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Foro sobre la Familia

La espiritualidad de Juan Pablo II

El martes 17 de junio, en la Universidad del Valle de Atemajac, se llevó a cabo un Foro con el objetivo de entender el pensamiento de esta Papa a través de diferentes realidades sociales.

Mónica Livier Alcalá Gómez

“Dos conceptos, espiritualidad y santidad, estuvieron por mucho tiempo vistos como algo del pasado, como algo que pertenecía al ámbito de los templos; algo estático, con imágenes de Monjes eremitas o hasta de personas que habían nacido ya con el ‘don’ de la santidad… Mas, con Juan Pablo II se descubrió que la santidad es para todos y que cualquier bautizado puede, de hecho, acceder a ella”, afirmó en su Ponencia el Padre Francisco Ramírez Yáñez, Rector de la UNIVA.

“También durante una época se pensó que se avecinaba la decadencia de la Fe, pero la sorpresa fue que en este panorama persistió más bien la búsqueda de lo sagrado. Sabemos, por tanto, que los Santos siempre tienen que ser ubicados en su tiempo, circunstancias y contexto. Santo es aquél que es capaz de vivir la Gracia de Dios”, afirmó el Rector de la Universidad Católica.

Sin duda, influyó enormemente la figura del Papa Juan Pablo II para hacer comprender a la Humanidad del tiempo moderno, sobre todo a los jóvenes, que la espiritualidad y la forma de entender la santidad había cambiado, continuó diciendo el expositor: “La experiencia de los que vivimos en una Sociedad de consumo como la actual, vemos que nos produce una profunda insatisfacción, pues esta civilización industrial ha quitado al ser humano del centro y lo ha puesto en la producción, por lo que a muchos les conduce a preguntarse ¿qué es mi vida? Aquí, la Iglesia tiene una enorme oportunidad de presentar la trascendencia, con una forma de vida espiritual”.

Cuatro lineamientos básicos en el pensamiento del Papa

•1. La espiritualidad se convierte en una elección fundamental. “No de momentos, como Retiros Espirituales, sino una acción continua, una opción fundamental. Vivir la vida de Gracia no se hace por momentos o acontecimientos”.

•2. Espiritualidad como experiencia de Dios. “El Cristianismo es la única Religión que se alimenta del encuentro con Dios. Quien no ha encontrado a Cristo, difícilmente puede llamarse creyente; por tanto, la espiritualidad es fundamental para experimentar la acción y la Persona de Dios”.

•3. “El compromiso con el mundo no nos hace separarnos de las necesidades de los demás, sino ser cercanos, sentirnos responsables de nuestros hermanos”, aseveró el Padre Ramírez.

•4. Una espiritualidad como experiencia comunitaria. “El Papa Juan Pablo II impulsó una espiritualidad de comunión; hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la espiritualidad. Decía el Papa que la espiritualidad de comunión debería ser un principio educativo, que significara mirar desde el corazón”.

Por otra parte, esta unidad ha de tener una base sacramental: la Eucaristía como práctica cotidiana y la Reconciliación como práctica frecuente.

Pilares de la espiritualidad

El segundo soporte de la espiritualidad, según el Santo Padre, debe ser la oración, basada sobre todo en los Salmos y Cánticos bíblicos: “Él decía que, para el creyente, era muy importante enseñarse a orar de los labios del Maestro; por lo tanto, deseaba recuperar la Liturgia de las Horas, inclusive para los Laicos, pues esta oración les ayudaría a gustar la Palabra de Dios con pausa y detenimiento”.

Juan Pablo II habló, además, de una espiritualidad conyugal: “Su fundamento es el Misterio de La Trinidad, afirmaba, pues el Padre engendra al Hijo, y de ellos proviene el Espíritu Santo. El Padre crea al Hijo a su imagen y semejanza; es decir, es creado en el Amor. De ahí nace una fuerza y presencia del Espíritu para seguir adelante”.

La presencia de la Virgen María como camino de espiritualidad. “Ella nos lleva a Jesús, pues sabemos que el Pontificado de este Papa dejó una huella enorme en este sentido, ya que trajo desde su ‘Totus tuus’ (‘Todo tuyo’) a una Virgen cercana, abogada y defensora. Ella marcó un camino que ya existe en muchas familias, el camino de la espiritualidad. Sin duda, nuestro país ha resistido los embates del Protestantismo, gracias a la constante presencia de Ella”.