Peculiar en tamaño y sabor
Con aprecio al Pastor de Campeche, Monseñor Francisco González González
Entre la fauna marina mexicana hay variedades que sólo existen en los litorales de nuestro país. Una de éstas es el pulpo maya del Sureste, cuyos pescadores y comercializadores pretenden obtener una denominación de origen.
Como su nombre lo indica, esta especie prolifera sólo en los mares de la Península de Yucatán, sobre todo en Campeche, y en menor proporción en Yucatán y Quintana Roo, y su tradición culinaria es ancestral, ya que se remonta al pueblo maya desde los tiempos precolombinos.
Los pescadores campechanos de dicha especie están integrados en el Comité del Sistema Producto Pulpo, A.C., cuya Gerencia encabeza la Abogada Amneris Sánchez Ontiveros, quien expuso que este cefalópodo (Octopus maya) tiene una identidad peculiar en varios aspectos que lo distinguen del pulpo más conocido: el Octopus vulgaris.
La Funcionaria detalló que la captura supone una pesca artesanal, pues se atrapa en forma selectiva sólo a los animales machos a través de unas jimbas (varas de bambú) que llevan como señuelo una jaiba, la cual sólo es engullida por los especímenes masculinos, con lo que se protege a las hembras, para con ello estimular el ciclo reproductivo de la especie.
Hizo notar que uno de los retos más urgentes ahora es detener la captura clandestina, dado que en ésta se utilizan arpones de parte de pescadores “piratas” que no respetan a las hembras y con ello se genera una seria agresión contra la población de este animal marino.
Reto de la certificación
Rafael Sánchez Rebolledo, Presidente del citado Comité, comentó que otro de los retos que se encaran actualmente es lograr la certificación del proceso de captura, transporte y manejo del pulpo maya para abrir de lleno los mercados de exportación.
Manifestó que se requiere acreditar que la captura y manejo no presentan riesgos sanitarios, por lo que ya se cuenta con un protocolo avalado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica), del Gobierno Federal. También refirió el interés que existe por conseguir, en favor de esta especie, la figura jurídica de la Denominación de Origen, con el objetivo de resaltar la identidad de tal animal y que lo valoren los consumidores, tanto en el mercado doméstico como en nichos de exportación.
Al respecto, trajo a colación que ya se ha logrado exportar a España, un país de larga tradición en el consumo de pulpo en varias de sus regiones, como el ilustrativo caso de Galicia.
Resaltó que, desde el punto de vista comercial, ciertamente el pulpo común (Octopus vulgaris) tiene más demanda que el maya, porque éste es de menor tamaño, pero , en cambio, posee a su favor un sabor peculiar que debe hacerse valer junto con lo que rodea a su tradición.
Por otra parte, relató que entre las tradiciones del gremio pulpero figura una Procesión que realizan sus pescadores teniendo como punto de referencia el Templo de San Francisco de Asís, en el Barrio de San Román de la capital campechana, donde, por cierto, está la sede diocesana que encabeza el Obispo jalisciense José Francisco González González.
Ambos entrevistados estuvieron en Guadalajara en la Muestra “Tequila, Mar y Vino”, organizada para promover el consumo de productos pesqueros, en maridaje con las bebidas mencionadas.
PARA TENER EN CUENTA
El pulpo común (Octopus vulgaris) puede llegar a pesar hasta seis kilogramos, contra los dos que pesa el maya.
Los calamares superan en tamaño a los pulpos. El calamar gigante llega a pesar hasta 60 kilogramos.
La Península de Yucatán ya cuenta con una denominación de origen: el chile habanero, que es producido en sus tres Estados peninsulares.
Las denominaciones de origen son entregadas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Fuente: Sistema Producto Pulpo. Sagarpa.
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