“Es la segunda Reunión Eclesial en importancia, solamente después de un Concilio Ecuménico. Este último es la reunión de todos los Obispos del mundo con el Papa para la deliberación de cuestiones de suma importancia. El Sínodo es, en cambio, una reunión más bien regional o particular, que se celebró mucho en los primeros siglos del Cristianismo, aunque después se perdió esta práctica”, refirió el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, quien participó en varios de estos eventos eclesiales internacionales.
“El Concilio Vaticano II reestableció el Sínodo para procurar un avance adecuado de la Iglesia, pues no se puede convocar a cada rato a un Concilio, y mucho menos ahora que los Obispos activos son más de cinco mil”.
Fue el Papa Paulo VI quien dio las instrucciones y lineamientos de cómo se lleve adelante un Sínodo, siendo, él mismo, convocante de los primeros.
¿Quiénes?
Es una reunión de Pastores de todo el mundo con el Papa; por eso se llama Sínodo de Obispos, y en el que tienen derecho a voz todos los asistentes, pero voz y voto solamente los Obispos.
Asisten a este evento unas 300 personas: alrededor de 150 Obispos, más Teólogos Consultores, peritos en la materia que se vaya a tratar, los Superiores Mayores de las grandes Órdenes y Congregaciones Religiosas, Laicos invitados y representantes de otras Iglesias Cristianas.
Lo que los Obispos voten tendrá autoridad solamente cuando el Papa firme un Decreto y ponga su sello.
Un Sínodo es recorrer un camino
“Es ir detrás del Papa, que es quien convoca, en este caso para hablar sobre la Familia, y tras de hacer una consulta a los Obispos de todo el mundo, éstos tendrán que responder a dicha cuestión, ayudados por sus Agentes de Pastoral.
“Las respuestas a estos cuestionarios de auscultación se van recogiendo a nivel nacional, en cada Episcopado, y de allí se hace un vaciado para enviarlas a Roma. Con dichas respuestas se elabora un resumen, que será el Instrumentum Laboris, el cual contiene las inquietudes que los Obispos discernieron en cada región y en cada país.
“Una vez resumido y organizado, este material se envía a los Delegados nombrados por el Papa para el Sínodo, a fin de que se familiaricen con él, se mentalicen por dónde va el sentir de la Iglesia. También para que, con tiempo, preparen alguna aportación al respecto”.
Primera parte del Sínodo
“En las discusiones pueden tomar parte todos. Cada uno tiene cierto tiempo delimitado para presentar su aportación y, de preferencia, también entregarla por escrito. Esto, el Relator General del Sínodo, con su Equipo, lo resumirá y presentará al Pleno de Delegados una vez que todos hayan dado sus aportaciones”.
Segunda parte del Sínodo
“Por grupos, se hacen proposiciones. Por ejemplo: ¿Qué hacer con los divorciados? ¿Cómo tratar situaciones de nulidad?, etcétera. Una vez entregadas, el Relator General debe sacar una sola lista de todas las proposiciones y leerlas a la Asamblea para ser votadas por los Obispos.
“Las proposiciones que no alcancen más del 50% de los votos, quedan descartadas. Una vez aprobadas, se le entregan al Santo Padre, quien, con este material, publicará una Exhortación Apostólica Post-sinodal, dirigida a toda la Iglesia Católica Universal”.
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