jueves, 31 de julio de 2014

San Alfonso María de Ligorio

Daniel León Cueva


08-Lomuscio-SA los 80 años de edad, el 1º de agosto de 1787, enfermo y agotado por su alta responsabilidad como Obispo de Palermo, Italia, murió en la paz del Señor este brillante Religioso, nacido cerca de Nápoles el 27 de septiembre de 1696 (curiosamente, por los mismos días en que se fundaba el Seminario Conciliar de Señor San José, de Guadalajara).

Era tal su inteligencia, que a los 16 años ya tenía los títulos de Abogado Civil y Eclesiástico, por lo que fue muy admirado por el Gobierno y la Sociedad. Pero sucedió que, cuando defendía los intereses de un Príncipe y se adentraba en los expedientes, se desilusionó por la suciedad y truculencias en el manejo judicial de los casos, abandonó la abogacía, abrazó el Sacerdocio y se dedicó a ayudar a los más necesitados: campesinos despojados, pobres y arrendatarios que eran víctimas de los ricos y poderosos.

Fue cuando, convocando y liderando a Clérigos y Laicos, convino en conformar la Sociedad del Santísimo Redentor, a cuyos miembros se les llama “Redentoristas”.

Por su sabiduría personal e inspiración divina, son célebres todas sus obras escritas, pero, en especial, “Las Glorias de María” y su Teología Moral. Dedicado primordialmente a los humildes y miserables, su Lema de vida fue “Orar y trabajar”.

En nuestra Arquidiócesis se le dedican dos Templos Parroquiales a su culto de veneración.


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