jueves, 10 de julio de 2014

Positiva transformación

Mi matrimonio cambió a raíz de una Cruzada Matrimonial


Gabriel Herrán Galaviz


Sin título1


Aún recuerdo aquel día cuando vi anunciada en el Semanario la Primera Cruzada Matrimonial. En aquella ocasión, por desidia o por falta de interés, no acudimos mi esposa y yo, y tal vez en esto te identifiques conmigo, porque uno piensa que en esas Jornadas sólo se la pasan rezando, aburridos, y en realidad yo no quería ser del “club de la rodilla sangrante”. Además, me parecía que yo no lo necesitaba. Y es que, aunque tenía algunos problemas en mi matrimonio, no eran como para tener que ir a un evento a que me dijeran qué hacer. En una palabra, pues, eso no era para nosotros.

Fue hasta la Segunda Cruzada Matrimonial, que se realizó en el Santuario de los Mártires, cuando decidimos ir, porque las cosas seguían igual o peor en mi matrimonio. De buenas o de malas, ya estábamos ahí. Había dejado de lado mi partido de futbol y la infaltable sobremesa después del mismo, y habíamos conseguido dónde dejar a nuestro hijo; además, ahí me di cuenta de que no era el único loco que había decidido acudir a un evento como ese.

La jornada comenzó el sábado muy temprano; un grupo amenizaba la entrada, y poco a poco comenzaba a llenarse aquel lugar de parejas matrimoniales, aunque por momentos pensaba en cuántos de los maridos presentes ahí, estarían a la fuerza.

Iniciaron los expositores a tratar los diversos temas. Francamente yo no conocía a muchos, pero parecía que ellos sí me conocían, porque comenzó a llover pedrada tras pedrada en forma de verdades y realidades. Casualmente, veía que en el rostro de mi esposa se dibujaba una sonrisa, y entonces yo pensaba: “A lo mejor ella les dijo que nos dijeran eso”.

Luego nos advirtieron que, al que le quedara el saco, se lo pusiera, y al que no, pues que lo dejara. Yo me puse muchos sacos esa mañana, y muchos me quedaron justamente a la medida. Ya dentro de mí, algo comenzaba a moverse; principalmente me preguntaba: “¿Estoy realmente bien? ¿Estoy luchando por defender mi familia? ¿Qué estoy haciendo para lograrlo?”


Un rebote prodigioso

Ya con la inquietud sembrada, esperaba las respuestas que quería escuchar. Pensaba que éstas, seguramente, me las diría la única Conferencista que sí conocía; una persona por la cual la mayoría de los presentes estábamos ahí. Sin embargo, aun cuando la charla estuvo excelente, la respuesta que yo tanto esperaba quedó sin responder; sentía en mi interior una especie de vacío, que al terminar las charlas siguió estando igual. Fue ahí, en ese momento, cuando creía que nada iba a pasar, que tendría que irme más confundido de como había llegado; pero cuando pensé que todo se había terminado, llegó el mejor Conferencista de todos, el más grande Sicólogo, Terapeuta, y al cual yo realmente no conocía, aunque sabía de Él.

Fue entonces cuando Jesús Sacramentado comenzó a bajar hacia mí lentamente, con una Luz que iluminó mi corazón, con una presencia que dejaba a todos de rodillas a su paso. Como bajo el efecto de las fichas de dominó, fueron inclinándose todas las personas a su paso; y cuando lo hizo a mi lado, las palabras sobraron, mis ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas de paz y de satisfacción. Aún recuerdo al Sacerdote que decía cómo Jesús caminaba entre cada uno de los matrimonios, cómo iba sanando los corazones de los que estábamos derrotados, cómo cortaba cadenas de adicciones, de abusos, de resentimientos. Cómo, a través de una alabanza, me daba la respuesta que tanto quería escuchar, cómo me decía que nadie me amaba igual que Él.

Qué bien se está aquí, no quiero irme, pensaba; pero tuve que hacerlo porque mi trabajo no estaba ahí; mi trabajo estaba en mi hogar, con mi esposa y mi hijo. Me fui, pero ya no iba solo, ya tenía dentro de mí la fuerza que me ayudaría a ser feliz.

Así pues, una Cruzada puede ser la diferencia, siempre y cuando abras tu corazón.

Te esperamos, por tanto, en la Séptima Cruzada Matrimonial y Tercera Cruzada Juvenil este 1º, 2 y 3 de agosto, que se realizarán en el Auditorio Benito Juárez. Informes: http://ift.tt/1mCZXGc Teléfonos: 3615-1094 y 3615-1018.


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