Líneas de acción para el caminar en Guadalajara

El viernes 27 de junio concluyó la Asamblea Diocesana 2014, la cual tiene ya un camino trazado, rumbo al Plan Diocesano de Pastoral.

Mónica Livier Alcalá Gómez

Las pautas de acción constituyeron el tercer momento de la metodología de la Asamblea Diocesana: “Actuar bajo el impulso del Espíritu Santo”, gracias a lo cual, después de tres días de trabajos, se logró pergeñar los lineamientos que se pretende sean el canal por el que seguirá adelante el VI Plan Diocesano de Pastoral.

Alrededor de 400 asistentes registró este magno evento; todos ellos Agentes de Pastoral, comenzando con el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, sus Obispos Auxiliares José Leopoldo González González, Juan Humberto Gutiérrez Valencia y José Trinidad González Rodríguez, así como Sacerdotes Asesores de cada Comisión, Vicarios Episcopales, Decanos, Religiosos y Religiosas representantes de la Vida Consagrada, y Laicos provenientes de Decanatos, Grupos y Secciones.

Monseñor Rafael Hernández Morales, Párroco de Jesús Maestro y Secretario Ejecutivo de la Vicaría de Pastoral, en el Plenario, enumeró las 20 propuestas “no tan precisas, pero sí constantes”, que presentó cada uno de los Equipos. De éstas, el Equipo de la Vicaría de Pastoral pudo enumerar tres incidencias, las cuales presentó a la Asamblea para su aprobación, pues en base a ellas se trabajará el Plan Diocesano:

1. Espiritualidad de comunión.

2. El encuentro con Cristo.

3. Formación integral y permanente.

Ante esto, el Cardenal Francisco Robles tomó la palabra para enfatizar algunas otras incidencias que él notó, después de leer detenidamente las propuestas:

•El encuentro con Cristo debe ser a través del Kerigma.

•La conversión personal y pastoral.

•El mejoramiento de los procesos.

Falta la proyección social

Después abrió un espacio a los comentarios del Foro, con tal de identificar si las incidencias ofrecidas correspondían con la realidad de las iniciativas que presentó la Asamblea. Ante esto, hubo diversos comentarios:

En las incidencias faltó la proyección social que, por otro lado, sí se comentó ampliamente en los grupos de trabajo, pues según se percibió, se continúa hablando mucho de la Iglesia autorreferencial, hacia dentro, y no de una Iglesia en salida.

También, además de felicitar a la Vicaría por la excelente organización del evento, se le hizo ver que las líneas que se refieren a los valores están bien, aunque en muchos grupos se habló ampliamente de la Misericordia, la cual no está presente en el resultado final. Igualmente, se pidió que no se cierre la posibilidad a los asambleístas de incidir en una estrategia final que concrete la acción, y no dejarle este trabajo enteramente a la Vicaría de Pastoral.

La prioridad siguen siendo los pobres

El Arzobispo hizo de nuevo uso de la palabra para comentar las inquietudes que mostraron los participantes: “Si hablamos del Encuentro con Cristo y si es auténtico y profundo, sin duda nos llevará a la prioridad de Cristo, los pobres; si no los ayudamos o no los tenemos como primer lugar, será porque no los hemos visto con los ojos de Cristo; si logramos llegar al Encuentro, de alguna manera llegaremos también a ellos”.

El Purpurado advirtió que si se dispone de una Pastoral bien organizada y estructurada en la Catequesis, se dará sin duda una proyección social que, después de todo, no está tan desamparada del Plan Diocesano.

Por su parte, los Obispos Auxiliares y un Sacerdote comentaron sus impresiones de la Asamblea y las Conclusiones.

Monseñor Juan Humberto Gutiérrez Valencia:

“Escuchar todo esto, me remonta a las primeras comunidades cristianas. Había distintas opiniones, pero siempre se llegaba a unas coincidencias. Así me parece esta Asamblea. La Iglesia nació en Pentecostés; una vez evangelizados, salieron. Primero hay que ser para después hacer”.

Monseñor José Trinidad González Rodríguez:

“Gracias a Dios que nos permite dar este segundo paso. Los caminos de Dios no son como los nuestros. Felicito al Equipo organizador al insistir en que se requiere para el Plan la espiritualidad de comunión, la cual debe ser el cimiento y base de todo Plan Orgánico; esto se debe convertir en un principio permanente en todos los Grupos, Secciones y Comunidades en esta Arquidiócesis tan bendecida.

“Sólo tenemos un ‘talón de Aquiles’, a mi ver; es desde el terreno de la santidad sacerdotal donde puede desarrollarse una Pastoral eficaz, y todavía nos falta mucho para esto”.

Monseñor Leopoldo González González:

“El Sexto Plan Diocesano ya lo vivimos; eso es lo que yo he percibido en todas las actividades que se realizan en nuestras comunidades. Ya estamos trabajando. Nacerá el Plan escrito como nacieron los Evangelios. Primero la comunidad cristiana tuvo la experiencia del Resucitado, y hasta después se decidió consignar por escrito, por lo que la comunidad evangelizadora sabe de esperas largas.

“El Papa Francisco dijo en su Mensaje a los Obispos mexicanos (en su reciente Visita Ad Limina) que la tarea de los fieles Laicos es insustituible… no vamos a meter a los Laicos a la sacristía, sino que son justamente ellos, ustedes, los que deben ser fermento en el mundo”.

Padre Arturo Martín del Campo Medina:

“Quiero centrarme en los comentarios acerca de que nos volvimos autorreferenciales… Sepamos que tenemos una Luz que viene de lo Alto: es Jesús, quien nos marcó, en el Evangelio, unas líneas en imperativo para la formación y crecimiento interno del Reino y su proyección a la Misión.

Por esto, ya se tiene una línea de acción para desempeñarnos y llegar a nuestro objetivo; el criterio son los ‘cómos’, por lo que yo creo que el carisma y la misión están en el cómo se llevarán a cabo las líneas de acción. Los criterios pastorales cada quien debe aplicarlos según los carismas y las realidades que viva”.

Momento festivo

Finalizada formalmente la Asamblea, prosiguió el momento de fiesta, inaugurado con la visita de la Virgen de Zapopan que, acompañada por la Banda de Guerra del Seminario, Obispos Auxiliares y todos los asambleístas en procesión, llegó a la Capilla con el fin de estar presente en la Clausura de tan importante evento.

Posteriormente, dio inicio la Celebración Eucarística, presidida por el Arzobispo Metropolitano, ante un Templo repleto de Sacerdotes y Laicos que fueron enviados con la Misión de transmitir a cada Comunidad y a cada Grupo lo que se hizo durante tres días de intensos trabajos.

En la homilía, el Cardenal Robles recordó que precisamente la Clausura de la Asamblea coincidió con la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús: “Celebrar el Corazón de Cristo es celebrar su Amor infinito y misericordioso. Dios se nos ha revelado compasivo con nuestra Humanidad, nos ha amado con un Corazón verdaderamente humano, que siente, que vive y goza. Eso nos recuerda que también nosotros podemos corresponderle a Dios en Cristo”.

Además, afirmó nuestro Pastor Diocesano, el atributo más notable de Dios es la compasión, pues no se muestra como un Dios de poder, sino magnánimo, sobre todo con los marginados, los más pecadores: “No quiere decir que Cristo se contraponga con el Dios del culto, sino que nos hace experimentar que el Dios que recibe el culto es compasivo y misericordioso con la Humanidad”.

Es por ello que, quienes se consideren discípulos, han de tener la compasión experimentada y a la vez proyectada hacia los más necesitados y alejados, precisó el Cardenal: “El discípulo irá a ver lo que está pasando en las periferias y, al tener esta experiencia, entonces desataremos una serie de acciones individuales y grupales, parroquiales y diocesanas. Cuando Jesús hace suyo el mensaje del Profeta Isaías, nos damos cuenta de que el Espíritu de Dios le hizo apuntar en la dirección correcta, hacia la Misericordia. Así nosotros, si dejamos actuar al Espíritu, también llegaremos a mostrar que somos un Sacramento del Amor de Dios”.

Hacia la Misión

Una vez concluida la Misa y el Envío, se procedió a un momento de convivencia, que fue alargado por la llegada de un conjunto musical que, además de animar el rato y la comida, también cantó “Las mañanitas” al Obispo Juan Gutiérrez, quien celebraba su cumpleaños exactamente el día 27.

Finalmente, el Arzobispo de Guadalajara se despidió mesa por mesa de los asambleístas, no sin antes recordarles la misión que tienen; es decir, multiplicar las propuestas, enfatizando la dimensión social y eclesial, con tal de vivir ya dentro de un Plan Diocesano que poco a poco irá tomando forma y expresión.