de su sexenio.
Hasta aquí dejo estas reflexiones sobre la fuga del “Chapo” Guzmán Loera.

Correo electrónico:
jerqmex@hotmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario