Las expectativas del Snodo de Obispos
Cardenal Juan Sandoval Íñiguez
Arzobispo Emérito de Guadalajara
El Papa Francisco ha convocado, para octubre del presente año, en Roma, un Sínodo Extraordinario de Obispos sobre el Tema de la Familia, para que se ocupe de los graves problemas actuales pastorales de la Familia. No será, pues, un Sínodo de carácter doctrinal, sino pastoral.
Sin embargo, el solo anuncio del Sínodo y su temática ha despertado falsas expectativas en muchos, incluso entre los católicos; conjeturas de cambios o novedades en la disciplina de la Iglesia con respecto a la Familia y a la Vida. Ahora sí, han dicho algunos, la Iglesia va a ponerse al día con lo que el mundo vive y piensa; ahora sí, va a permitir el ‘matrimonio’ de personas del mismo sexo y, sin duda, también la adopción de menores por parte de estas parejas. Ahora sí, va a permitir el uso de medios anticonceptivos. Ahora sí, los divorciados vueltos a casar podrán acercarse a los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, etcétera.
Se han propalado, pues, estas erróneas expectativas, alentadas, en parte, por la malevolencia de algunos Medios de Comunicación, que con amarillismo morboso quieren captar audiencias o lectores, como también debido, en buena parte, a la malentendida actitud abierta, cercana y comprensiva del Sumo Pontífice Francisco, quien no deja de hablar de misericordia y de exhortar a atender a los más necesitados, tanto espiritual como materialmente.
Una síntesis que da orientación
Se ha publicado ya el “Instrumentum Laboris”, un Documento que resume las respuestas de los Episcopados de todo el mundo a un cuestionario que envió con toda oportunidad la Santa Sede en torno al Tema de la Familia y de la Vida. Este Documento está a la disposición de todos a través de la Internet, y el cual yo les invito a leer detenidamente; es un Documento muy importante, que ofrece información valiosa con visión mundial. Lo que ahí se lee refleja el sentir de toda la Iglesia en el momento actual, comenzando por reafirmar la Doctrina sobre el Matrimonio, tanto en la Sagrada Escritura como en el Magisterio de la Iglesia.
Unánimemente, afirman los Obispos que el matrimonio es la unión del hombre y la mujer, y que no puede hablarse, por tanto, de ‘matrimonio’ entre personas del mismo sexo, pues es contrario al Plan de Dios (Números 110, 113 y 118). Igualmente, se rechaza la adopción por parte de parejas del mismo sexo, en base al Derecho Natural que tiene el niño, de tener padre y madre (Número 120). En lo que se refiere a la contracepción y al aborto, se asume plenamente la Encíclica “Humanae Vitae” del Papa Paulo VI, quien, significativamente, será beatificado precisamente en los días en que se desarrolle este Sínodo Extraordinario de Obispos.
Lo que sí cabe aguardar
Seguramente ya estarán pensando algunos: si todo esto no va a cambiar, entonces, ¿qué podemos esperar del Sínodo? Efectivamente, no habrá novedades en la Doctrina, pero sí una orientación clara y propositiva sobre los nuevos problemas que han surgido en relación con la Familia y la Vida en las últimas décadas, y habrá de surgir, sobre todo, una exhortación apremiante, acompañada de sugerencias, para un trato más pastoral, cercano, comprensivo y misericordioso hacia las personas que viven en situación irregular y afrontan, a veces, graves dificultades para poder vivir según la Ley de Dios.
La Iglesia debe mostrarse Madre para todos sus hijos, tomar en cuenta las precariedades de la pobreza, la falta de trabajo, la ignorancia, y la debilidad del ser humano. Debe mostrarse Madre que acoge y recibe a todos y los ilumina con la Luz del Evangelio, les da Esperanza en la Misericordia infinita de Dios, y los lleva pacientemente a la madurez humana y cristiana, única vía que ayudará a salvar la Familia.
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