El Sínodo sobre la Familia

Por una Pastoral de la Misericordia

Mónica Livier Alcalá Gómez

Éste es el Tercer Sínodo Extraordinario que se ha promovido en la Iglesia. Cada tres o cuatro años se celebra un Sínodo de carácter Ordinario y ya se han desarrollado 13. “El Papa Francisco ha visto que hay una urgencia para hablar sobre la Familia, y por eso lo ha convocado, para tratar la problemática que plantean en este momento en la Iglesia, la Familia y la vida; una problemática que, por cierto, no es de la Iglesia, es de fuera, de esta Sociedad secularizada y alejada de la Fe”, afirmó el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, en una charla con Comunicadores.

Será un Sínodo Extraordinario, cuyo Tema es: “Los desafíos pastorales en la Familia”. Al hablar de pastorales, nos indica que no se trata de una especulación teológica, de discutir puntos doctrinales, que ya están claros, sino más bien se apelaría a un cambio de actitudes de parte de la Iglesia, advirtió el Arzobispo Emérito: “No satanizar, no tratar mal, ser compresivos y buenos prójimos. Ése es el tono del Sínodo, que va por una Pastoral de la Misericordia y la comprensión”.

La importancia de la Ley Natural

“Todo el que desee puede informarse de lo que la Iglesia opina y ve, referente a la Familia, así como revisar el Documento con el que trabajarán los Padres Sinodales, que es el llamado Instrumentum Laboris, el cual incluso puede bajarse de Internet”.

El Cardenal Sandoval (quien ha tomado parte en cuatro Sínodos, incluso como Presidente Delegado y como Relator General), recalcó que un problema importante que plantea el Sínodo es el de la Ley Natural. “Nosotros entendemos qué es la Ley Natural. Es la que nace del ser de las cosas, que dice cómo son y cómo deben ser. En cuestión del matrimonio, esta Ley dice que el hombre y la mujer son complementarios y fuente de la vida.

“Además, sabemos que la Ley Natural es Patrimonio Universal; está impresa en el corazón del hombre; obliga a todo ser humano y debería ser la base del Derecho Positivo: No matar, No robar, etc. Los romanos fueron quienes tomaron la Ley Natural como base de la Legislación de los Gobiernos”.

Sin embargo, hoy en día, está velada esta Ley en las Legislaciones modernas, aseveró, y cuando la Iglesia desea hablar con políticos, con los Gobiernos, no habla en el plano religioso, sino precisamente en la base natural, para rechazar, por ejemplo, el aborto (en el caso de No matar, etcétera).

“Esta Ley ya muchos no la usan, no la entienden. El predominio del mundo en Occidente es sajón, y ellos, desde el Siglo VIII, fueron positivistas. La ley es la opinión de las mayorías, aunque éstas pueden ser manipuladas o no consultadas, y al final lo que se impone es la ley del mandamás o del Partido en turno”.

Lo natural no es lo espontáneo

“Otra dificultad es que, para muchos, lo natural significa lo espontáneo, lo que me nace, lo que me gusta. Por ejemplo, para alguien puede ser muy ‘natural’ fumar, beber alcohol. La invención de los derechos ha surgido de esto, de no entender la Ley Natural. Y entonces les inventan que los niños tienen ‘derecho’ a ser educados sexualmente sin que sus padres se enteren, cuando lo verdaderamente natural es que los padres sean los que deben de asumir la responsabilidad de sus hijos, de su crianza y su formación”.

Finalmente, el Arzobispo Emérito afirmó que, en este mismo capítulo se incluye la Ideología de Género, propagada fuertemente desde Beijing en 1995, y que hace a un lado precisamente la Naturaleza. “Ya no se considera el sexo como determinante, sino que es el género, la tendencia sexual que alguien voluntariamente escoja. Luego pasan a legislar todo esto”.

Así pues, la Iglesia, tiene la responsabilidad de dar una correcta y apropiada respuesta a éstas y otras situaciones muy concretas de su día a día, siempre viendo la parte humana, a la persona, y abogando por ella.