jueves, 2 de octubre de 2014

Afectaciones por las lluvias

La Iglesia trabaja en contabilizar daños


Mónica Livier Alcalá Gómez


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La Zona de Balcones de Oblatos, al extremo Nororiente del Sector Libertad, es un canal natural por donde corre el agua, y es por esto que, generalmente en tiempo de lluvias, se resienten inundaciones en este lugar, afirmó el señor Cura Sergio Arturo Gómez Martínez, Párroco de Santiago Apóstol y Decano de Santa Cecilia.

“El agua de diferentes arroyos baja de forma natural hacia nosotros, y por tal razón siempre enfrentamos estos problemas. En este caso, además, la caída de una tormenta tan fuerte y prolongada hizo que la corriente arrastrara vehículos, causara destrucción e inundara las casas y comercios; fue algo impactante”.

La gente de la comunidad sabe que estas cosas pasan de ordinario cada año, pero ciertamente no esperaban una afectación tan grande, porque no podía preverse que caería en esta zona un aguacero tan torrencial: “Gracias a Dios, la Parroquia no tuvo afectaciones, pues está en lo alto, pero muchos habitantes sí sufrieron graves daños y problemas”.

Desde que se resintieron los perjuicios, el Párroco comenzó a hacer algunas rondas por la colonia para verificar los destrozos. Hasta el cierre de esta Edición, tenía previsto llevar a cabo reuniones con Jefes de Barrio, con tal de que ellos den un informe detallado de las personas y viviendas afectadas, a fin de analizar de qué manera la Parroquia puede apoyarlas: “Hemos tenido la presencia muy cercana de Protección Civil y el Gobierno Municipal. Nos están ayudando de manera coordinada. El Gobierno prometió colchones, pero por ahora a mí me interesa primero conocer y contabilizar las necesidades más apremiantes de las personas, para, quizás después, plantear las peticiones de ayuda en forma más específica”.

Hay muchas cosas que pueden hacerse y en las que la comunidad diocesana puede apoyar. Por ejemplo, a través de la Fundación Garibi Rivera cabría otorgar créditos a quienes perdieron todo en sus negocios; pero esto se verá más adelante, una vez que se haga la contabilidad de los afectados y sus requerimientos reales, aseguró el Sacerdote. Asimismo, en su carácter de Decano de esa jurisdicción decanal, pretende llevar a efecto un sondeo de cómo se encuentran las demás Parroquias que pertenecen a la zona.

Por lo pronto, se hace a todos los fieles una invitación a orar por esta comunidad damnificada, y a que muestre su disposición en el respaldo y solidaridad fraterna que la situación amerite, una vez debidamente valorada y dimensionada.

Según un recuento hecho por Protección Civil en las primeras horas del martes, en la Perla Tapatía fueron 556 las casas dañadas, cerca de 400 en San Pedro Tlaquepaque, 16 en Tonalá, 300 en El Salto y otro número sin especificar, en Tlajomulco de Zúñiga.

Entre las colonias más afectadas destacan Las Conchas, San Carlos, Tetlán y Oblatos, en Guadalajara; la Jalisco, en Tonalá; Ojo de Agua y Juan de la Barrera, en Tlaquepaque, y La Huizachera, Las Pintitas, San José del Quince y Santa Rosa del Valle, en El Salto. En algunas de ellas el nivel del agua rebasó el metro de altura.


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