¿Crisis humanitaria? Millones de emigrantes ante un ingreso ilegal
“La ONU advierte sobre los peligros que corren millones de personas que cruzan al año la frontera de México con EE. UU. De Tijuana a Matamoros, 3.3 millones de personas entran al año a EUA sin documentos. El Instituto Nacional de Migración detecta apenas muy pocos casos del tráfico de esas personas” (Cfr. INM, CNDH, Delegaciones).
Dr. Alberto Gutiérrez T. Formoso
Entrelazamos hoy el Tema de la Bitácora anterior sobre el flujo de menores, aun infantes, emigrados a la Unión Americana desde nuestro Continente, y más específicamente desde Centroamérica y México, con el Tema de hoy: Crisis Humanitaria de millones de emigrantes ante un ingreso ilegal. Tema también acuciante y dramático en su realidad de esa entrada sin papeles, literal y numéricamente, de mexicanos y centroamericanos hacia la Frontera Norte.
Los datos del Instituto Nacional de Migración, INM, revelan cifras de millones anualmente. Queremos subrayar la calidad de esos migrantes-emigrados cuando logran cruzar: son personas, con toda la condición de seres humanos; y en sentido cristiano, con la dignidad de hijos de Dios. Muchísimos de ellos, bautizados en nuestra Fe. Tema de obligada consignación en Bitácora. Por esa razón escogimos la advertencia de la ONU. El otro aspecto o ángulo del problema debe denunciar la lacerante realidad de los contrabandistas o traficantes de esas personas, y sus complejas y sucias actividades en que se involucran para obtener pingües ganancias.
I- DATOS CONcRETOS DE ESE CONTRABANDO DELICTUOSO
El tema de la emigración de nuestros hermanos americanos, específicamente hacia Estados Unidos, con todos sus riesgos y peripecias, ha sido expuesto y denunciado en todos los Documentos de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, CELAM, a través de más de medio siglo. Y también en el voluminoso Texto del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia en sus sesudos Apartados, bien documentados en Encíclicas y Documentos papales.
Hoy espigamos lo reseñado noticiadamente durante estas últimas semanas; señalamos puntos concretos: los precios que los traficantes, con relieve de contrabandistas, exigen, siempre están en el rubro de los miles de dólares, según la procedencia. Los datos más fehacientes que pudimos encontrar son de la Oficina de Drogas y Crimen, de la ONU, en su Estudio: ‘La Globalización del crimen: Evaluación de la amenaza del crimen organizado a nivel transnacional’, de 2010. Se estima que, al año, ingresan a Estados Unidos unos tres millones de migrantes ilegales (‘indocumentados’), lo que genera ganancias de 6,600 millones de dólares para los delincuentes mercaderes de personas. Esto, en pleno Siglo XXI.
Más todavía: fuentes informativas estadunidenses (tipo CNN, del 1º de julio), reportan que alrededor del 80% de su población inmigrante ilegal procede de Latinoamérica, lo cual revela la vulnerabilidad de los emigrantes en su pobreza e indefensión ante la violencia o conflictos en sus países, como en el caso concreto de los ‘Maras’ y sus pandillas en Honduras. Su éxodo es un ‘escape forzado’. Y olvidábamos resaltar los actos de fraudes documentales (pasaportes, visas, etc.) con que los ‘engatusan’ (sic). Finalmente, como conclusión de un sueño-pesadilla, hay que citar la realidad de la ‘repatriación’ a sus países de origen para no quedar recluidos en prisiones fronterizas. Y el colmo se da cuando este tráfico ilícito de migrantes NO siempre se tipifica como delito grave (¿). Hasta ahí llegan las redes delictivas.
II- PENAS LEGALES A ESE TRÁFICO Y CORRUPCIÓN DE INVOLUCRADOS
La Ley de Migración establece varios tipos de sanciones o penas para cada específico delito. Por ejemplo: a) Trasladar personas para internarse sin documentación. b) Las penas aumentan si se trata de cruzar a niñas o adolescentes, y si el culpable del tráfico es un servidor público corrupto. c) La Ley se compromete (sic) a ejercer acción penal de oficio por parte del Ministerio Público, el cual está obligado a proporcionar todos los elementos necesarios (nótese) para la persecución de estos delitos. d) Pena al delito de quien albergue o transporte a un emigrante y por ello obtenga un lucro, con el fin de evadir la revisión migratoria. Y así otras precisiones por el estilo.
Sin embargo, se aclara que NO se impondrá pena alguna a personas de reconocida solvencia moral (un Padre Solalinde, como ejemplo preclaro), que proteja a estos emigrantes por razones humanitarias. Que el Señor multiplique estos operarios de su mies…
Apenas hemos aludido someramente a esta realidad tan cruda, por consignar más ampliamente.
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