jueves, 2 de octubre de 2014

A la escucha del Pueblo de Dios

¿El Instrumentum Laboris es sólo para los Padres Sinodales?


Pbro. Carlos Javier Díaz Vega,

Roma, Italia


vaticana 3


Desde un año antes de la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, que ya comienza y que se desarrollará del 5 al 19 de octubre, el Papa Francisco mandó hacer una consulta universal, realizada mediante un Cuestionario, sobre los desafíos de la Familia en el mundo actual.

La consulta no representa un hecho inédito en la Historia de la Iglesia, pues ya el Papa Pío IX en 1849 promovió una consulta entre todos los Obispos, pidiéndoles su parecer sobre la Proclamación del Dogma de La Inmaculada Concepción de María, y la conclusión fue favorable a dicha Proclamación, que se efectuó cinco años después, en 1854. Otra consulta similar promovió un siglo posterior el Papa Pío XII, en 1946, con respecto al Dogma de La Asunción de María en cuerpo y alma al Cielo.

Sin embargo, la consulta del Papa Francisco es diversa, tanto por los destinatarios como por el objeto, pues no fue dirigida sólo a los Obispos, sino que fue consulta mundial abierta (incluso se recibieron respuestas de personas no católicas).



“La consulta puede considerarse como una escucha al Pueblo de Dios, un “tomar el pulso” a las Familias y poder conocer su estado de salud. Las respuestas ofrecen a los Padres Sinodales la ocasión de percibir lo que se vive, lo que se mueve dentro de las casas, las dificultades y los recursos.



Fue bueno que el Sínodo, antes de iniciar sus labores, se haya puesto en actitud de escucha de las múltiples fatigas del ser familia: desencuentros entre padres e hijos, alejamiento hacia las cosas de la Iglesia, presencia de personas ancianas o enfermas, difícil equilibrio entre el trabajo profesional y las tareas del hogar, ser padres-educadores en las diversas edades del crecimiento.

Los Obispos que se reúnen en El Vaticano podrán confrontarse teniendo un cuadro detallado de la situación en las diversas áreas geográficas del mundo. De hecho, es muy importante el Instrumentum Laboris, Documento que surgió gracias a las respuestas al Cuestionario, que está ayudando a los Padres Sinodales en su reflexión; es un Documento amplio y muy rico en contenido, con grandes perspectivas.


Ellos ya hicieron su tarea, ¿pero nosotros?

El Instrumentum Laboris es un Documento para todos los fieles. Lamentablemente, hoy los Documentos a nadie interesan y casi lo único seguro es que se olviden. Así lo comentó el mismo Papa Francisco en el Número 25 de la Exhortación Evangelii Gaudium. El riesgo es, pues, que el Instrumentum Laboris del Sínodo -con sus 159 Números- termine en el bote de basura o en las bodegas de las librerías y, al final de cuentas, se añada a la larga lista de documentos olvidados. Pero les ofrezco unas razones para que esto no suceda:

* Todos los fieles estamos implicados en el Tema Familia, puesto que no es un Tema del que pueden hablar sólo los Expertos, los Filósofos, Teólogos, Sociólogos, Psicólogos, etc. De este Tema podemos y debemos hablar todos (no hay una sola persona que no conozca esta realidad, que no haya surgido de una Familia).

* Los inicios del Siglo XXI son un buen tiempo para proclamar la belleza de la Familia. La Familia es reconocida por el Pueblo de Dios como un don inestimable; es el ambiente natural del crecimiento de las personas; es una escuela de humanidad; es un espacio privilegiado donde Cristo mismo revela la vocación de cada persona; es el ámbito de formación integral de los ciudadanos. No ignoramos todas las limitaciones que pudieran tener nuestras Familias, pero esto no implica la anulación de este Bien divino, humano, cultural y social. Gritemos al mundo las bondades de ser, estar y crecer en Familia.

* El Documento nos abre el camino para hablar de muchos temas. Dos Capítulos abordan los desafíos pastorales de frente a las Familias; es decir, las relaciones familiares difíciles, las uniones irregulares y homosexuales; los que viven en unión libre; los que han decidido divorciarse; la negación a dar la Comunión Eucarística a los divorciados vueltos a casar; las madres solteras; los niños abandonados. El Documento, pues, abre el espacio a la discusión inteligente de temas actuales.

* La importancia de abrirse a la vida y sostener la Educación. Entre los fieles permanece intacta la conciencia del aborto como pecado extremadamente grave, pero las comunidades cristianas se confrontan con ideologías, leyes y prácticas permisivas. Además, crece poco a poco en los jóvenes solteros y en los matrimonios jóvenes el temor a tener hijos y, sobre todo, el de educarlos; compromiso, compasión, paciencia, misericordia, etc., virtudes que han de acompañar a las nuevas familias.

Al leer, pues, este Documento, tendremos herramientas para pensar, dialogar, profundizar, y será el inicio (para algunos, continuación) de una profunda reflexión, introversión, que tanto falta en nuestros días.


Los Secretarios del Sínodo
El Sínodo de los Obispos está sometido directamente a la autoridad del Romano Pontífice, quien convoca, elige el Tema, establece el orden del día, preside personalmente el Sínodo y lo clausura. Es preciso saber que el Sínodo tiene una Secretaría General Permanente, que preside un Secretario General nombrado por el Santo Padre. Desde septiembre de 2013 funge como Secretario General del Sínodo el Cardenal Lorenzo Baldisseri, y para esta Asamblea Extraordinaria 2014 el Santo Padre nombró como Secretario Especial a Mons. Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto, Italia.


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