jueves, 30 de octubre de 2014

Reconocer las Líneas es como encontrar un parentesco

¿Qué es eso de Líneas? ¿De dónde salieron y…?


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Vicaría Diocesana de Pastoral


Si estamos en el panorama eclesial, si pertenecemos a esta Iglesia Diocesana, entonces las Líneas son algo nuestro. Sin embargo, si abrumados por el trabajo y las exigencias de una comunidad demandante no hemos seguido muy de cerca el curso de los acontecimientos pastorales en estos dos últimos años, entonces es necesario emprender una tarea reconstructiva y de reconocimiento.

Podría existir cierta razón de tal ignorancia porque quizás los participantes en las dos recientes Asambleas Diocesanas anuales no hemos asistido todos los Sacerdotes y Agentes de Pastoral por razones de espacio y logística, y porque, probablemente, en determinados entornos, en las reuniones de algunos Decanatos o Grupo Apostólicos no se ha hablado con claridad, sino más bien se ha asumido este movimiento de planeación como si fuera algo experimental, dubitante, lejano, no vinculante.

Pero, lo que sí está claro es que nuestro Pastor, el Cardenal Arzobispo José Francisco Robles Ortega, ha repetido que “aquél que no se involucra, no asume”; o sea, que quien no participa, no sigue la voz del Pastor. Y también ha señalado claramente que no sólo debemos conocer e informar sobre el proceso, sino coordinarlo, aceptar la responsabilidad, tanto Sacerdotes como Laicos comprometidos (7 de agosto en el Seminario Mayor).


Vayamos recapitulando

Entonces, urge reencontrarnos todos en las Líneas. Seguirlas, comenzando desde su origen:

Después del primer Encuentro con el Cardenal en su llegada, durante 2012 vino la encuesta de los hechos englobantes en varios campos parroquiales; ahí empezó todo, con la exposición de nuestra doliente y cruda realidad. Eso culminó con un Objetivo General y dos prioridades en junio de 2013, al celebrarse la Primera Asamblea de Pastoral.

Y en junio de 2014, en la II Asamblea Diocesana, ¿cómo surgen las famosas Líneas?

Al llegar los Agentes, en el Ver con los ojos del Padre el caminar diocesano, en el lapso de un año, se aportaron retos; entre otros, el kerigma, la Formación de Agentes, atender al Proceso Diocesano, etc.

De la Parroquia al Decanato, a través de la Vicaría Episcopal, surgieron las metas a alcanzar. Éstas se repartieron entre 30 Equipos, tomando en cuenta sus aportaciones sobre valores, y luego se turnaron para su estudio a diez Sub-grupos de donde surgirían 21 resoluciones, como: Espiritualidad de comunión, encuentro con Cristo vivo, formación, alegría, participación, etcétera.

En tercer lugar, al Juzgar con los criterios del Hijo, después del mensaje de Monseñor José Guadalupe Martín Rábago, se buscaron ideas-fuerza y exigencias. De ahí emanaron otras 24 aportaciones: Conversión personal y pastoral, encuentro con Cristo vivo, espiritualidad de comunión, santidad de vida, etcétera.

Luego de analizar los retos, valores y exigencias, los 30 Equipos se fueron a discernir para encontrar las Líneas Comunes de Acción. Se terminaba el tiempo, y se comunicaron 22 aportaciones muy valoradas por el señor Cardenal y toda la Asamblea. En ese preciso momento, al puro escucharlas, el Arzobispo las identificaba y opinaba sobre ellas.


Propuestas decantadas

El 17 de julio, el Cardenal Francisco Robles designó un Equipo para resumir y precisar esas aportaciones, con todo respeto y fidelidad a lo sugerido, delante del Señor. Este día se establecieron las Siete Propuestas que darían cauce a nuestra acción pastoral y que nuestro Pastor Diocesano aprobó y publicó oficialmente:


1- Propiciar el encuentro con Cristo vivo en todas las instancias y tareas pastorales.

2- Asumir la espiritualidad de comunión como cimiento e inspiración de toda acción pastoral.

3- Asegurar la creación y fortalecimiento de espacios y procesos de formación integral.

4- Situar y asumir toda acción evangelizadora en el marco de nuestro Proceso Pastoral.

5- Acentuar la solidaridad y la salida a las periferias en la formación espiritual del discípulo misionero.

6- Anunciar a Jesucristo y su Evangelio con un lenguaje comprensible, testimonial y significativo a los hombres y mujeres de hoy.

7- Impulsar el protagonismo de los Laicos en la transformación evangélica de la Sociedad y su participación en la Iglesia.


De la claridad e idoneidad, a la acción
Éste es el origen, netamente, de las Líneas. Es nuestra voz. Son nuestras; son de esta Iglesia particular. ¡Hay que caer en la cuenta de ello y reconocernos en ellas!

Ahora bien, el contenido y la expresión tienen, a la manera del ser humano, dos fuentes, padre y madre: La enseñanza de la Iglesia por el Papa, por Aparecida, por la reflexión de la Fe a nivel diocesano. Y, por el otro lado, la realidad, la gente, nuestro pueblo. Se entreteje el ver con la iluminación, el marco de la realidad con el marco doctrinal. Y respecto a estas Líneas, son nuestras por esas dos importantes vías: la realidad que vivimos y la Fe que profesamos.

Estas Líneas inspiran y hacen realizable y operativo este Plan. Plan que está vivo en el trabajo de los Agentes, Sacerdotes, Religiosos y Laicos. Ciertamente, son como un niño al nacer, que carece aún de rasgos definidos, pero deben crecer y perfeccionarse por y con nosotros.

Las Líneas nos ponen frente a la misión de la Nueva Evangelización al Servicio del Reino.


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