Hemos tenido conocimiento, por la difusión que han hecho algunos Medios de Comunicación, de la declaración de quien se ha presentado como Julio César Zepeda Díaz, de tener, en su casa, una imagen de la Virgen de Fátima que, afirma, “llora sangre”. Fuera de esta información mediática, el Arzobispado de Guadalajara no cuenta con algún otro dato, como tampoco el Párroco del territorio al que pertenece la finca.
Al respecto, algunos Medios de Comunicación nos han preguntado sobre la posible veracidad de este hecho. Reiteramos que la Iglesia es sumamente cautelosa ante este tipo de eventos, y no puede haber ningún pronunciamiento sino hasta que la persona involucrada como principal testigo lo refiera directamente a quien corresponde, incluso antes de manifestarlo públicamente, como hasta el momento ha decidido hacerlo.
Posteriormente, es necesaria una investigación detallada y profunda para confirmar si lo dicho corresponde a la realidad. Esto requiere tiempo y seriedad en el proceso de discernimiento, porque así lo merece la misma manifestación divina (si fuera el caso), la Fe de los creyentes y el Dictamen de la Autoridad competente.
No queremos profundizar en esto hasta tener más elementos de juicio y, por lo tanto, tampoco queremos alentar situaciones que no pueden ser comprobadas. Por eso, no queremos ‘darle vuelo’ a un hecho que puede provocar no sólo un vano entusiasmo entre los creyentes, sino también confusión. Tampoco queremos desalentar, con declaraciones sin sustento, la verdadera convicción de quien vive su religiosidad día a día.
Esperamos que la veracidad o no de este hecho llegue a discernirse por los conductos adecuados, evitando cualquier morbo o curiosidad al respecto.
Oficina de Prensa y Comunicación Social.
Arzobispado de Guadalajara.
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