jueves, 31 de julio de 2014

Cómo convivir con un neurótico

Licenciada Lupita:


Las escenas de violencia y descontrol van en aumento en nuestro hogar. Ayer encontré a mi mujer y a mi hija golpeándose mutuamente sin piedad. Apenas pude detenerlas; pero mi hija, de 15 años, se fue de la casa, y mi mujer me culpa a mí de todas las tragedias. Mis hijos son alcohólicos y vivimos bajo la tormenta de los gritos y la falta de respeto de todos contra todos. He tenido el plan de que nos separemos y cada uno viva su vida. Juntos, nos lastimamos demasiado.


Arturo M.


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Muy estimado Arturo:

Puedo sentir tu frustración e impotencia ante esta realidad, que se presenta apabullante; pero recuerda que la vida es desafío constante y que todos nosotros estamos equipados para enfrentarla. Nos hace falta preparación, aunque siempre existe solución. Nuestra mente busca respuestas sencillas, y al no encontrarlas a la mano, creemos que no las hay; mas siempre están ahí, y nos toca profundizar para dar con ellas.

Cuando un adulto llega a los golpes en sus relaciones humanas, estamos frente a una persona que no se controla. En la gran mayoría de los casos se trata de una personalidad neurótica. Revisa si tú o algún miembro de tu familia podrían encajar en los siguientes conceptos:

-Una persona neurótica es una persona que sufre.

-El término “neurosis” es sinónimo de “dolor emocional excesivo”.

-Dicho dolor puede manifestarse de muchas maneras: ansiedad, depresión, fobias, agresividad, hiperactividad, celos, dependencias, obsesiones, miedos, etc.

-Según la Escritora Ana Von Rebeur, un neurótico es un inmaduro constante que cree que en el llanto, la queja y la inconformidad permanentes reside el éxito para que los otros atiendan sus reclamos.

El origen de este dolor es un pasado injusto. O bien, un hogar desintegrado y/o un temperamento hipersensible. El neurótico altera la realidad agrandando los problemas y cerrándose a la posibilidad de la mejora personal. Cree erróneamente que no puede cambiar su manera de pensar y de sentir.

Algunas estadísticas revelan que el 50% de las personas tiene algún tipo de neurosis. Si la solución fuera el decir: “Cada quién su vida”, seríamos islas. Mejor ayudémonos mutuamente a ser mejores personas.

El Psicólogo Especialista Joaquín Rocha nos aconseja en torno a las mejores y las peores cosas que podemos hacer cuando debemos convivir con un neurótico:


Lo que No debemos hacer:

1) Justificarlo y compadecerlo.

2) Culpar a otros de sus problemas.

3) Aceptar que es así y que no puede cambiar.

4) Sobreprotegerlo y mimarlo para que no sufra.

5) Imponerle ‘castigos ejemplares’ para que reaccione.

6) Encubrir sus conductas.


Lo que Sí debemos hacer:

1) Potenciar su autoestima.

2) Estimularlo para que haga pequeños cambios.

3) Guiarlo a que reconozca sus síntomas.

4) Motivarlo para que aprecie sus talentos.

5) Ayudarlo a prestar atención a su pérdida de control.

6) Hacerle ver que la persona que más puede ayudarle es él mismo.


Recuerda que el primer gran paso a la solución de conflictos es la oración. Para estar de pie en la vida, hemos de ponernos de rodillas frente a nuestro Padre.

Fe es la certeza de poseer lo que aún se espera. Pide a Dios con absoluta paz por su reinado en tu hogar; implora su ayuda para lograr el primer milagro de todos: tu cambio personal. Haz un plan de vida que implique trabajar por convertirte en la mejor versión de ti mismo. Tú eres ese agente de cambio que tu familia necesita.


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