jueves, 3 de julio de 2014

¡Caracoles, quién lo dijera!

Cuestión de inventiva y audacia

Crianza de caracoles, un original y rentable agronegocio


caracol


Una onza de huevas de escargots, nuestro caracol de jardín, tiene un precio comercial de 650 euros en el mercado europeo de alimentos gourmet; nada menos que 10,050 pesos, tomando a 17 pesos mexicanos la cotización del euro.

Esto es uno de tantos atractivos que, como agronegocio, ofrece la helicicultura (el nombre formal de la crianza tecnificada de estos moluscos), según explicó el helicicultor César Becerra Chavoya, por tres años involucrado en este proyecto que pretende aprovechar la amplia demanda de este animal en la gastronomía de varios países.

Otros puntos de interés para este invertebrado son que hay demanda para su carne, su concha, el animal vivo, enlatado o presentado al vacío. La carne se cotiza entre 35 y 45 euros el kilogramo. En promedio, se requieren unos 100 animalillos para completar un kilogramo.

En lo que ha sido su aprendizaje en su granja helicícola, ubicada en la zona rural del Municipio de Zapopan, detalló que debe tenerse mucho cuidado con las condiciones de temperatura y humedad del entorno en que viven los caracoles. Para ello, ha instalado un espacio aislado con un nebulizador, a fin de asegurar 70 por ciento de humedad ambiental, además de garantías de clima constante, porque los caracoles son muy delicados ante las altas temperaturas.


Animales muy prolíficos

La enorme capacidad reproductiva de estos moluscos hermafroditas es un factor positivo para su expansión. El entrevistado refirió que cada animal asegura una postura de 85 a 160 huevecillos, y que mantiene al año entre tres y cuatro ovoposturas. Esto es relevante, porque algunos ejemplares pueden vivir hasta ocho años.

Puntualizó que un factor impredecible es la muerte de uno de los dos caracoles durante o después de la cópula.

En su proyecto propio, el helicicultor César Becerra reconoció que tiene que seguir aumentado su inventario, de modo que éste pase de la oferta actual de 300 kilogramos por trimestre, hasta lograr las dos toneladas, con tal de cumplir con los parámetros establecidos en su plan de negocio.

Entre los puntos que le favorecen para la consolidación del negocio, figura un estudio de mercado de los sitios mexicanos donde se registra una demanda importante, como son el Valle de México, la Ciudad de Pachuca, Hidalgo, y la misma Guadalajara con su red de restaurantes de comida europea, donde figuran platillos en los que se incluyen los escargots.


Los cuidados especiales

También mencionó que hay definido un paquete nutricional para la comida de los caracoles, lo que supone una dieta balanceada de minerales, vitaminas y harinas de trigo y maíz para asegurar una producción intensiva.

A diferencia del alto costo que se demanda en la alimentación de otras especies animales, como los bovinos, los cerdos y los pollos, que resienten los altibajos del mercado de los granos, es relativamente barata la nutrición de estos especímenes.

Pero igualmente se enfrenta un punto débil: los caracoles son muy sensibles ante los ataques de ciertas plagas, sobre todo de ácaros, lo cual es motivo especial para su manejo y para que no haya problemas de residuos de plaguicidas. Adicionalmente, hay que estar muy al pendiente de las novedades que surgen en el cultivo y mercadeo de este producto en los países líderes, como son España, Turquía y China, entre otros, de manera que las innovaciones que surjan, se adapten a su proyecto.



Los caracoles alcanzan su tamaño comercial en seis meses en el clima del Centro de Jalisco. Las especies de este proyecto son: Hélix aspersa y Hélix aspersa Muller.



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