jueves, 30 de octubre de 2014

Mundo Católico

México

Obispos exhortan a no lucrar políticamente con la tragedia de Ayotzinapa


NOTA 1


En un Comunicado firmado por el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los Obispos manifestaron su preocupación y solidaridad por la desaparición de los 43 normalistas. Presentamos el Comunicado íntegro:

“Con profundo dolor ante los reprobables acontecimientos sucedidos en Ayotzinapa, Guerrero, unimos nuestra voz a lo ya expresado por los Obispos de la Provincia de Acapulco, de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, y muchos más, para manifestar nuestra solidaridad a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, por quienes hemos orado insistentemente a Dios.

“Al tiempo de expresar nuestra preocupación por toda forma de violencia, corrupción, actividad ilícita, nexos con el crimen organizado e impunidad, hacemos un llamado a las Autoridades a redoblar esfuerzos para encontrar a los estudiantes desaparecidos, sancionar a los culpables y hacer prevalecer el estado de derecho, a fin de garantizar la seguridad y una vida digna a todos los mexicanos y mexicanas.

“La situación de los desaparecidos y el sufrimiento de sus padres, madres y familiares, merecen acciones eficaces y respeto. Por eso, exhortamos a las fuerzas políticas, y a la Sociedad en general, a actuar con responsabilidad y a no lucrar políticamente con esta desgracia, ni convertirla en bandera para causar daños a terceros o provocar desestabilización, lo que alejaría aún más la necesaria justicia, equidad, seguridad y paz que México requiere para alcanzar un desarrollo del que nadie quede excluido.

“Invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe, rogamos a Dios que bendiga a los jóvenes desaparecidos, fortalezca a sus familias, ilumine a las Autoridades, convierta a los que hacen el Mal y dañan a tantas personas, y nos asista a todos para que, unidos en la legítima diversidad, hagamos lo que nos corresponde en la construcción de una Nación mejor. Por México, ¡actuemos!” (CEM).


Italia

Cinco rasgos de las mujeres católicas que aportan beneficios a la Humanidad


NOTA 2


ROMA- La Sección “Mujeres”, del Pontificio Consejo para los Laicos (PCL), publicó un Artículo en el que se destacan las cualidades de las mujeres católicas y los beneficios que aportan a la Humanidad.

El texto, titulado “Multitask, protectora y empática”, está firmado por la autora ecuatoriana Sonia María Crespo de Illingworth, Presidenta de la Fundación Familia y Futuro, y Directora de la Revista “Vive!”

La autora señala que la identidad femenina ha quedado desdibujada a causa del feminismo radical, y hace un recorrido a lo largo de la Historia para desmontar la insostenibilidad del modelo femenino que “perdió la conexión con lo propiamente femenino”.

Crespo subraya cinco cualidades de la mujer católica por los beneficios que aportan a la Sociedad:

1. Es transmisora de vida: Acoger en el seno materno, gestar la vida y dar a luz son funciones exclusivas de la mujer. Y si sólo en esto consistiera su misión, sería ya bastante. Sin embargo, su aporte va más allá.

2. Llama al hombre a ejercer la paternidad: la mujer es quien incorpora al varón a la paternidad. Desde los primeros días de ser concebido, la madre le presenta al padre a su hijo, a un nivel celular. Y luego, la mujer es quien va mostrando al hombre quién es su hijo y lo ayuda a comprender los procesos del crecimiento infantil y adolescente. ¡Con qué frecuencia los hijos acuden a sus madres para pedir interceder ante el padre! Ella es capaz de ver las situaciones con realismo e intuición a la vez.

3. Su presencia es insustituible: Especialmente los primeros años de vida del hijo, las neurociencias nos dicen que “la corteza cerebral no crece automáticamente, sino según la estimulación que recibe mientras está en su período de crecimiento principal, en los primeros años y cuando está en manos de su madre. Muchos estudios demuestran que mientras más horas pasa un hijo con su madre, más elevado será su coeficiente intelectual”.

4. Es formadora de la persona humana: La mujer posibilita a los hijos el ingreso al mundo afectivo pues es la primera referencia de amor y acogida; y en el transcurso de la vida de cada hijo, lo forma en los valores humanos y cristianos, enseñándole las normas de la convivencia social.

5. Artesana de la paz para el mundo: La madre trabaja con delicadeza y al detalle la conducta y el carácter de los hijos. Es creadora de una cultura de respeto y diálogo desde el interior de la familia. La mujer, cuando descubre que su vocación es al amor y se encuentra con el modelo de humanidad que le ofrece Cristo, se convierte en una verdadera artesana de la paz (ACI/EWTN Noticias).


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