Homilía en Zapopan

Fustigó la corrupción el Cardenal Sandoval

El Arzobispo Emérito de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, peregrinó en la Romería del 12 de octubre; presidió la Concelebración Eucarística de bienvenida a la Virgen de Zapopan en su retorno, y tuvo a su cargo la Homilía respectiva. He aquí algunos de

sus principales conceptos.

Yara Martínez González

La ausencia de Dios es el origen de todos los males; de la corrupción y la miseria; de la corrupción en todos los niveles y estratos sociales. Así lo aseguró el Cardenal Juan Sandoval en la explanada de la Basílica de Zapopan, a la llegada de la bendita imagen de Nuestra Señora de la Expectación, luego de haber recorrido durante cuatro meses numerosos templos de la Zona Metropolitana.

“La corrupción en todos los niveles, de arriba a abajo, es la causa de tanta miseria de mucha gente. De los jóvenes que se levantan para irse a los carteles, desesperados por no encontrar futuro ni estudio ni trabajo; de la violencia; de las muertes, que están convirtiendo al país en sepulturas clandestinas por donde quiera. Si no hubiera corrupción y se guardaran los Mandamientos de Dios Nuestro Señor, otra sería esta Sociedad”.

Agregó que los males morales son todavía peores, inmensos, sobre todo los que miran a la familia, ya que ésta es atacada malvada y diabólicamente por fuerzas ocultas, detrás de las cuales seguramente está Satanás, el homicida desde el principio, el enemigo del hombre.

Enfatizó que no se permite que Dios esté presente, debido a un Estado Laico mal entendido:

“Dios no está en los Tribunales; Dios no está en las Escuelas; Dios no está en la dirigencia del país; ahí no está Dios; no puede estar, se lo tienen prohibido. Es el Estado Laico mal entendido que exige la separación Iglesia-Estado como si fueran dos Poderes o dos Reinos, pero una separación Iglesia-Estado que no impide que el Estado se meta hasta en las limosnas; hasta allá se mete el Estado. ¿Pues no que hay separación? ¡Dejen las limosnas en paz!”

En defensa de la vida

Luego, el Arzobispo Emérito de Guadalajara deploró que el aborto haya sido legislado para que sea legal, siendo la aberración más grande de un pueblo de hijos de Dios, al permitir el homicidio de los seres más indefensos e inocentes.

“Y, en cuanto al divorcio, hay quienes se casan por ponerse el vestido blanco y hacer la fiesta, pero el compromiso ante Dios, jurado ante el Altar, de amor y de fidelidad, no se cumple, porque la gente no aguanta nada, porque la gente no quiere Cruz. De ahí vienen las separaciones y los divorcios. Piensan que el matrimonio es sólo gozo y alegría como en el noviazgo, y no, es un camino de santificación y salvación, y un servicio a la vida en esa Institución santa que ha creado nada menos que el Señor Dios. Junto con la Creación, creó al hombre y mujer y les mandó que se amaran y fueran una sola cosa”.

Mencionó la perversión pretendida de la niñez y la juventud, legislando los derechos reproductivos y sexuales de los niños y adolescentes para quitarles a los padres la Patria Potestad según las Leyes que van contra la Naturaleza y la Moral.

“Si no hay moralidad en los padres, hay un mal ejemplo y poca capacidad de corrección para los hijos”.

El Cardenal Juan Sandoval aseveró que hay desesperanza en estos tiempos difíciles y que la gente se pregunta: ¿Cuándo se acabará esta corrupción? ¿Cuándo se enderezará este país? ¿Cuándo saldrá del agujero?

Y, finalmente, puntualizó: “Tenemos a esta Madre Santísima, es la Madre de Dios. A Ella le pedimos con mucho fervor y devoción por nuestra propia vida cristiana, la de cada uno de nosotros, y le pedimos también por la salvación de esta comunidad cristiana; que remedie los males, que nos ayude a ir por el camino del Bien, que es el camino del Señor, el camino de la verdad, de la justicia, de la fraternidad”.